Roberto Gutiérrez, Ejecutivo de Ventas de ELPA; Jaime Carrasco, Gerente Técnico de Empresas Carrasco y Contreras; Arturo Ramírez, Profesional de Apoyo del Departamento de Infraestructura de la Dirección de Operaciones de Fundación Integra.
Las antiguas oficinas centrales de la Fundación Integra evidenciaban desde hace un tiempo problemas de saturación y falta de espacio, dado el aumento de su planta de trabajadores y carga laboral. La solución planteada fue la adquisición de un nuevo recinto, tras lo cual se inició un proceso de renovación que incluyó el sistema eléctrico y de telecomunicaciones de esas oficinas. El proyecto fue realizado exitosamente gracias al trabajo en equipo de Electrónica del Pacífico (ELPA), representante de la marca japonesa Furukawa, y de la integradora Empresas Carrasco y Contreras. Para conocer los detalles de esta implementación, entrevistamos a Arturo Ramírez, Profesional de Apoyo del Departamento de Infraestructura de la Dirección de Operaciones de Fundación Integra; Roberto Gutiérrez, Ejecutivo de Ventas de ELPA; y Jaime Carrasco, Gerente Técnico de Empresas Carrasco y Contreras.
A principios del año 2004, la Fundación Integra -orientada al desarrollo integral de niños que viven en situación de pobreza- enfrentó la renovación tecnológica de su casa matriz, en la calle Alonso Ovalle 1180. Un antiguo edificio que por primera vez en 20 años realizaba una mantención de su sistema eléctrico y de su red de voz y datos. El proyecto fue adjudicado y desarrollado con éxito por Empresas Carrasco y Contreras, Integrador Certificado Furukawa.
Tres años más tarde el remodelado edificio no daba abasto para absorber toda la carga de trabajo producida por los desafíos institucionales. La solución fue trasladar el área de Recursos Humanos (más personal de servicios administrativos) a un nuevo recinto, en la misma calle del centro de Santiago, pero en el número 766.
En esta ocasión enfrentaban las mismas necesidades de renovación que en el año 2004, para lo cual llamaron a una nueva licitación a la que invitaron a participar a la integradora Empresas Carrasco y Contreras. “Habíamos tenido muy buena experiencia trabajando con la compañía, por lo que volvimos a analizar su oferta, que nuevamente destacó sobre sus competidores por una serie de factores como calidad, precio y respaldo técnico”, explica Ramírez.
Más allá de las exigencias
A la hora de iniciar el proyecto, la fundación fijó estándares mínimos con los cuales operar, “siendo lo más importante para nosotros -según explica Ramírez- mantener el nivel que habíamos alcanzado en la casa matriz”; un proyecto donde se construyó la red de datos y voz con 343 puntos distribuidos en box y computadores, en cableado categoría 5e de Furukawa; además de la red eléctrica y el rediseño del data center.
En esta nueva remodelación una de las principales fortalezas estuvo dada por el respaldo de los productos de cableado de la marca japonesa Furukawa, representada exclusivamente en Chile por Electrónica del Pacífico, empresa con más de 35 años de experiencia en la integración de soluciones en las áreas de datos, voz, automatización, control y electricidad.
“Hay una serie de marcas que cumplen con las exigencias mínimas que requieren los proyectos de estas características, sin embargo, el aporte de Furukawa es que los cables no sólo cumplen con las normativas sino que van un paso más allá. Por ejemplo, todos los cables de datos categoría 5e y 6 presentan características de inflamabilidad que no tiene cualquier otro, lo mismo ocurre con nuestra oferta de canaletas. Junto con esto, nuestros cables de categoría 5e pueden transmitir hasta 350 MHz, algo muy superior a las exigencias mínimas que llegan a los 100 y 150 MHz para transmisiones de datos”, explica Gutiérrez.
A nivel de la integración, los principales desafíos estuvieron dados por la necesidad de habilitar un edificio ya existente, que no tenía las características de las construcciones modernas, con espacios de comunicación entre pisos ni ‘shaff’ de distribución. Por otro lado, las alturas de piso a cielo eran muy bajas, lo que generaba una serie de dificultades técnicas a la hora de realizar las conexiones y elaborar un proyecto adecuado a las necesidades que tenía Fundación Integra. “En este sentido, la canaleta HellermannTyton provista por ELPA ayudó muchísimo a solucionar los problemas de comunicación, porque es estética y se adapta muy bien a la construcción que teníamos”, explica Carrasco.
Además, el proyecto se adecuó a la norma SEC de instalaciones eléctricas y cumplió cabalmente con el requerimiento de mantener la estructura y el nivel de la casa matriz.
El proyecto final en Alonso Ovalle 766
La puesta en marcha del proyecto se realizó hace cerca de dos meses y consistió en una red de comunicaciones en categoría 5e para cuatro pisos, integración del canal completo de voz y datos, todo con marca Furukawa; además de la instalación eléctrica, con más de 50 puntos de datos y voz. Actualmente corren por la red aplicaciones de Internet, sistemas de solicitud de fondos y de pagos, entre otros. En resumen, se trata de un soporte de tecnología robusto, capaz de sostener nuevos proyectos de la fundación durante varios años; que cuenta con todos los protocolos de entrega en orden; además de las certificaciones necesarias para que el operador de la red sea capaz de realizar las conexiones requeridas y habilitar las estaciones de trabajo sin dificultad.
La conclusión del proyecto es unánime entre los participantes; se trató de un proceso intenso, con múltiples desafíos, donde siempre primó la disposición para buscar soluciones adecuadas. En este contexto, la filosofía que mueve a la marca Furukawa fue fundamental, porque en ésta destaca la relación directa y de confianza con los integradores, a los que apoya no sólo con productos específicos, sino con una completa solución que resuelve de manera integral las necesidades de un proyecto.