A medida que los volúmenes de datos aumenten y prolifere la implantación de redes 4G, los costos de red seguirán en alza, un desafío continuo para las empresas operadoras, cuya solución estaría en las redes compartidas, un acuerdo formal entre dos o más operadores móviles para compartir varios componentes de sus infraestructuras.
En un artículo redactado en la década del 90, Bill Gates, el fundador de Microsoft, declaró que “los contenidos son lo más importante”. Para demostrar esto, realizó un paralelismo con la televisión y dijo que “la revolución televisiva que comenzó hace medio siglo engendró varias industrias, entre ellas la fabricación de televisores, pero aquéllos que usaron el medio para entregar información y entretenimiento fueron los que ganaron a largo plazo”.
Esta declaración resultó ser profética. Sin embargo, la evolución resultante de los contenidos (o más específicamente de la calidad de los contenidos) también está demostrando ser uno de los desafíos más grandes del futuro digital. Sin un medio de entrega adecuado, no hay mensaje.
Inversión en redes
El iPhone, el iPad, la plataforma Android, el Kindle, el ultrabook… todos estos nuevos dispositivos móviles han transformado el mundo en el que vivimos y trabajamos. Pero la inversión en redes requerida para lograr el rendimiento que los clientes esperan (y la creciente necesidad de soportar servicios y contenidos complejos) está amenazando el caso de negocios para los servicios móviles de banda ancha.
Los típicos operadores móviles invierten entre el 20% y 30% de sus gastos operativos en costos de red (Network Sharing: Balancing Costs and Competitive Differentiation, Accenture, abril de 2011). A medida que los volúmenes de datos aumenten y prolifere la implantación de redes 4G, los costos de red seguirán en alza. Estos aumentos, combinados con la incertidumbre de cómo monetizar niveles más altos de tráfico de datos, representan un desafío continuo para estos operadores, lo que podría poner en peligro la rentabilidad y el flujo de efectivo a futuro.
La solución a este problema son las redes compartidas, un acuerdo formal entre dos o más operadores móviles para compartir varios componentes de sus redes. Un emprendimiento de redes compartidas bien ejecutado tiene, en sí mismo, el potencial de generar un ahorro de costos proyectado de entre 20% y 40%. Las redes compartidas también pueden ayudar a los operadores a acelerar la velocidad de implantación de manera significativa, a salvar las brechas de cobertura y a generar mayores ingresos sin que esto signifique mayores costos de red.
Elementos claves
La estrategia para compartir redes móviles depende de una planificación cuidadosa en tres áreas clave.
• Elección del modelo organizativo correcto: Una asociación formal de redes compartidas requiere de una organización que se ocupe de gestionarla. Generalmente, estos acuerdos son de tres tipos diferentes. Un joint venture operativo precisa que ambas partes contribuyan con sus recursos humanos y financieros para la organización. Un joint venture con activos propios requiere que la organización de redes compartidas tome el control de los activos y pasivos relacionados con la red que se comparte, y cada una de las partes tiene una participación en la organización. Otro tipo de acuerdo es aquél en el que un tercero neutral entra en juego y se ocupa de gestionar todos los aspectos del emprendimiento de redes compartidas, cobrándole a todos los socios por los servicios prestados.
• Normativa: Se deberán considerar y gestionar varias limitaciones reglamentarias importantes, en especial las centradas en el impacto que tienen las redes compartidas sobre la competencia.
• Integración: Para que el compartir redes tenga éxito, es necesario ocuparse de varios desafíos de integración entre todos los sistemas, los procesos y las personas. Desde un punto de vista tecnológico, el éxito de un emprendimiento de redes compartidas depende de la capacidad de alinear los sistemas de información en las organizaciones participantes y asegurarse de que ésta siempre sea consistente. Los procesos de redes también se superpondrán, por lo que es importante que los operadores comprendan cuáles son los procesos existentes, delineen las responsabilidades que tendrá cada una y realicen los cambios que sean necesarios en los enfoques de ambas partes para dar soporte al éxito del emprendimiento.
Conclusión
Las redes compartidas representan una gran oportunidad para que los operadores de redes mantengan los costos bajo control a la vez que se mejora la experiencia de los clientes y la retención de clientes. Sin embargo, deben conocer las sutilezas que apuntalan esta estrategia, en especial en lo que se refiere a reducir costos versus evitar los costos. Además, será difícil disfrutar los beneficios sin primero ocuparse de manera efectiva de varios desafíos operativos y de gestión relativos a la organización, la integración y los aspectos competitivos. Si todo esto se hace bien, los operadores tendrán más posibilidades de sacar provecho de una estrategia de redes compartidas.
Sobre el autor
Paul Bultema es Executive Director y Strategy Lead del grupo operativo de
Comunicaciones, Medios y Tecnología de Accenture en el Reino Unido e Irlanda.