Entre Ley Fintech y Khipu: El poder de los usuarios

Después de dos años de idas y vueltas, el proyecto de Ley Fintech llegó al Congreso. Durante este tiempo, el ecosistema se ha modificado notablemente: con un promedio de crecimiento anual del 38%, ya hay 179 emprendimientos del rubro en el país, según un informe de Finnovista.

Publicado el 31 Oct 2021

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La pandemia aceleró el ritmo a nivel global. En Latinoamérica, Brasil y México son algunas de las honrosas excepciones de los paí- ses que disponen de una normativa vigente. Los servicios financieros no necesitan anunciar su desembarco; lo hacen directamente sin preludios. En 2024 serán 4.000 millones de personas con billeteras virtuales en el mundo, según Juniper Research. La banca abierta no se queda atrás y únicamente en el Reino Unido ya hay más de 200 proveedores.

En algunos países, los organismos reguladores mostraron cierta lentitud para encauzar esta nueva tendencia. En el plano local, el bloqueo a Khipu es uno de los casos más resonantes. La disputa llegó a la Corte Suprema y la obligó a tomar una postura relativa al tema.

El plano legal no es lo más grave del episodio, sino que durante varios días estuvieron afectadas el 50% de las transacciones de la plataforma. Vale la pena recapitular para entender el valor principal de las Fintech: darle más oportunidades y facilidades al usuario. Precisamente, lo que el bloqueo impidió por un debate pendiente desde hace años.

No se trata de “cargar” las tintas con BancoEstado, que es uno de los principales actores de la inclusión financiera con sus más de 10 millones de CuentaRUT gratuitas. Al fin y al cabo, los diferentes actores deberán aprender a convivir sin olvidar que su razón de ser es entregar el poder a los usuarios.

No olvidar la premisa fundamental

El primer paso que deberán hacer los bancos de todo el mundo es entender que no están exentos de las necesidades de la transformación digital. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 86% de los clientes de VISA está interesado en el uso de datos biométricos para verificar su identidad o realizar pagos. Según The Financial Brand, el 90% de los clientes considera que son importantes las experiencias personalizadas y el 94% de los bancos no es capaz de desarrollarlas.

El otro gran tema que deberán afrontar es el de la ciberseguridad. En 2020 hubo 2.300 millones de intentos de hackeos en Chile, según Fortinet, y el incremento continúa, al punto tal que durante el primer trimestre de 2021 aumentó un 37%. En este escenario amenazante, el cuidado de los datos es fundamental para todas las organizaciones. El problema es cuando las medidas en lugar de proteger la libertad de los usuarios, la terminan restringiendo. Atentos a lo que sucede en cada país, los inversores toman nota. No es casualidad que Brasil haya liderado las inversiones en Fintech de Latinoamérica durante el primer semestre de 2021, llevándose el 78,4% del total por más de US$5.900 millones, seguido de México, según un informe de la consultora Latam Fintech Hub.

La disputa específica no debe confundir el debate de fondo. La pérdida de foco puede costar muy caro: lo que está en juego son las inversiones para el país, la inclusión financiera y la seguridad de los datos. El avance de la regulación no debe olvidar una premisa fundamental: el poder es de los usuarios.

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Redacción

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