Los proyectos TI se generan por variadas y distintas razones. Por ejemplo, podría ser debido al crecimiento de una empresa, ya que ésta encuentra que el aumento de sus ventas la pone en la disyuntiva de incrementar personal o automatizar procesos. O en una mezcla de las dos cosas, pero, definitivamente, pensando en cuál es la “fórmula” óptima para obtener un mejor rendimiento y eficiencia, con un determinado nivel de calidad.
Naturalmente, esto está relacionado con el concepto que esa empresa tiene para definir calidad óptima o mínima aceptable al menor costo posible, para mantener su competitividad en el mercado que participa.
La otra posibilidad típica es cuando la empresa tiene algún problema y se encuentra en una posición en la cual está “obligada” a ahorrar, pues, de otra manera, pudiera poner en riesgo su permanencia en el mercado. En este caso, podríamos poner como ejemplo una empresa que ha visto sus ingresos de facturación disminuidos en una época de crisis (les suena familiar?) y decide emplear TI para mejorar sus “procesos y actividades”, optimizando los tiempos involucrados y empleando menos personas en la misma cadena de estos procesos.
Otra alternativa, que es muy común, es la razón de diferenciación cuando una empresa se encuentra enfrascada en un mercado, donde eventualmente al cliente le es muy difícil percibir la identidad del tipo de servicio o producto. Aquí puede generarse un proyecto de TI donde el producto del cliente pudiera ser diferenciado de otros de la competencia en base a nuevas tecnologías o emplear un mix entre tecnología y producto. Un buen ejemplo de esto son las empresas financieras, que empezaron a entregar una cantidad enorme de servicios vía sus portales de Internet a sus mismos cuenta correntistas.
En algunas ocasiones, el generar valor para el cliente y para la empresa es una buena razón para empezar a emplear TI. Por ejemplo, los procesos de automatización en algunas cadenas de producción al emplear “robots” han permitido que se asegure una mejor terminación en los productos, que por otro lado han significado un incremento en las utilidades a las empresas, generando la percepción de los clientes que esos productos valen más por su calidad y la empresa también gana valor.
Una de las otras situaciones es que exista un cambio de modelo de negocio. En ese caso, la empresa debe decidir si permanece o no en esa área o mercado y emplear seriamente el uso de TI para poder enfrentar los nuevos paradigmas con los cuales debe convivir. Por ejemplo, muchas empresas que distribuían o vendían libros se encontraron en algún momento con que competían con librerías “virtuales” que sólo estaban en Internet. Pasado el momento de susto… se dieron cuenta que ellas, de igual manera, podrían hacer eso y han complementado su negocio con alguna modalidad de e-Business.
A veces, lo que lleva a emplear TI es el cambio del modelo competitivo. En este caso, podríamos encontrar ciertas similitudes con el cambio de modelo de negocio, sin embargo incluye un componente adicional, que es la inclusión de las TI como factor esencial para la existencia del negocio desde el punto de vista competitivo. Aquí, podríamos mencionar el hecho de cómo cada uno de los bancos ha tenido que sumarse a servicios ofrecidos vía Internet e incluso generar bancos que sólo operan a través de la red pública para ofrecer sus servicios debido a que su competidor ya lo hace y el no hacerlo, significa no competir en igualdad de condiciones.
Así, la simple circunstancia de que surja una nueva tecnología permite que proyectos, hasta entonces inexistentes, se generen y pasen a tener un carácter de urgente y esencial, ya que no desarrollar conlleva a tener consecuencias en un tiempo específico, ya sea porque los costos de las operaciones están más allá de lo soportado por el negocio o porque la calidad de sus procesos deja de ser comparable con sus competidores.
La generación de proyectos TI puede ser iniciada o, mejor dicho, gatillada por los mismos usuarios de los servicios que la empresa presta de forma interna. Puede ser debido a un requerimiento de los clientes o del mismo mercado, que demanda nuevos requerimientos de calidad, tiempo de respuesta o economía.
De igual forma, puede darse por los proveedores de la misma empresa que, con el ánimo de crear nuevos mercados, anticipan visiones o tendencias que llegarán y que, eventualmente, pueden tener un impacto significativo en el día a día de la empresa.
Otros gatilladores son los mismos gerentes, que emplean su capacidad de proyección en favor de la empresa y, de esa manera, permiten que ésta esté preparada para esa proyección, enfrentando la eventual situación, de una forma óptima, ya que la anticipación de los cambios de variables, introducidos en el nuevo proyecto, permiten sortear el futuro con esa tranquilidad.
Una vez que existe la claridad que debe realizarse un proyecto TI, éste es evaluado y analizado bajo un punto de vista de costo-beneficio y/o, eventualmente, bajo el punto de vista de rentabilidad y retorno de
inversión.
Junio de 2003
