Las autoridades de China quieren extender la prohibición de los smartphones de Apple a los colaboradores de las firmas paraestatales, para que los empleados no puedan llevar sus iPhones a la oficina.
Si prospera, esta iniciativa representará uno de los bloqueos más grandes del país, que busca eliminar la tecnología extranjera en sus entornos sensibles, así como reducir su dependencia del software y circuitos de firmas norteamericanas.
El gobierno chino ordenó en 2022 a sus dependencias reemplazar sus computadores personales de marcas internacionales por equipos nacionales, para lo que les dio un plazo de dos años.
Cabe señalar que China representa una quinta parte de los ingresos de Apple y es la región donde se produce la mayor parte de sus dispositivos.