No es un misterio que las necesidades de ancho de banda van ‘in crescendo’, basadas en que los servidores y las nuevas aplicaciones empresariales demandan cada día más capacidades que superen las de antes; sin embargo, a juicio de los expertos, el problema central radica más bien en la administración de los recursos y no en su tamaño. ¿Cómo podemos sacar mayor partido a los recursos con los que contamos? Tres profesionales nos dan su visión respecto del uso de los anchos de banda en las empresas chilenas y las soluciones disponibles.
En la Región, Chile se ha convertido en un pionero en la incorporación de tecnología; sin embargo, es esta condición la que hoy activa los principales problemas que sufren las compañías con sus anchos de banda, los que no siempre pueden resolverse con un aumento de la capacidad y que se relacionan más bien con una correcta administración y coordinación de sus aplicaciones.
“Las redes son cada vez más versátiles. Ya no sólo transmitimos señales de datos, sino que basamos en éstas temas tan sensibles como la seguridad de nuestras compañías, pero en la práctica se ha demostrado que no estamos preparados para absorber ese desarrollo y nos encontramos con usuarios que no saben cómo actuar cuando tienen problemas de conectividad y, lo que es más grave, lo propios administradores de red desconocen o tienen información deficiente sobre cómo y en qué se están utilizando los anchos de banda”, explica Cristián Iturriaga, Sub-gerente de Ventas División Fluke Networks de Intronica.
El usuario chileno
A juicio de Claudia Mella, Territory Manager de 3Com para Chile, las compañías chilenas han comenzado a incrementar paulatina y sistemáticamente los anchos de banda, tendencia que se registra en todo el espectro, desde las Pymes hasta las grandes corporaciones; todo esto, como una búsqueda de mejores herramientas y aplicaciones. Así, Internet ha permitido el desarrollo de nuevas formas de negocio, generando aplicaciones que favorecen la productividad de las compañías, con la consiguiente demanda por mayores anchos de banda y la mejor utilización de ellos.
“Las empresas chilenas han entendido que una conexión de banda ancha genera apertura a nuevos mercados, las conecta con el mundo y les permite acceder a un conocimiento que antes les estaba restringido”, agrega.
Chile ha sido pionero en la implementación de tecnologías relacionadas con Internet, ya que su condición geográfica y su inquietud de innovación le han planteado la necesidad de integrase al mundo. “En este marco -explica Patricio Campos, Territory Account Manager de F5 Networks- tenemos a usuarios cada vez más exigentes que buscan ahorrar costos en infraestructura y ganar en rendimiento de aplicaciones”. Junto con esto, demandan conexiones más robustas para realizar negocios en tiempo real y estar siempre conectados con sus clientes y proveedores.
Mejor administración
Con todo esto, no es extraño que pese a haber realizado un sostenido aumento en sus anchos de banda, muchas compañías sigan enfrentando problemas para transmitir su información, provocados -en gran medida- porque una parte de los recursos corporativos se suelen desviar a actividades personales de los usuarios. “Las principales falencias que tienen las empresas están en el control del tráfico, porque no siempre los usuarios dan a los recursos el uso que los gerentes de informática esperan, registrándose un alto nivel de descarga de archivos no relacionados con el quehacer de la empresa, lo que genera alta latencia de la red”, comenta Claudia Mella.
“De esta forma -complementa el ejecutivo de Intronica-, las empresas evalúan que deben contratar un mayor ancho de banda porque ven que sus aplicaciones no andan bien, pero a veces no saben si realmente es eso lo que necesitan o si lo que ocurre es que están administrando mal sus recursos y sus trabajadores están haciendo un mal uso de éstos”.
Cristián Iturriaga,
Fluke Networks – IntronicaClaudia Mella,
3ComPatricio Campos,
F5 Networks
A juicio de Patricio Campos, otro tema importante radica en que las compañías tienen un alto consumo de ancho de banda, pero de muy baja calidad. “Esto ocurre porque aún subsiste el mito que teniendo enlaces entre sucursales de 10/100/1000 Mb se solucionarán los problemas de lentitud de las aplicaciones, pero lo cierto es que existe una componente no menor que es la latencia, que se ve afectada por la distancia”, indica.
