El mercado de las telecomunicaciones se está moviendo hacia un entorno más abierto y competitivo. La idea de que los servicios de 4G incluirán los actuales servicios de datos de 3G con una mejor latencia y una mayor velocidad no será suficiente para persuadir a los clientes de que compren nuevos dispositivos o paguen más por estas prestaciones. Las operadoras necesitarán servicios nuevos y atractivos que puedan desplegarse rápidamente en redes, dispositivos y áreas geográficas, y por los que los usuarios estén dispuestos a pagar.
Al comenzar las operadoras el despliegue de sistemas LTE (Long Term Evolution) se enfrentan a condiciones económicas inciertas, además de afrontar las inversiones necesarias para el despliegue. El núcleo de red “todo IP” de LTE y las redes de acceso radio de optimización automática reducirán significativamente los costos de operación. No obstante, los casos de negocio se basan en ingresos, no en ahorro de costos. Las empresas deben disponer de un caso de negocio con un resultado claro, que muestre una alta probabilidad de recuperar las inversiones. Por este motivo las operadoras están centradas en nuevas fuentes de ingresos.
Suministrar rápidamente nuevos servicios requerirá una colaboración de todo el ecosistema. Las operadoras se están dirigiendo hacia los suministradores y agentes de la cadena de valor de soluciones móviles para que les ayuden en el desarrollo de nuevos servicios. La innovación será clave para incrementar los ingresos y la cuota de mercado.
Hoy día, son todavía muchas las empresas que desarrollan aplicaciones en silos. Estas pueden obtener grandes ventajas colaborando con otras organizaciones para crear rápidamente soluciones innovadoras y atractivas para el mercado de masas. La ventaja de ser el primero en introducir servicios atractivos es un imperativo para el éxito.
Este es el momento adecuado para crear entornos de negocio para soportar innovaciones basadas en la colaboración, especialmente si se tiene en cuenta que la tecnología LTE está en su fase inicial. Las tecnologías 4G y LTE ofrecen estándares que maximizan el ancho de banda de móviles y fomentan una nueva generación de módulos facilitadores de aplicaciones, pero sólo si éstas se soportan de un modo efectivo a través de toda la cadena de valor de medios digitales.
Los ecosistemas con miembros de diferentes sectores ofrecen mayores oportunidades de negocio y generan nuevas fuentes de ingresos a partir del trabajo conjunto de diferentes colaboradores. Las operadoras actuales pueden capitalizar las ventajas de sus redes móviles de alta velocidad y baja latencia. Además, pueden explotar sus valiosos activos, como marcas, redes y la información sobre los clientes (localización, hábitos de compra, presencia, aspectos demográficos y contactos).
Claves para el éxito de la colaboración en el ecosistema
Las redes abiertas basadas en estándares favorecen la innovación. Los servicios de 3G de éxito fueron adoptados masivamente por el mercado al estandarizarse, y lograron así su interoperabilidad a través de redes, áreas geográficas y dispositivos. Hoy la estandarización es esencial para colaborar en un ecosistema.
Los sistemas IMS (Subsistema Multimedia IP) serán claves en la definición de servicios de 4G/LTE. Estos son importantes porque permiten realizar todas las conexiones en un entorno de comunicaciones de paquetes, lo cual es esencial para LTE, ya que combina servicios de voz, datos y video a lo largo de redes LTE, antiguas y fijas, para facilitar un servicio de usuario independiente de la red.
De esta forma, servicios atractivos que incrementen los ingresos podrán desplegarse rápidamente a través de la red y aquéllos que no tengan éxito podrán reemplazarse fácilmente con un costo mínimo para la operadora. En este entorno flexible, las operadoras podrán desarrollar y desplegar rápidamente servicios nuevos y atractivos de una forma más económica y con menor riesgo.
En algún momento en la industria de las comunicaciones ir en solitario para satisfacer la demanda y suministrando soluciones repetibles era suficiente para asegurar el éxito. Esos días ya han pasado y hoy son los ecosistemas los que tienen el potencial para crear nuevas proposiciones de valor y modelos de negocio que no puede ofrecer una empresa individual.
