Hacia 1965, la construcción de viviendas dirigidas a sectores medios y bajos tuvo en Chile un fuerte impulso. Fue entonces cuando, motivado por el aspecto social inherente al problema de la vivienda, Eduardo Gras Díaz fundó en Temuco una pequeña empresa constructora llamada Socoviga, cuya primera obra fue un conjunto habitacional de 16 casas. Los proyectos se sucedieron con éxito y, en 1967, la incorporación de otros socios dio un nuevo nombre a la compañía: Socovesa. Tras superar la crisis del sector en los 70’, Socovesa vivió un proceso de reestructuración, siendo a la fecha una de las empresas constructoras e inmobiliarias más importantes de Sur del país, con más de 40 mil viviendas construidas. Frente a los problemas energéticos que afectaban el funcionamiento de los equipos en su cada vez mayor número de obras, la constructora confió la solución de éstos a Protab, distribuidor de Tripp Lite. Christian Asmussen, Subgerente de Informática de Socovesa, explica los detalles de este proyecto.
Con presencia en más de 13 ciudades y aproximadamente 200.000 mt² en proyectos de casas y departamentos en construcción y venta, hoy las cifras de Socovesa sobrepasan los US$90 millones al año.
Desde hace varios años, la compañía ha introducido mayor tecnología en el desarrollo de sus procesos, tanto en las salas de venta como en las oficinas de obra. Sin embargo, según explica el Subgerente de Informática de Socovesa, uno de los problemas que recurrentemente encontraban era que “los usuarios de las salas de venta de las construcciones se quejaban de que los computadores y sus aplicaciones trabajaban a una velocidad menor a la requerida”, lo que redundaba en que demoraban dos o hasta tres veces más de lo normal en hacer su trabajo.
Analizando el problema en terreno, la empresa logró detectar que en más de un 50% de las ocasiones la fuente del problema era la energía. “En general, nuestros proyectos se desarrollan en las periferias de las ciudades y, además, una obra en construcción es un lugar en el cual hay una serie de herramientas eléctricas que están funcionando en forma permanente, lo que hace que la calidad de la energía sea particularmente mala, afectando el desempeño de los PCs y equipos de comunicaciones”, señala Asmussen.
Debido a este inconveniente, “se pidió a los directores de obra que se estableciera un empalme con la empresa distribuidora de energía independiente para la oficina de obra y salas de venta, buscando con eso tener algún nivel de limpieza en el circuito eléctrico”, explica. Pero eso no fue suficiente, ya que herramientas como soldadoras y taladros generaban variaciones de voltaje muy fuertes en un instante del tiempo, lo que provocaba problemas en los equipos de comunicaciones.
Solución estándar de obra
La solución definitiva se obtuvo a través de Protab, distribuidor de Tripp Lite, empresa con la que So-covesa ya había trabajado resolviendo algunos problemas en el área de telecomunicaciones. A través de una labor en conjunto, se desarrolló la denominada “solución estándar de obra”, que apunta a tener el tema de la energía eléctrica bajo control.
“Básicamente, se instala una UPS de determinadas características que permite el filtrado de los transientes que generan las herramientas eléctricas y, por tanto, bajo la UPS, los equipos ven la energía estable, sin variaciones”, agrega el ejecutivo.
Lo que a primera vista resultaba como una solución sencilla y de fácil implementación, no fue así, ya que la marca de UPS utilizada al inicio del proyecto no dio los resultados esperados. “Trabajamos con otra marca con un modelo que se supone filtraba transiente, pero en la práctica demostró que no funcionaba. En ese momento, optamos por Tripp Lite, que en esa falla en particular funcionaba sin problemas. Se trata de una UPS de 2 KVA de doble conversión online, que trae este circuito de filtraje de transiente y, por ende, esta UPS es capaz de filtrar efectivamente todo lo que inducen las herramientas cuando parten o paran”, comenta el profesional.
Para esta solución se diseñó especialmente un mueble de fierro forjado denominado Socorack, que contiene en su interior la UPS y un gabinete para los equipos de comunicación, además de espacio para otros componentes y circuitos eléctricos especiales y exclusivos para equipos de computación. Hoy cada proyecto de construcción que inicia su funcionamiento cuenta con una solución estándar instalada, generalmente, en la oficina de obra, en la bodega y en la sala de ventas donde las UPS cumplen la función de respaldar equipos de telecomunicaciones, computadores e impresoras.
En cada obra las UPS se han configurado localmente conectándolas a algunos computadores, de tal manera que se puede ver el reporte de cómo ha sido la variación de energía en cada sede de construcción. Según Christian As-mussen, ahora está en evaluación centralizar el monitoreo de todas las UPS, que hoy totalizan 15 en Santiago, Rancagua y Calama, así como aplicar esta solución en las obras de Socovesa en Temuco.
Superando todos los problemas eléctricos
El Subgerente de Informática de Socovesa comenta que desde Abril de este año iniciaron la utilización de UPS Tripp Lite y que hasta la fecha los resultados han sido satisfactorios. “Todos los problemas eléctricos que detectamos y que implicaban demora en el trabajo de los usuarios de las salas de venta de las obras, por ejemplo, se superaron a través de esta solución estándar y obviamente con la utilización de las UPS”, agrega Asmussen. Finalmente, lo que se logró es que “ese 50% de problemas producto de la electricidad ya no ocurren. De hecho, al conversar con la gente en terreno ésta cuenta que ahora los sistemas son mucho más estables, que se puede trabajar sin inconvenientes y que el problema eléctrico en particular está bastante resuelto, y ése es uno de los grandes beneficios de la solución”, precisa.
Según el ejecutivo de Socovesa, la relación costo versus beneficio del uso de las UPS ha sido “bastante alta por el lado del beneficio”, ya que han logrado dar un servicio de calidad y sin fallas eléctricas. “Hemos logrado recuperar hasta un 20% de las horas del día, puesto que estamos dando servicio; ahora hay correo y sistema administrativo funcionando bien. Y esto se refleja en que desde Abril de este año, no tenemos reportes de problemas de energía”, finaliza Asmussen.
Enero de 2006