No es casual que las tres primeras iniciativas de la Agenda Digital sean las que encabezan la lista de 34 medidas cruciales para el desarrollo de Chile de la mano de la tecnología. Por eso, consolidar las iniciativas que facilitarán el acceso individual y comunitario a la banda ancha, promover el desarrollo de Infocentros como centros de servicios y lograr que existan 900 mil hogares y 150 mil empresas conectadas a Internet para el año 2006, son tareas que debemos cumplir con prontitud.
La clave es el desarrollo de la Ruta 5D, un proyecto que debe partir lo antes posible para evitar que la contingencia política afecte su concreción.
Esta iniciativa busca impulsar la adopción de la banda ancha para comunicar al país con los negocios, la educación en línea, la telemedicina y el teletrabajo, con la idea de acrecentar la productividad.
Un ejemplo a seguir ya está en desarrollo en Costa Rica, donde una red de cobertura nacional entregará 2,75 líneas de banda ancha por cada 100 habitantes. Con esta obra, la nación caribeña espera impulsar proyectos como el “Gobierno Digital” interco-nectando todas las entidades públicas a la red IP con miras a brindar servicios a la ciudadanía, así como la incorporación del sector académico al proyecto mundial de Internet 2 y el desarrollo de aplicaciones de telemedicina y educación. Esta red permitiría a Costa Rica co-nectar el 94% de las escuelas públicas que no tienen Internet en ese país, así como el 64% de sus Pymes.
Los beneficios que podemos esperar en Chile suman ahorros en costos de comunicaciones y en tiempo de trabajo, aumento de la productividad, además de todas las bondades de completar tareas a alta velocidad. Una red de esta clase permitirá cambiar paradigmas, como la forma de trabajar o de relacionarse con los ciudadanos. Ahorrar costos a través del teletrabajo de algunas reparticiones o la real conexión de las zonas rurales que hoy día están fuera de la red.
No hay duda de que usar Internet y ser parte de ella es imprescindible, pero ¿por qué banda ancha?. Porque una de las varas que mide el desarrollo de las naciones es la infraestructura que las conecta al mundo y que les permite hacer negocios con ventajas y velocidad e integrarse de verdad a la globalización. Por algo, la banda ancha es considerada por los expertos como la segunda ola en la revolución de las comunicaciones.
El desarrollo de la banda ancha está directamente relacionado con el crecimiento de las naciones y su modernización. Mientras más autopistas existen, hay más conectividad, intercambio de información, modernización, productividad e integración entre las regiones.
En los negocios, la banda ancha significa acceso más eficiente a la información, cambiando dramáticamente la forma en que las empresas conocen y atienden a sus clientes, fabrican sus productos y administran sus resultados. Y hoy más que nunca, las empresas que estén conectadas podrán integrarse a la economía y negocios globales a los que nos han acercado los tratados comerciales, contando con una infraestructura necesaria como lo es la Internet de alta velocidad.
Las empresas chilenas aún no se han conectado porque todavía no descubren estas ventajas y posibilidades. Una gran porción siente que aún puede sobrevivir sólo con el teléfono y fax como herramientas de comunicación. Entonces, éstas se subirán a la banda ancha en la medida en que se sumen más trámites que obliguen a usar Internet, como la declaración de impuestos, participar de licitaciones a través de Chile Compra y utilizar la factura electrónica. Por otro lado, esto ocurrirá cuando las tareas que hoy son primordiales para ellas como el teléfono, video-conferencias y otras, también se puedan utilizar a través de Internet, como debiera ser en una pronta explosión de la telefonía IP. Cuando los empresarios sientan que la banda ancha es un valor agregado para sus negocios, invertirán en ella.
Hoy, nuestra tarea es que el Gobierno concrete la Ruta 5D para hacer más fácil la concreción de las tres medidas propuestas en la Agenda Digital. Nosotros, ya estamos vigilando que esto ocurra e invitando a los privados a ocupar todas las capacidades de la banda ancha en sus empresas.
La oportunidad está aquí, por lo que es urgente que caminemos rápido, ya que el tiempo corre en contra del desarrollo de Chile.
Mayo de 2004