En los últimos años todas las partes interesadas en el mercado inalámbrico reconocen que el espectro es uno de los activos más valiosos. Los gobiernos que lo regulan, y los operadores móviles que lo utilizan, están interesados en aprovechar al máximo las explotaciones de este espectro.
Las industrias de telecomunicaciones del Caribe y América Latina (CALA) han seguido los pasos en los mercados europeos y norteamericanos en el despliegue de frecuencias de banda inferiores a 1 GHz para los servicios móviles. Por ejemplo, en los primeros días de la tecnología inalámbrica, los servicios 1G y 2G usaban principalmente la banda de 850 MHz en los Estados Unidos y la banda de 900 MHz en Europa. Posteriormente, varios países de CALA comenzaron a desplegar redes móviles en 850 MHz, mientras que otros utilizaron 900 MHz. Sin embargo, hoy en día muchos de ellos han decidido implementar ambas bandas.
“Los ‘jugadores’ de telecomunicaciones móviles de CALA son frecuentemente considerados seguidores, influidos por la evolución de la tecnología norteamericana y europea; conocidos por ‘tropicalizar’ las mejores soluciones de los mercados extranjeros y por adaptarlos a sus propias necesidades. En términos de adopción de nuevas tecnologías, sin embargo, CommScope encuentra que el mercado es bastante dinámico. Los mercados de la región se comportan como un grupo de ‘Mayoría Temprana’, que despliega soluciones bien probadas, utilizando equipo de red de última generación y adoptando las mejores prácticas ya existentes sin cometer los mismos errores. Esta tendencia se aplica no sólo a la estandarización de la tecnología móvil, sino también a las políticas de gestión del espectro del regulador gubernamental”, comentó César Calderón, PMP Applications Engineer– Filters en CommScope.
Por otro lado, si bien la real superposición de dos bandas en la región no es posible, los reguladores han revisado y determinado cuidadosamente qué parte de cada banda sería usada en un mercado. No obstante, no existe un consenso regional sobre qué partes de las bandas son otorgadas en cada país, ni tampoco el requisito de una banda protectora entre las bandas en uso, situación que ha creado una variedad de distribuciones de bandas no estándar, lo cual ha desatado la necesidad de desarrollar diferentes filtros de mitigación de interferencia (IMF) en cada mercado.
Sin embargo, pese al éxito de estos primeros filtros IMF, con el incremento de la demanda del uso del espectro en diferentes países se terminó por descubrir que sus problemas de interferencia persistían, incluso con el uso de filtros estándar. Lo que, para César Calderón, llevó a pensar en diferentes estrategias: ya no era suficiente una misma solución IMF para todos en CALA, se requerían conjuntos de filtros flexibles que se personalizaran para las exigencias de cada mercado de la región.
“Muchos operadores de la región al principio recurrieron a nosotros para pedir filtros de 900 MHz con rechazo de 850 MHz, por ello, en respuesta a la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades en el mercado, nuestro equipo de ingeniería desarrolló una solución de filtro que se adapta a casi todos los requerimientos. En casos de campo reales, con este tipo de soluciones, hemos observado una reducción de la interferencia de más de 40 dB, además de una reducción en los indicadores de llamadas caídas de niveles inaceptables a porcentajes por debajo del 1%”.
De esta forma CommScope desarrolló un conjunto de filtros que podían ajustarse según la necesidad de cada mercado específico. Los IMF adaptables tuvieron éxito, no sólo al ser una tecnología innovadora, sino al proporcionar soluciones personalizadas y particulares para los clientes de CALA.
“CommScope ahora puede adaptar rápidamente una solución IMF a cualquier necesidad específica. Debido a esta capacidad, varios OEM y operadores de esta región nos consideran un partner clave para admitir servicios inalámbricos en varios países”, concluyó el PMP Applications Engineer– Filters en CommScope.