El recambio del documento físico al documento electrónico, validado y aceptado, es hoy día una realidad que ahorra costos en gestión, y suma en responsabilidad social, al “despapelizar” a las empresas. Andrés Behncke y Javier Braithwaite, Gerente Comercial y Gerente de Marketing & Clientes de ESign, respectivamente, explican las claves de este negocio.
Casos como el de un automovilista que debió invocar la Ley Nº19799 ante la justicia al recibir una infracción por tener su permiso de circulación de manera electrónica y no en papel cuando Carabineros lo solicitó (diario LUN, 14 abril 2012), han sentado jurisprudencia en la aceptación de este tipo de documentos, explica Andrés Behncke. Una “nueva ola” de documentos electrónicos, que no necesariamente son tributarios, y que requieren firma para tener validez legal, como un permiso de circulación, un contrato comercial, un seguro, etc. Esta puede ser simple o avanzada.
“La firma electrónica es cualquier proceso electrónico que valida formalmente al autor de un documento digital. Esta puede ser una password, biometría o un certificado digital, entre otros procesos. En ese sentido, existe la Firma Electrónica Avanzada (FEA), que tiene una gran característica: el Cero Repudio. La FEA se compone de un certificado digital que, tras un proceso de validación, debe ser instalado en un dispositivo criptográfico seguro (token) y de esa manera ser usado para firmar otros”, explica Javier Braithwaite.
¿Cuál es la propuesta de la compañía hoy?
A.Behncke: Nuestra oferta es integral, destacando los certificados digitales de firma electrónica para personas, certificados digitales SSL que permiten proteger la información que viaja en los sitios web, consultorías de seguridad para la detección de vulnerabilidades de aplicaciones y servicios de autenticación e identidad. Asimismo, hemos desarrollado importantes innovaciones en la gestión, tratamiento de procesos y documentos electrónicos.
¿Cuál es el beneficio para una empresa que cuenta con la firma digital en sus documentos electrónicos?
A.Behncke: La firma es una herramienta muy importante pues es la que valida legalmente y da fe pública de un documento electrónico. Y los beneficios de un documento de este tipo son varios: es posible centralizar el almacenamiento de manera virtual, aportando a la transparencia en la gestión y con el consiguiente ahorro de costos en papel, traslados, espacio y gestión. Todo ese proceso que antes era físico, ESign lo lleva al mundo electrónico; y a través de un gestor documental, es posible establecer alarmas de vencimiento de cierto tipo de documentos, indexarlos, etc. En suma, establecer una inteligencia de negocio ahorrando muchísimas horas-hombre en ese proceso de análisis.
¿Quiénes son hoy sus principales clientes?
J. Braithwaite: A la fecha tenemos más de 7.000 clientes y particularmente en documentos electrónicos estamos trabajando muy fuerte con clientes de Gobierno, con municipalidades, retail, telecomunicaciones, mineras y universidades. Fundamentalmente empresas con un gran número de procesos documentales que se simplifican de manera importante. Tenemos que pensar que anualmente una persona en promedio gestiona unos 15 documentos y eso, para una empresa con 20 mil empleados, es un costo enorme. ESign permite simplificar la vida a la compañía y también de los trabajadores. Es por eso que también nos preparamos para satisfacer la demanda de Pymes y grandes compañías, tras la puesta en marcha de la iniciativa de Empresa en un Día, que el Gobierno implementa a partir de mayo.
¿Cuáles son los planes de la compañía para este año?
A.Behncke: Reforzaremos nuestra presencia en los servicios financieros y con empresas que cuenten con servicios móviles. Así beneficiaremos, por ejemplo, a aquéllas que posean fuerza de venta móvil, que muchas veces cargan un sinnúmero de documentos por las calles, lo que dificulta la gestión. También contamos con alianzas para el desarrollo de documentos electrónicos laborales, DLE, los cuales se están implantando en varios negocios. Hoy nuestras soluciones se expanden a Perú, Ecuador y Colombia, países con realidades similares a Chile y que trabajan para crear leyes de documentos electrónicos y usos de la firma electrónica.
