Tras ser anunciado el confinamiento como medida para controlar la pandemia, se presentó un crecimiento considerable en la venta de productos básicos. Los supermercados vendieron más debido a las restricciones de movilidad y las ventas en línea tomaron cada más fuerza. Hoy, la forma de comprar cambió: los servicios a domicilio aumentaron, por lo que el sector de Logística y Transporte tomó un rol fundamental en la cadena de suministro.
El desafío de las cadenas de valor supone una mejor articulación entre los actores que la componen. Por eso, es fundamental que las empresas inviertan en tecnología que permita garantizar una comunicación instantánea entre todos los miembros que conforman un equipo de trabajo. Contar con información confiable y en tiempo real resulta fundamental para poder anticipar, predecir y planificar estrategias que promuevan pequeños ajustes en el proceso logístico, resultando en mayor eficiencia y optimización de costos, además de mitigar aquellos imprevistos propios de esta nueva forma de comprar.
Implementar una solución de comunicación instantánea que facilite la coordinación entre los trabajadores sin importar los dispositivos que usen y dónde se encuentren, es una perfecta opción para hacer frente a este panorama, ya que permite compartir no solo voz, sino también imágenes, documentos, mapas, mensajes y video en tiempo real. Y para completar un ecosistema conectado que logre una administración eficiente de la cadena de suministro, existe el centro de despacho, que coordina las comunicaciones del equipo, proporcionando una vista completa de todas las operaciones. Esto incluye herramientas de mapeo precisas para rastrear la ubicación de personas y recursos, lo que ayuda a aumentar el conocimiento situacional y proteger a los trabajadores.
Las cadenas de suministro están evolucionando gracias a que las empresas implementan modelos de negocios estratégicos, soluciones tecnológicas, redes de distribución con base en las necesidades del cliente, torres de control, entre muchos otros factores. Sin duda, una empresa bien administrada puede ser clave para cumplir con los desafíos de este nuevo modelo de comercio que busca reactivar la economía a nivel mundial.