¿Cómo nos beneficiaremos con 5G?

La quinta generación de la comunicación móvil se encuentra a la vuelta de la esquina. A más tardar en 2020 la tecnología 5G permitirá un volumen 1.000 veces mayor de datos; entre 10 y 100 veces más dispositivos conectados, velocidades entre 10 y 100 veces mayores y 5 veces menos tiempo de latencia.

Publicado el 30 Abr 2015

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Se habla de períodos de alrededor de 10 años que caracterizan la llegada de una nueva generación inalámbrica. La segunda generación móvil (2G) llegó en 1992; 3G (UMTS/HSPA) en 2001 y LTE (4G), en 2009. Ahora estamos esperando 5G: una revolución que está a la vuelta de la esquina, que transformará todo, pero que, especialmente, impulsará la Internet de las Cosas y ofrecerá la posibilidad para una enorme cantidad de nuevos negocios que aprovecharán las nacientes capacidades de las redes.

Aunque el estándar de 5G no está definido todavía, toda la industria está trabajando al unísono para que esté disponible comercialmente para el año 2020. José Otero, Director de 4G Americas para América Latina y El Caribe, caracterizó a 5G como la entrega eficiente de servicios a máquinas, personas y cosas (así como 3G es la generación de la banda ancha móvil, y 1G, la de los servicios de voz solamente).

Durante su visita a Chile a fines de marzo, el ejecutivo de 4G Americas señaló: “5G no será solo una tecnología que se mida por su velocidad, sino que todo un ecosistema donde tendrá suma importancia la adopción de diversas tecnologías para hacerlo viable. En este ecosistema tendrá un rol protagonista todo lo relacionado con un uso más eficiente del espectro radioeléctrico y las tecnologías que permitan la descarga de tráfico de las redes inalámbricas”.

Por ahora, 5G es una manera de referirse a las tecnologías de las redes móviles que estarán disponibles después del año 2020. Probablemente, estas consistirán en una combinación de distintas tecnologías existentes, como LTE (4G) y HSPA (3G), complementadas por nuevas tecnologías que están siendo actualmente diseñadas, opina Daniel Martello, Consultor experto en banda ancha móvil de Ericsson Latinoamérica. “Esta nueva tecnología será capaz de soportar un volumen de datos que será 1.000 veces mayor; entre 10 y 100 veces más cantidad de dispositivos conectados; velocidades para el usuario, entre 10 y 100 veces mayores; una latencia 5 veces menor, y duración de la batería, 10 veces mayor.

¡A toda velocidad!

El tema de la duración de la batería es clave porque se está hablando de que las máquinas tendrán acceso a la tecnología móvil, de modo que necesitarán baterías que duren mucho. ¡Miles de millones de cosas estarán conectadas! En un futuro todo lo que pueda beneficiarse de estar conectado lo estará, desde parquímetros y alarmas de casas hasta autos, electrodomésticos, equipos médicos, máquinas industriales y basureros. Lo que se intenta conseguir es mejorar la experiencia de los usuarios en las redes, lo cual en muchas ocasiones es mucho más que tan solo mejorar la velocidad de las mismas. “En la visión de Sociedad Conectada de Ericsson, no solo las personas, sino que también las máquinas estarán conectadas e intercambiarán información entre sí y con las personas”, dice Daniel Martello. “Es por eso que esta tecnología deberá estar preparada para manejar decenas de miles de millones de conexiones y satisfacer las necesidades de estas máquinas”. La consultora Machina Research estima que para el año 2023 América Latina contará con más de 160 millones de conexiones por redes móviles sin interacción humana (M2M – Máquina a Máquina).

Nos daremos cuenta de que es 5G por algunos tipos de servicios especiales como la sincronización en la nube de grandes volúmenes de datos; “los videos de ultra definición y realidad aumentada o realidad virtual que requieren velocidades del orden de varios gigabits por segundo”, destaca Daniel Martello.

