Bernardo Segura.
Según los entendidos, para 2016 el nivel de conectividad entre productos, procesos y activos se incrementará un 50% en todas las cadenas industriales de valor. De acuerdo a datos recientemente emitidos por la consultora internacional Gartner, el año que viene se conectarían cada día unas 5,5 millones de cosas nuevas. En total, habría alrededor de 6.400 millones de cosas conectadas en todo el mundo. Esto significa un 30% más en relación a este año. Incluso, la firma pronostica que de aquí a 2020 serán unos 20.800 millones.
La hiperconectividad es sinónimo de acceso inmediato a la información relevante y actualizada, así como portabilidad de los datos para uso remoto, sin necesidad de estar conectado. Permite, además, la capacidad de tomar decisiones y participar en las actividades de una empresa o del hogar sin restricciones físicas y geográficas. Entre sus beneficios más relevantes, posibilita establecer un canal de comunicación más eficaz y eficiente con todos los niveles en una compañía. Ello, junto con estar siempre disponible y atento a las necesidades de la organización y poder intervenir en tiempo real frente a situaciones que así lo requieran.
Oportunidad v/s responsabilidad
No obstante, más allá de todas las ventajas y del importante incremento que está teniendo, la hiperconectividad también implica diversos desafíos para la industria TI, no solo a nivel global, sino también local. Por un lado, está el ámbito de los servicios, ya sea profesionales a nivel corporativo para diseñar, instalar y operar los sistemas que permitan la conexión entre las cosas; también los que se vinculan con la conectividad a través de proveedores de servicios de comunicaciones y, finalmente, los servicios relacionados con el consumo propiamente tal.
Hardware, software y aplicaciones tendrán un rol importantísimo en este crecimiento. Sin duda, una oportunidad que la industria debe saber aprovechar. Sin embargo, el aumento de la demanda implicará cierta responsabilidad respecto de la calidad, la innovación y la seguridad en la factura de nuevos productos y servicios. Porque todos deberán a estar a la altura de un usuario mucho más conocedor, informado y exigente. De ahí también la importancia de conocer mejor a ese usuario con el objetivo de optimizar su experiencia y beneficiar de esa manera al negocio, en términos de oportunidades y crecimiento. No se puede desconocer que en el mercado actual, la recomendación, el boca a boca, el “me gusta” puede ser clave a la hora de tomar una decisión de compra. Al respecto, el estudio Customers 2020, elaborado por la consultora Walker, es enfático al especificar que el 86% de los clientes pagaría más por vivir una experiencia de consumidor más grata. Según el informe, el 70% de las personas volvería a hacer negocios con una empresa que le solucionó algún problema o inconveniente durante la transacción.
La hiperconectividad está aquí, está creciendo y la industria tiene que responder a esa tendencia con un nivel amigable, certero y rentable.