En la actualidad la telefonía IP se identifica con convergencia de voz y datos, concepto que está siendo muy usado y constituye uno de los desafíos para quienes trabajamos en el sector. Hoy, un proyecto de telefonía IP no solamente implica lograr que la voz se transmita a través de la red de datos, sino también conseguir este fin con un alto grado de disponibilidad del servicio, con la señalización y protocolos universales de la telefonía tradicional y con un rendimiento y calidad superior.
Un ejecutivo que viaja constantemente necesita movilidad, poder trabajar desde cualquier punto o estar ubicable. No importa la red, hay que estar disponible y eso es lo que permite IP: mejorar el nivel de respuesta a sus clientes y su productividad, y trabajar desde cualquier lugar, siendo un plan de contingencia para estar siempre alerta.
Transformando el modelo
Hoy ha cambiado la forma de decidir sobre este tipo de implementaciones. Antes los argumentos eran más técnicos y la decisión de los ejecutivos se basaba en el ahorro de costos de infraestructura de red y las eficiencias operativas generadas con el cambio desde plataformas analógico-digitales.
Ahora, los argumentos se basan más en asuntos estratégicos y en cómo cambiar la forma de hacer negocios. La im-plementación de IP es sinónimo de transformación del modelo e implica en-frentarlo de forma diferente. Por ende, la decisión cruza a toda la compañía.
Cuando se implementa telefonía IP de inmediato se puede generar mayor eficiencia operacional, traducida ésta en mayor productividad de los empleados, reducir el costo de las comunicaciones entre empresas y de larga distancia, tener opciones de autoservicio y acceso a mano de obra de menor valor. También entrega a las empresas la posibilidad de contar con administración centralizada de la red, aumento en la capacidad de respuesta a las necesidades de los clientes y escalabilidad.
Otro de los beneficios, que incluso se convierte en uno de los imperativos de los gerentes de sistema, es la protección a la inversión, es decir que la plataforma de IP permita desarrollar aplicaciones sobre estándares abiertos y una migración ordenada de los sistemas actuales. La idea es entonces volver las comunicaciones empresariales confia-bles, escalables y seguras.
Este último adjetivo es justamente otro de los retos de la telefonía IP. Las empresas necesitan que su red sea segura, que no pueda ser intervenida. Debe ser totalmente confiable, tanto a nivel de red como de tráfico.
De todos los beneficios planteados, estimaciones de Avaya indican que el ahorro de costos de una empresa que implementa este tipo de plataformas es de un 75%, mientras que la productividad de los empleados se eleva en un 65%. Los restantes beneficios alcanzan un 54%, aproximadamente.
El mercado
A nivel mundial, en el año 2000 habían 696 mil líneas instaladas, 1.980.000 en el 2001, 4.632.000 en el 2003 y este año se estiman 7.93 millones de puertos IP. Otro indicador es que el crecimiento de proyectos IP en Estados Unidos es del 58%. Ellos se basan en el cambio de la plataforma para movilización de la fuerza de ventas, reducción de costos, productividad empresarial o estandarización del equipamiento. Además, un estudio de Distributed Networking Associates señala que el 58% de las empresas de ese país realiza pruebas con la plataforma y un 18% está totalmente comprometido con ésta.
IDC quizás es más cauto al proyectar que el mercado mundial de equipos de telefonía IP crecería anualmente un 45% para pasar los US$15 billones en ingresos en el 2007.
Hoy, la telefonía IP es una realidad a nivel mundial y en Chile se espera que tenga un despegue importante este año, ya que las empresas están empezando a confiar en ésta y a implementarla, debido a que tanto en aspectos técnicos como económicos se ha comprobado que tiene una viabilidad bastante alta.
Agosto de 2004
