Claudio Parada, Gerente de Negocios; Carlos Paci, Director de Operaciones; ambos de Aquanima Cono Sur.
Aquanima entregó las claves del e-procurement, nueva terminología que se asocia a la inclusión de la tecnología en la función de abastecimiento y su impacto real en los negocios.
Carlos Paci, Director de Operaciones Cono Sur de la firma, explicó que “habitualmente, el e-procurement es entendido como la creación de mercados virtuales donde múltiples partes pueden transar productos. Sin embargo, el concepto es mucho más amplio y consiste en la incorporación de tecnología a lo largo de toda la función de abastecimiento, desde la generación de la necesidad hasta la recepción y pago de los bienes”.
Para el profesional de Aquanima Cono Sur, el verdadero valor del e-procurement radica en asistir con tecnología el ciclo completo de abastecimiento en una compañía. Ello, con el fin de facilitar la comunicación, automatizar actividades, crear mercado y asegurar el cumplimiento de procesos. Algunas tareas que se benefician del e-procurement, explicó, son la gestión de requerimientos, el intercambio de información con proveedores, la negociación de condiciones de compra, la administración de contratos, la gestión automatizada de pedidos e inventarios, la emisión de compromisos de compra y su correcto cuadre con el sistema de pagos.
Paci es enfático en señalar que el beneficio de tecnologizar el proceso de compra es real y directo: “en primer lugar, económico, liberando recursos dedicados a la ejecución de tareas rutinarias, accediendo a mejores términos de compra y asegurando el correcto cumplimiento de las condiciones pactadas en contratos de alto valor. En segundo lugar, el e-procurement incorpora transparencia y trazabilidad al proceso de abastecimiento, permitiendo la documentación ordenada de las interacciones con el mercado proveedor. Además, al incorporar tecnología se facilita la definición de reglas claras en los procesos de negociación”.
Finalmente, el e-procurement, detalló el ejecutivo, permite simplificar el manejo de la transaccionalidad, reduciendo de manera importante el tiempo de ciclo de abastecimiento, lo que impacta de manera positiva y directa en los indicadores de productividad: “un ejemplo de lo anterior es el uso de catálogos automatizados. Su utilización permite transformar un ciclo de compra estándar que tradicionalmente supera los quince días en una orden digital que se aprueba y comunica en pocas horas”, subrayó.
Finalmente, Carlos Paci adelantó que observando la práctica mundial de abastecimiento, es evidente que las compañías están optando cada vez más por el e-procurement. Sin embargo, sostuvo, la incorporación exitosa de tecnología en este ámbito debe iniciarse con una clara definición de los procesos que regirán las prácticas de compra y contratación, y cuáles son los objetivos centrales que se busca cumplir. La plataforma tecnológica será la herramienta que dará solidez y permanencia al proceso subyacente, convirtiendo la función de abastecimiento en una fuente de valor concreto para la compañía.