El ex director de la OMC Pascal Lamy recomendó hoy destinar la banda de muy alta frecuencia de 700 megahercios del espectro radioeléctrico a servicios de telefonía móvil de banda ancha inalámbrica en Europa a partir de 2020, pero en una transición con garantías para el sector y en tres pasos.
Lamy, que reconoció que se trata de un asunto “políticamente sensible” presentó en rueda de prensa el informe del grupo de expertos de alto nivel sobre el futuro uso de la banda ancha UHF del espectro radioeléctrico para televisión e Internet de banda ancha encargado por la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes.
En el grupo participaron un total de 19 ejecutivos de los sectores de telefonía móvil y radiodifusión.
En concreto, el ex director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) propone un “paquete de compromiso para 2020-2030-2025” para dedicar el uso de la banda de muy alta frecuencia de 700 megahercios a la banda ancha sin cable en Europa a partir de 2020.
Apuntó también que haya un margen de “más o menos dos años”, pero dando “seguridad y estabilidad reguladora” a los radiodifusores terrestres hasta 2030 y con una revisión en 2025.
“Propongo que hasta 2030 el resto de la banda, de 479 a 694 megahercios, sea para los radiodifusores”, dijo Lamy.
Explicó que ello implica que la Unión Europea (UE) rechace en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, que se celebrará en noviembre de 2015 en Ginebra, “cualquier plan para la asignación primaria de móviles a la banda de 470-694 megahercios” que actualmente está ya asignada a la radiodifusión a título primario.
Cabe no obstante cierta flexibilidad a través del desarrollo de tecnologías del enlace del retorno solamente, que dan prioridad a las redes de radiodifusión primaria, según su informe.
Como tercer paso, el ex director de la OMC propone una “revisión en 2025 al nivel de la UE sobre si mantiene la banda más baja dado el desarrollo tecnológico y cambios de mercado, porque en esta área las cosas pueden evolucionar rápidamente”.
Los servicios de radiodifusores terrestres utilizan la banda de 700 megahercios en la UE y para que las redes de telefonía móvil convencionales puedan acceder a la misma, éstos tendrían que abandonarla porque ambos tipos de redes no pueden coexistir en la misma banda de frecuencia con la tecnología actual.
En la medida en que el tráfico de telefonía móvil aumenta, algunos países miembros estudian destinar esta codiciada banda de ultra alta frecuencia a la banda ancha sin cable.
Lamy reconoció que el compromiso “permite a ambas partes avanzar”, aunque “no hayan suscrito al cien por cien el compromiso.
El francés explica en su informe que la banda de 700 megahercios “no es necesaria de inmediato para el sector de la telefonía móvil”, lo que genera tiempo para realizar una transición menos costosa, una preocupación de los radiodifusores.
Sostiene que estos radiodifusores terrestres “necesitan garantías de que podrán seguir accediendo al espectro por debajo de los 700 megahercios para” que puedan desarrollarse y competir.
Otro aspecto importante es la “compensación de costes” para el sector cuando abandonen esa banda de ultra alta frecuencia, ya que les permitiría continuar sus servicios mientras acometen una reconfiguración costosa de sus redes dentro de un cierto margen de tiempo y una cantidad de espectro reducida.
Lamy también considera necesaria una planificación y mitigación “cuidadosas” del impacto del coste en los consumidores.
Kroes afirmó por su parte que la Comisión Europea (CE) “está a tiempo” para acometer el cambio, porque la UE tiene nueve meses antes de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, en la que Europa tiene que presentar su propuesta, al tiempo que señaló que entregará el informe a su sucesor.
Fuente: EFE