Más de 265.542 kilómetros de ruta de fibra submarina, metropolitana y entre ciudades, con presencia en 45 países, demuestran el alcance global que ha logrado la infraestructura de comunicaciones de Level 3 luego de la adquisición de Global Crossing en octubre pasado, sobre la que soporta su oferta de soluciones de datos, voz, video, data center y servicios gestionados a través de una sólida red IP. Sobre esta fortalecida propuesta, conversamos con David Iacobucci, Vicepresidente de Level 3 para Chile.
¿En qué estrategia se enmarca esta gran operación?
Los procesos de consolidación en este rubro se vienen dando, desde hace tiempo, principalmente porque las compañías son muy dependientes del capital y nivel de inversiones y la tecnología en sí impone un reto: la obsolescencia hace que el tiempo disponible para desarrollar infraestructura propia sea corto. Por eso, los actores han desarrollado sus regiones pensando en su mercado objetivo y han surgido complementariedades en los proyectos. En este marco, Level 3 encontró en Global Crossing un proveedor con una infraestructura global y especialmente desarrollada en Latinoamérica, donde nuestra firma no tenía presencia, lo que le otorga un importante valor agregado. En resumen, Latinoamérica genera a Level 3 una oportunidad magnífica de crecimiento, en un lugar en el que hasta ahora no participaba. Esta Región será la que más crezca en materia de comunicaciones en los próximos cinco años. Por eso es importante la inversión de Level 3 a través de esta adquisición.
¿De qué forma beneficia esto a la marca y a los clientes?
Permite a Level 3 empezar a incursionar en negocios de valor agregado en Latinoamérica que no eran parte de su portafolio. Además, genera sinergias no sólo dentro de la compañía, a la cual permite abarcar distintos mercados con mayor cantidad de productos y servicios, sino también en nuestros clientes, quienes tienen accesibilidad a mayor cantidad de ciudades con una única red. Level 3 tiene un portafolio de servicios que va en la misma dirección que el que poseía antes Global Crossing, pero que incorpora servicios nuevos como el de distribución de contenido, broadcasting para eventos y para la industria de media y soluciones de conectividad de baja latencia para mercados transaccionales, entre otros. En fin, una cantidad de servicios distintos y ampliados, y con un alcance mayor al que teníamos hasta ahora. Es decir, los clientes ahora no tienen que estar pensando en contratar a más de un proveedor o de la ingeniería que necesitan para su solución, pues a través de un único punto de contacto pueden integrar una red global en cualquier lugar del mundo. Esa es una ventaja que les permite tener más simplicidad, disponibilidad, calidad de servicio y mejores precios.
¿Cuáles son sus expectativas locales a raíz de esta integración?
Previamente a esta fusión, ya veíamos buenas oportunidades en Chile, pues es un mercado muy maduro y desarrollado desde el punto de vista conceptual e intelectual. Los gerentes de TI buscan la eficiencia del negocio y ya tienen claro que el camino es la tercerización de los procesos. Nuestras expectativas no han cambiado en este sentido y vemos un crecimiento en el mercado local atractivo y que requiere los servicios a medida que nosotros ofrecemos.
¿Qué oportunidades observan en el mercado chileno?
Observamos grandes potencialidades en un mercado que proyecta uno de los mayores crecimientos en la Región. En Chile hay muchas empresas que están viendo a Asia como un mercado objetivo importante y para nosotros cubrir ese destino hoy no reviste ninguna complejidad extra, lo que permite que para nuestros clientes también sea un tema menor. Ellos pueden planificar su crecimiento confiados en que recibirán el respaldo de una infraestructura de comunicaciones que apoya y acompaña a su negocio.
También existen muchas oportunidades en redes regionales, ya que las empresas chilenas están mirando al exterior para seguir creciendo, algunas con una visión regional y otras mundial, y esto hace que el mercado de comunicaciones globales se torne muy atractivo. Asimismo, muchas compañías extranjeras están viniendo a Chile, donde encuentran una serie de garantías jurídicas y de estabilidad económica y política, que hacen del país una plaza adecuada para instalar empresas y desde aquí coordinar operaciones en Latinoamérica, necesitando de infraestructura y servicios de telecomunicaciones que soporten sus operaciones.