Falta de madurez, a juicio de Erik Torreiter, Gerente General de Latin Telecom, es lo que impera en el mercado nacional de la telefonía IP, donde la mayoría de las empresas que han implementado esta tecnología lo ha hecho por el factor de ahorro de costos y donde educar al mercado para que visualice el valor agregado de la convergencia de aplicaciones requerirá de mucho trabajo con los clientes. Conversamos con el ejecutivo para conocer cómo esta compañía, que destaca como un actor clave en el área de la videoconferencia, participa también del mercado VoIP.
¿Cómo evalúa la adopción de la telefonía IP en Chile?
Hay que diferenciar al sector de las grandes empresas del resto del mercado, donde esta tecnología es prácticamente inexistente. A nivel corporativo, ésta se ha desarrollado, aunque falta mucho para llegar a un mercado maduro. Una de las barreras es la inexistencia de un estándar oficial, que divide al área en dos mundos: un proveedor con una solución propietaria y los demás fabricantes que usan el estándar de facto SIP. Esto impacta en que se generan incompatibilidades, pues si una empresa tiene la solución propietaria no puede comunicarse fácilmente con aquellas basadas en SIP. Por eso, la telefonía IP hoy tiene una aplicación principalmente interna y la comunicación con clientes y proveedores se realiza a través de voz tradicional. El segundo freno que genera esta situación es la incertidumbre, porque como los clientes no saben qué es lo que viene les cuesta decidirse a migrar.
¿Qué beneficios han sido claves en la decisión de las empresas de adoptar VoIP?
El ahorro de costos, pues son muy pocos los casos en que realmente se consideran los beneficios adicionales, por lo mismo la adopción se ha dado sólo a nivel corporativo, pues allí se justifica la inversión con el ahorro en llamadas. Para lograr que los clientes vean el valor agregado se requiere invertir mucho en preventa, lo que no todos los proveedores están en condiciones de hacer.
¿Cómo participa Latin Telecom en este mercado?
Participamos en dos áreas. Nuestra representada Polycom es uno de los principales fabricantes de teléfonos IP compatibles con el estándar SIP, equipos muy usados actualmente por todos los integradores de VoIP que ofrecen soluciones estándares. Por otra lado, nuestra participación radica en la frontera de este negocio, donde tenemos una destacada presencia en el segmento de videocon-ferencia y entregamos soluciones que son una inversión rentable. Muchos clientes que hoy tienen telefonía IP empiezan a interesarse en videoconferencia IP y en cómo es posible interactuar en conjunto.
¿Qué proyecciones de expansión se observan en este mercado?
No se visualiza una tendencia a migrar masivamente a telefonía IP, sobre todo en el segmento Pyme o residencial. Las corporaciones pueden justificar el valor de esta tecnología, pero para usuarios finales no hay beneficios de ahorro de costos. Además, la telefonía tradicional tiende a bajar sus precios, lo que dificulta aún más su llegada a este sector.
¿Este escenario impacta en el negocio de la videoconferencia sobre IP?
No, porque la videoconferencia no es una tecnología de reemplazo, sino una nueva aplicación y ésa es la gran diferencia con la voz sobre IP, que reemplaza a la telefonía tradicional y donde el cambio de paradigma es más fuerte. En el caso de videocon-ferencia IP el proyecto se explica por los beneficios que genera la interacción multimedia, con imágenes, datos y no sólo voz. En cambio, en VoIP hay que justificar porque el cliente debería cambiar algo que ya está funcionando.
