Telemedicina: Tecnologías inalámbricas al servicio de la salud

Compartir e intercambiar datos a distancia para realizar diagnósticos, determinar tratamientos y prevenir enfermedades es parte de las posibilidades que entrega la telemedicina, una forma de atención médica para la cual el avance de las tecnologías móviles e inalámbricas ha sido clave. Los beneficios, sin duda, son múltiples y para todo tipo de pacientes. Y es que poder, por ejemplo, monitorear a distancia, a través de un celular u otros dispositivos móviles, los signos vitales de un paciente como la presión y los latidos cardíacos o procesos como diálisis a ?ciencia cierta?, es un aporte a la calidad de vida.

Publicado el 31 May 2009

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Compartir e intercambiar datos a distancia para realizar diagnósticos, determinar tratamientos y prevenir enfermedades es parte de las posibilidades que entrega la telemedicina, una forma de atención médica para la cual el avance de las tecnologías móviles e inalámbricas ha sido clave. Los beneficios, sin duda, son múltiples y para todo tipo de pacientes. Y es que poder, por ejemplo, monitorear a distancia, a través de un celular u otros dispositivos móviles, los signos vitales de un paciente como la presión y los latidos cardíacos o procesos como diálisis a ‘ciencia cierta’, es un aporte a la calidad de vida.

Tanto en clínicas como en hospitales, las comunicaciones inalámbricas de voz posibilitan que los trabajadores de la salud tengan a su disposición en todo momento y lugar la información de los pacientes, ya sea en pabellones, habitaciones u otras dependencias del centro médico que cuenten con la cobertura de la red wireless. Se trata de datos que son esenciales en un entorno crítico como es el de la salud, donde la confiabilidad, precisión, disponibilidad y rapidez de la información pueden ser vitales para salvar una vida.

También es posible consultar a especialistas ubicados a kilómetros de distancia, transfiriendo datos médicos almacenados en diferentes formatos, tales como audio, video, imágenes fijas y texto, o solicitar exámenes desde el hogar, por medio de Internet, o por un simple mensaje de texto enviado desde nuestros celulares.

Estas posibilidades son parte de las opciones que da la telemedicina, una aplicación aún más útil para aquellas zonas apartadas que no cuentan con los especialistas necesarios, donde una enfermedad de baja complejidad podría convertirse en un serio problema. Y todo, gracias a las facilidades que brinda la tecnología móvil.

¿Infraestructura disponible?

Pese a que Chile y Brasil son las naciones que lideran la incorporación del concepto movilidad en el ámbito de la salud, la penetración en el mercado nacional de la telemedicina aún se observa incipiente. Entonces, surge la interrogante: ¿existe en Chile la capacidad tecnológica para masificar la telemedicina? A juicio de Fernando Ripoll, Director de Negocios del Area Salud de STG Chile, “nuestro país cuenta con los recursos y herramientas necesarias, sólo falta voluntad y decisión para implementarlos, para así dejar demostrados los resultados que se obtienen con dicha aplicación”. Es decir, la infraestructura está; no existen limitaciones desde el punto de vista tecnológico, y los beneficios que justifican su uso en esta área son numerosos. “Por eso, es de esperar que en la medida en que se apliquen estas tecnologías y se vean los resultados que proveen, su uso se masifique en la mayoría de las instituciones médicas”, adelanta Alejandro Prósperi, Gerente de Territorio Cono Sur de Motorola.

Para potenciar este tema, el Gobierno ha puesto foco en la ampliación de la cobertura de redes inalámbricas. Y, en efecto, a fines de 2008 anunció la puesta en marcha del plan más grande de subsidio público que se haya realizado a través del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones. Este se encuentra destinado a construir redes de acceso a Internet y servicios de telecomunicaciones en 1.474 localidades de las 15 regiones, abarcando a una población total superior a los 3 millones de chilenos y chilenas, hasta ahora al margen de las oportunidades que brindan las Tecnologías de Información y Comunicación. Esto contempla una inversión de US$100 millones, que beneficiará a 850 mil hogares, 90 mil Pymes y a la totalidad de sus escuelas y postas. Al término de este proyecto, Chile habrá dado un salto en el alcance de las redes y en oferta de servicios, pasando de un 71% a un 92% de cobertura poblacional, lo

Fernando Ripoll,
STGAlejandro Prósperi,
MOTOROLA

que a juicio de Pablo Bello, Subsecretario de Telecomunicaciones, “tendrá un impacto directo en la educación y la salud rurales, porque todas las escuelas y postas ubicadas en las localidades del proyecto serán conectadas a Internet para impulsar un mejoramiento efectivo en sus labores pedagógicas y en la atención médica, a partir del uso intensivo de esta herramienta de información y comunicación”.

Las próximas innovaciones

Asistida por redes WLAN que permiten transmitir datos y voz, computadores portátiles, y aplicaciones de lectura de códigos de barra y RFID, entre otras, la comunidad médica hoy puede desarrollar una gran variedad de tareas junto a la cama de sus pacientes, brindando así una mayor seguridad y evitando errores. De hecho, ya han sido constatados en Estados Unidos resultados sorprendentes en este último aspecto: se ha comprobado que el uso de los códigos de barras impresos sobre las pulseras de los pacientes, los que pueden ser leídos con un dispositivo móvil para verificar que éstos se encuentren recibiendo la medicación correcta, reduce en un 87% las equivocaciones en ese ámbito.