Se espera que “el estándar que se defina para 5G permita velocidades de transmisión superiores a los 300 Mbps”, señala el ejecutivo de 4G Americas. “Esto permitirá, entre otras cosas, mayor definición en las señales de video, mayor número de personas interactuando de forma simultánea en aplicaciones que requieran tiempo real y la capacidad de soportar los millones de nuevas líneas que se comenzarán a conectar gracias a Internet de las Cosas”. Hace poco Ericsson hizo pruebas 5G a velocidades de 5 Gigas por segundo (Gbps), lo cual es 250 veces más rápido que una conexión estándar LTE. Tales velocidades son beneficiosas para los smartphones, pero también para los autos, los equipos médicos y otros dispositivos. “Si LTE intentaba conectar a todas las personas, 5G intentará conectar a todas las cosas”, agregó el ejecutivo.

El próximo año será clave

Lo que está claro es que se van a necesitar inversiones. “Para que 5G sea una realidad en América Latina se requerirán fuertes inversiones en redes cableadas e inalámbricas”, asevera José Otero.

En todo caso, 2016 será un año clave, afirma, ya que se espera que en ese año sea definido “el estándar de lo que será conocido como 5G”.

El uso de la banda de 700 MHz, que pronto estará disponible en Chile, permitirá una segunda banda de espectro para 4G, además de la actual en uso (2.600 MHz). Coincide José Otero, quien dejó en claro que si bien Chile no fue líder en LTE (en 4G le ganaron Puerto Rico, Colombia y Brasil), tiene todos los elementos para serlo en la adopción de nuevas tecnologías. “Puede estar entre los primeros mercados de la región que lancen LTE-Avanzado -una tecnología intermedia que algunos llaman 4,5G-; debido a la capilaridad de fibra óptica desplegada en los centros urbanos. No se puede ignorar el rol de este elemento pues para garantizar altas velocidades de tráfico cada radio base se debe contar con una conexión de fibra óptica que permita descargar tráfico en la red de telecomunicaciones nacional”, comenta.

Según agrega el ejecutivo, para los usuarios 5G significará mayor conectividad e interactividad en las aplicaciones que se pueden utilizar en la red; la ubicuidad de conexiones de alta velocidad para conectarse a Internet fuera del hogar y un mayor impulso en el crecimiento de conexiones que no requieren de intervención humana para generar o recibir tráfico.

Según Daniel Martello, de Ericsson, “uno de los principales retos para la adaptación de redes de 5G será la adquisición y liberación de nuevo espectro por parte de los organismos reguladores, gobiernos y operadores en el mundo. Otro reto importante es la transformación de las redes a redes heterogéneas, donde la introducción e integración con ‘small cells’ deberá ser total, dando como resultado cobertura en exteriores e interiores sin excepción”.

A pesar de los retos que nos traerá esta nueva tecnología, los beneficios sin duda serán mayores. “Así como las redes 3G y 4G, que junto al smartphone iniciaron todo un ecosistema de desarrollo de aplicaciones a escala global; 5G no será diferente. Habrá una enorme cantidad de nuevos negocios que puedan utilizar las nuevas capacidades de redes como una gran base para la innovación”, concluyó el profesional de Ericsson.

Están Trabajando

Se espera que la definición del estándar 5G por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) sea decidida en 2016. “Esto implica que nos encontramos en una fase de propuestas sobre cuáles deberían ser las tecnologías que deberían integrarse a esta nueva generación móvil”, advierte José Otero.

A fines del año pasado, 4G Americas fue una de las primeras organizaciones en el mundo en publicar un documento con 15 recomendaciones sobre cuáles deben ser las tecnologías que deben integrar 5G. “La importancia de definir este nuevo estándar nos ha llevado a firmar un acuerdo con la Asociación Público-Privada para la Infraestructura de 5G (5G PPP) con el objetivo de trabajar de manera conjunta en la definición de lo que será 5G en los próximos años”, concluye el ejecutivo.

La definición de lo que será 5G es impulsada principalmente por el Proyecto Metis 2020 (Facilitadores de las Comunicaciones Móviles e Inalámbricas para la Sociedad de la Información del 2020). Metis 2020 es un consorcio europeo liderado por Ericsson y formado por varios proveedores de tecnología, operadores de comunicaciones móviles, universidades y otras industrias.

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Redacción

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