En las empresas, los encargados de tomar la decisiones relacionadas con TI son los gerentes, sub-gerentes y jefes, según sus propios criterios dentro de un mapa de alternativas lógicas. Sin embargo, algo que eventualmente no se toma en cuenta es el usuario. Este, por regla general, es un ser «adaptable» de acuerdo a la consideración de muchos de los proyectos.
Extrañamente, muchos responsables de proyectos después le cargan la mano a la posible demora en la implementación del mismo, al factor humano.
¿Qué ocurre con aquellas empresas que son reacias al empleo de TI?
Hoy día el no usar TI conlleva innumerables e inmediatas consecuencias, tales como tener procesos o actividades que son dispares a las realizadas en otras partes del mundo, lo que, al mismo tiempo, deriva en tener un comportamiento disímil a otros, lo que incide directamente en factores económicos. Esto funciona como una espiral. Uno usa menos TI y con ello queda más desfasado de lo que hacen otros. Al estar más desfasado, sigue usando menos TI y la brecha aumenta. Por otro lado, esto incide en nuestros costos e ingresos y nos aleja de los países del primer mundo.
Por otro lado, ¿qué pasa cuando las empresas empiezan a utilizar TI?
Cuando se usan TI en los procesos, las actividades se realizan de una manera distinta y se empiezan a vivir los cambios y a aprender de ellos. El primer cambio suele ser el más complejo. Si hay un segundo en un tiempo razonablemente corto, la dificultad del próximo es muchísimo menor y si, nuevamente, nos encontramos que el patrón constante a considerar dentro de los procesos viene a ser el mismo cambio. Los países que empiezan a emplear las TI en su forma de modificar procesos comienzan a entrar en una espiral contraria a la detallada anteriormente. ¿Hacia dónde los llevaría el utilizar más TI?. En este caso, la forma de la espiral genera un resultado positivo, ya que la exponencial utilización de TI lleva a las empresas a mejorar un proceso que, por otro lado, influye positivamente en otra área o actividad y así sucesivamente. Acá, el punto sería dimensionar cuán atrás estamos de los países del primer mundo y, en base a eso, cuánta es la inversión necesaria para lograr la velocidad de cambio en un tiempo que consideremos como aceptable.
Otro ángulo distinto sería considerar que no necesariamente tenemos que pensar en términos de cuántos recursos se requieren para estar en otro nivel de desarrollo, pero sí tener el pensamiento de TI orientado a cada visión de proceso que tenemos que realizar. Eso mismo, como ejercicio, es lo que nos permitirá tener la posibilidad de saltar barreras sin tantos recursos. En el fondo, se trata de un pensamiento asociado a la actitud, que nos lleva a tener un comportamiento asociado a una competencia inconsciente.
¿Es cierto qué las TI reducen empleos?
Mucho se ha dicho en contra del empleo de las TI en relación a que éstas generan una suerte de cesantía con un alto nivel de desempleo cuando ésta es aplicada de forma «descriteriada», es decir, cuando tiene como criterio la mantención del empleo más que la generación de un proceso eficiente y elegante. Llamamos elegante cuando se consideran aspectos relacionados con la mejora sostenida de las personas, apuntando a la mejor solución para ello.
¿Qué se puede hacer para que las empresas no asocien el uso de TI al desempleo?
La realidad es que al no usar las TI, los procesos que generan bienes tienen un costo más alto que el de quienes utilizan TI, por lo tanto el hecho de no emplearlas genera una brecha de competencia debido a esta desigualdad de no usarlas que, finalmente, implica que este proceso será inadecuado para enfrentarse en un mercado competitivo y global como en el que estamos insertos. Al existir esta situación, vemos que, paradójicamente, el no usar TI nos lleva a la misma premisa inicial consistente en que al usar TI tenemos cesantía. Al no ocupar TI también tenemos cesantía.
Así, veo bastante difícil que alguien que no se esfuerce por poner TI en toda su cadena de procesos logre el manejo de volumen, de estan-darización y, al mismo tiempo, de segmentación. Un empleo máximo de TI en todo su quehacer se entiende como fundamental para poder alcanzar metas más ambiciosas y aproximarnos a los países del primer mundo.
¿Crean realmente las TI otras alternativas de empleos?
Emplear TI genera un sinnúmero de nuevas oportunidades de trabajo que antes no existían. La consideración es si esas oportunidades requieren de un cierto grado de especialidad o capacitación. Cuanto más profundo es el nivel de capacitación, más dentro de la nueva TI podrá estar. Siendo que no es, necesariamente, una condición específica de la generación de empleos de las TI tener conocimiento de las mismas. Un buen ejemplo es el delivery de bienes que pueden ser requeridos vía Internet y que son despachados a través de conductores de moto. Estos conductores de moto, en realidad, participan del ciclo del proceso, pero casi nada en lo que se refiere a la nueva tecnología.
La cantidad de nuevas oportunidades generadas por el empleo de las TI es impresionante, siendo que para vislumbrarlas siempre debemos tener un comportamiento acorde con el modelo a instalar. También las oportunidades generan nuevas oportunidades y esas mismas vienen a requerir otra vez más capacitación y educación, y no sólo en las TI a aplicar, sino que también respecto de cómo enfrentar este nuevo modelo.
¿Cómo se vislumbra el futuro de las TI en Chile?
Con o sin detractores, está claro que en el futuro tendremos cada vez más TI en nuestras vidas. Por más rezagados que vayamos en relación a los países del primer mundo, igual tendremos un aplicar de TI que es prácticamente imposible de detener. Por lo menos, así es como se configura el mundo globalizado.
¿Cómo podrían influir las TI en el bienestar de las personas?