“La disminución de todos estos posibles errores, que en muchos casos se traduce en salvar vidas, hace que el uso de este concepto sea imprescindible para las instituciones médicas modernas”, detalla el ejecutivo de Motorola y agrega que otros beneficios adicionales también importantes de la tecnología al servicio de la salud son: “la mejora de los procesos, el incremento de productividad y la optimización de los servicios de atención al paciente”.

Y las aplicaciones disponibles en este ámbito van ‘in crescendo’. De acuerdo al ejecutivo de STG, se observa además “un creciente uso de Internet para el acceso a aplicaciones clínicas migradas de ambientes cliente-servidor, donde las próximas innovaciones serán el Registro Clínico Electrónico y la Ficha Electrónica de pacientes. Sin el primero, explica, la información proveniente de distintos sistemas expertos no tendría coherencia clínica y aportaría sólo datos no estructurados sobre los cuales no es posible realizar gestión ni análisis, pues se enlazan en este proceso ámbitos tan disímiles como las áreas clínica y administrativa. Por eso, a su juicio, todo proyecto de telemedicina debe implicar la integración de sistemas como punto de partida para la incorporación de equipos o dispositivos remotos que interactúen coherente y coordinadamente con el paciente para exámenes, monitoreo o suministro de medicación, dejando un registro informático de ello.

Otra aplicación interesante es la posibilidad que brinda la infraestructura inalámbrica de ubicar físicamente, por ejemplo, un activo. “Este sistema, conocido como RTLS (Real Time Location System), incorporado a la infraestructura inalámbrica utilizada para las comunicaciones de datos y voz, permite localizar físicamente, por ejemplo, equipamiento médico portable, una alternativa fundamental cuando hay equipos críticos como respiradores portátiles o electrocardiógrafos que son llevados de un lado a otro y que se necesitan ubicar con urgencia. La enfermera no tendrá más que mirar en la pantalla de su computador para ver el dispositivo sobre un plano del hospital. Este mismo concepto puede también ser utilizado para localizar a pacientes o doctores”, agrega Alejandro Prósperi.

Experiencias concretas

Sin duda, la tecnología llegó para conquistar también el sector salud. Y ya hay casos emblemáticos en nuestro país. En 1999, por ejemplo, se logró emitir diagnósticos dermatológicos desde la Isla Robinson Crusoe, así como la emisión de radiografías, datos de una biopsia e incluso una ecografía tomada por un médico no especialista apoyado en tiempo real por un experto en el área.

En estos días, además, se desarrolla la implementación de un proyecto muy significativo a nivel internacional, de Registro Clínico Electrónico sobre Internet, en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, donde más de siete hospitales, un CRS (Centro de Referencia de Salud), un CDT (Centro de Diagnóstico y Tratamiento) y consultorios municipales, entre otros, podrán contar con un registro clínico único de sus pacientes online, información histórica de diagnósticos, exámenes y tratamientos, iniciativa donde STG Chile participa de la implementación funcional. “Esto permitirá que los profesionales cuenten con los datos adecuados para la toma de decisiones, no importando dónde se encuentren”, indica Fernando Ripoll.

Además, desde principios de 2008, fruto de un proyecto de red inalámbrica desarrollado por la Universidad de La Frontera, junto a la Red Universitaria Nacional (Reuna) y la Corporación Nacional Forestal (Conaf), y financiado por Innova Corfo, los habitantes de la comuna de Chol-Chol pueden acceder a la mejor medicina regional sin tener que viajar hasta la capital de La Araucanía. Esto, mediante telemedicina, específicamente de teleconsultas médicas implementadas entre este consultorio y el Hospital Regional Hernán Henríquez, gracias a una red inalámbrica transversal regional de alta velocidad que conecta zonas aisladas de la región con el mundo. Un beneficio significativo si se considera que en La Araucanía el 72,8% de los establecimientos de atención primaria se ubica en sectores rurales, y la telemedicina evita que los pacientes deban salir de su lugar de origen y someterse a largas esperas para tener una atención especializada.

No obstante, aún existe mucho por hacer en la incorporación de tecnología en el sector de salud, específicamente en el manejo de exámenes, historias médicas y recetas, entre otros. “En este sentido, es fundamental seguir trabajando en la definición o adopción de estándares, de protocolos clínicos, desarrollo y plataformas, que permitan la adecuada interoperabilidad de sistemas. Por otro lado, debemos continuar avanzando en los cuerpos legales necesarios para acompañar el desarrollo del Registro Clínico Electrónico y dotar a su operación de un adecuado marco normativo que brinde seguridad a la información y privacidad de los pacientes, estimulando el desarrollo de iniciativas en esta área”, comenta el ejecutivo de STG.

“Desde mi punto de vista, en este momento está al alcance toda la infraestructura tecnológica para seguir implementando soluciones de este tipo. Es sólo cuestión de relevar procesos deficientes y propensos a error y reconvertirlos aplicando los conceptos explicados anteriormente”, agrega Alejandro Prósperi.

Por lo tanto, es el turno del sector salud; es éste el que debe dar un paso adelante en la modernización y optimización de su plataforma tecnológica, trayendo consigo mejor gestión, mayor productividad y una atención superior a los pacientes.

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Redacción

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