El problema no es sólo la cantidad de megas disponibles, sino la calidad de los mismos, donde nos encontramos con líneas que no están tecnológicamente avanzadas para permitir que las aplicaciones tengan un rendimiento apropiado sobre ellas. Además, “las compañías chilenas invierten mucho en tecnología, pero hay una tendencia a trabajar con tecnologías anteriores u obsoletas”, añade.
La solución
Así las cosas, existe en el mercado una serie de herramientas destinadas a implementar políticas de gestión de ancho de banda en la Intranet, con equipos como los ‘gestores de ancho de banda’ o de ‘aceleración de redes’, además de los tradicionales cortafuegos para bloquear las aplicaciones que se consideren innecesarias para el ámbito empresarial o profesional. También están disponibles instrumentos que permiten saber si los comportamientos de la red son normales y si no lo son, conocer la razón, pudiendo tomar medidas y mejorar la administración de ésta, así como la alternativa de implementar QoS (Calidad de Servicio) que posibilita asegurar, a través de la priorización de paquetes, que aquellas aplicaciones que requieren de la utilización de un determinado ancho de banda cuenten con los recursos disponibles en el momento requerido.
Más allá de esto, para Claudia Mella, la solución a todos los problemas pasa por definir las aplicaciones y los tipos de tráfico asociados a éstas. Esto con el fin de usar las herramientas de los dispositivos activos de red que permitan clasificar el tráfico, definir los perfiles de Calidad de Servicio para los flujos de tráfico de aplicaciones críticas, restringir el acceso de usuarios a servicios prohibidos, limitar el ancho de banda de aplicaciones no críticas pero autorizadas dentro de la red y determinar el bloqueo de aquéllas no útiles para la empresa. “La definición de los tipos de tráfico, las aplicaciones críticas, aquéllas no relevantes y las no permitidas, y los accesos a los servicios de red, está basada en un trabajo previo de misión, visión, valores y objetivos de cada empresa, que no está dentro del campo tecnológico. Este debe involucrar a la alta dirección de la organización, con el fin de definir políticas de uso de la información y de la red, que sean comunicadas a todos los niveles. Con ello se logrará que el uso de la red y la información se realicen de manera consciente y que, al momento de aplicar un correctivo o afinamiento, éste sea entendido y aceptado de manera clara y oportuna”, agrega.
Así, independientemente de qué herramientas se escoja, lo que no se puede perder de vista en la definición de los anchos de banda son las necesidades específicas de cada organización y departamento de ésta, así como de los usuarios que la componen. Esto, porque una restricción excesiva puede generar mayores problemas que los que se busca resolver, afectando el desarrollo de la compañía. Se debe identificar las aplicaciones críticas para el negocio y la jerarquía de cada tipo de tráfico en importancia, garantizando el ancho de banda mínimo para que puedan funcionar sin problemas, y desechando las aplicaciones que no correspondan a su cometido central.
Desafíos y tendencias
Pese a las falencias antes descritas, los entrevistados coinciden en destacar la situación de Chile respecto del resto de Latinoamérica. “Somos un país pequeño, pero muy tecnologizado, donde los principales desafíos son la virtualizacion de las aplicaciones y mejorar la performance de éstas, puesto que estamos pasando todos los servicios a web y necesitamos disminuir costos de ancho de banda y número de servidores”, describe el ejecutivo de F5. Claudia Mella agrega que el desafío es “aumentar cada vez más el número de conexiones de alta velocidad, pues aún subsiste una brecha muy amplia entre nuestro país y las naciones más desarrolladas y para eso hay que seguir trabajando en temas de productividad e innovación, además del correcto uso de Internet, que es primordial”.
Respecto de la tendencia mundial, a juicio de Campos, los grandes temas en relación a los anchos de banda están dados por la situación energética, la consolidación de los data centers, la disminución de la cantidad de equipamiento y servidores, los costos de energía eléctrica que tienden a crecer y la inclinación de las compañías no sólo de pasar a web todas sus aplicaciones sino también de consolidar los equipamientos tecnológicos que permiten soportarlas.
Para la ejecutiva de 3Com, la tendencia apunta a un aumento acelerado en la penetración de la banda ancha, sobre todo en los países emergentes. “Es aquí donde hay que realizar un mayor trabajo, principalmente en la velocidad de las conexiones y en la estandarización de lo que se considera banda ancha”.