Algunos pueden pensar que en realidad estamos frente a una situación paradojal (y, de cierta manera, sí lo estamos), pues, trabajamos mucho para poder disfrutar del tiempo y ocio y estar con nuestras familias y amigos y, para eso, empleamos TI. Sin embargo, el tiempo que supuestamente las TI nos regalarían, tenemos la percepción que en realidad no existe, y que ese tiempo para «nosotros» se lo estamos entregando a nuestros trabajos. Eso ocurre pues si 20 años atrás podíamos enviar por ejemplo tres cartas en una mañana, hoy día podemos comunicarnos con 50 personas vía e-mail. Con otra estructura de comunicación, es cierto, pero mucho más eficaz que las cartas. Esto quiere decir que el negocio ha salido ganando bajo el aspecto del empleo de las TI, pero las personas ya no lo ven como «Ah! con esto trabajaré menos». O mejor dicho, si ven que trabajarán menos en esa área, subentienden que les «caerá» algo más que los mantendrá más ocupados todavía, pues, probablemente, éste será un nuevo proceso no pasado todavía por reingeniería (acá no uso el concepto de rein-geniería como sinónimo o, mejor eufemismo, despedir gente).
Es decir, ¿no se ha logrado vender bien el propósito de las TI a nivel personal?
La impresión que tengo es que el avance vertiginoso de las TI no ha sido acompañado por un proceso paralelo que explique el propósito de las mismas, así como que se enseñen las expectativas relacionadas y el cómo entender y manejar lo que se llama «tecnostress».
A su juicio ¿qué otras áreas se encuentran deficitarias en el uso de TI?
La forma como enseñamos a nuestros niños no difiere mucho de la que existía hace 600 años o hace más tiempo. Claro está que si pensamos en términos de cuán liberales pueden ser las relaciones alumno/profesor, hay todo un abismo. Más bien, me refiero a cómo la información es traspasada desde una persona que detenta el conocimiento a aquéllos que, a partir de ese momento, la tendrán y pasarán a aprovecharla de la mejor manera posible, ahora sí, siempre con el objetivo de una prueba adelante que medirá aquéllo que probablemente ellos no saben.
Entonces ¿cuál estima debería ser el enfoque?
Las TI pudieran ser aplicadas, por ejemplo, para entender mejor cuál es la forma de procesar de un alumno, como él relaciona la información y, en base a eso, entregarle a los profesores información adicional de cómo «adaptar» el mensaje de forma tal de llegar de una manera mucho más individual. Las TI pudieran ser empleadas para el mensaje que hoy es enviado por el profesor, ya sea por vía de video, CDs, etc., y éste pasaría a ser alguien más como un mentor, que debiera tener el máximo interés en ayudarnos a alcanzar el saber, sin tener que pasar por la experiencia de sólo detectar lo que no sabemos. Al mismo tiempo, la orientación del proceso de aprendizaje se haría mucho más amigable, ya que debiera existir una adaptación del proceso educativo al alumno, a su velocidad de absorción y a sus estrategias de estudios. Veo, claramente, que, en el área educativa, no se piensa en las TI como parte del proceso, pero como un complemento al mismo; creo que eso debiera modificarse para destacarnos de los países del primer mundo que todavía no lo tienen totalmente implementado, ni de forma masiva. Debiéramos realizar planes que nos permitieran generar liderazgo en esta área, de tal manera que su modificación haga que las mismas TI cambiaran nuestra educación en un proceso de enriquecimiento permanente. La información masiva puede ser entregada por varios medios, los análisis de velocidad, capacidad de aprendizaje, empleo adecuado de estrategias y los conceptos epistemio-lógicos deben ser analizados por los profesores, quien con esa información deben preocuparse de ayudar a obtener el saber del alumno. No sólo descubrir lo que no saben.
¿De qué manera piensa podría cambiar la actitud de las personas hacia el uso de TI’?
El comportamiento humano es rápidamente adaptable cuando percibe que mantiene lo que tenía anteriormente y, además, tiene algún grado de ganancia. Bajo ese aspecto, siempre que empleemos TI en una determinada área de nuestras vidas, si mantenemos la premisa anterior, ellas debieran ser incorporadas velozmente a los procesos diarios y, más aún, pasarían a ser consideradas como imprescindibles para nuestra forma de movernos en el mundo.
La cantidad de áreas en las cuales emplearemos TI será cada vez mayor y será una función que en algún momento pasará a formar parte de nuestros procesos de vida con competencia inconsciente. Para llegar a este grado, hoy día nos falta recorrer un largo camino, donde muchos vivimos un mundo de TI y otros todavía se encuentran en la escala de necesidades básicas de la Pirámide de Maslow.
La premisa que muchos tienen en mente de que algún día las TI estén al servicio del hombre y no al revés, como es hoy, según muchas personas, creo que está equivocada. Eso es así, pues las TI son un conjunto de herramientas y disciplinas que el hombre ha desarrollado para emplearlas de acuerdo a su voluntad. Por lo tanto, si hoy en día, nos encontramos con la sensación producida de que por la incorporación de TI sólo generamos tecnostress, no se debe a las mismas TI, pero sí al proceso asociado al comportamiento de cómo el hombre las está empleando a su servicio.
El cambio de concepto también debe venir por una horizontalidad del mismo empleo, donde mucho se le imputa como responsabilidad de dominación, causante de stress o como sea, pero, por otro lado, se olvida todo el lado humanitario del empleo de las mismas, ya sea en biología, bioge-nética, física, química, diversión, turismo, etc.
La pregunta final que pudiéramos hacernos acá es: ¿cuánto tiempo nos tomará llegar a nosotros, como sociedad, a tener la claridad de a dónde queremos llegar con esta potente herramienta?.
Diciembre de 2002