Uno de los principales desafíos de las empresas de hoy en día es integrar las tecnologías que ya son parte de la vida diaria de las personas en sus procesos productivos de una manera simple, segura y a un costo accesible.
Las personas acceden naturalmente a contenido en línea de una manera rápida y permanente como nunca antes. En este caso, la realidad supone un desafío para las compañías, puesto que tienen que encontrar la mejor forma para que los miembros de su organización colaboren entre sí en beneficio de la empresa.
Frente a esto, el primer reto pasa por que la inversión necesaria para el logro de este objetivo debe ser la que se ajusta al presupuesto de la organización, para que su implementación se materialice. De lo contrario, vemos cómo, muchas veces, por falta de conocimiento de las opciones existentes en el mercado, las soluciones planteadas no se ajustan a lo que requieren las compañías. Por este motivo, se ven obligadas a postergar su ejecución, lo que solo profundiza la brecha con respecto a los competidores.
La relevancia de la red
Actualmente, resulta natural que las empresas de cualquier rubro busquen digitalizarse. Un primer paso para esta transformación digital es contar con una infraestructura de red Wi-Fi acorde a la cantidad de usuarios, el consumo de banda ancha necesario y un adecuado perímetro de seguridad. La conjugación de todos estos aspectos debe llevar a garantizar la actividad colaborativa e ininterrumpida entre todo el equipo de trabajo.
Cuando la propuesta básica del acceso a las redes en empresas se hace realidad, esta se vuelve parte del mismo proceso productivo. Al promover su utilización en lugar de restringirla, ya sea a nivel de grupos pequeños y/o individualmente, con o sin la participación de la dirección de la compañía, se permite mejorar la comunicación y, por ende, mejorar exponencialmente la colaboración interna. Independientemente del área en que las personas trabajen o el cargo que desempeñen, las tecnologías de redes hacen que la colaboración en el negocio de la compañía pueda ser un objetivo transversal a toda ella.
Otro valor agregado a considerar es que las redes de datos nos ayudan a tener un control mucho más detallado de los procesos productivos, dándonos la oportunidad de mejorar las partes que tienen problemas y con esto obtener eficiencia en costos. Sin embargo, todo lo anterior no es posible si no se considera también una estrategia de la seguridad y continuidad operativa con un nivel de inversión que sea acorde a los objetivos de negocio.
La posibilidad de tener soluciones de redes de datos (como las redes Wi-Fi con gestión en la nube) hace posible esta realidad, por lo que se convierte en una obligación. Las expectativas de las empresas están aumentando y este parece ser el año donde aquellas demandas deben ser cumplidas. Afortunadamente, el mercado ya cuenta con soluciones de calidad y de una inversión acorde a nuestra realidad para implementarlas de modo de lograr este desafío de adaptarse a los cambios.