Sin embargo, se requiere la participación activa de todos los sectores y la actualización constante de políticas para garantizar un uso responsable y ético de la IA, especialmente en temas como la propiedad intelectual.
La Inteligencia Artificial (IA) se encuentra en un proceso continuo de evolución, lo que está transformando profundamente nuestra vida diaria. Este avance nos plantea desafíos considerables, especialmente en lo que respecta a definir límites que garanticen la protección de los derechos fundamentales de las personas. Por consiguiente, es esencial integrar una perspectiva ética en su desarrollo, tanto en el ámbito público como en el privado, para asegurar un progreso responsable.
En efecto, la Unión Europea y Estados Unidos, han expresado su preocupación y han comenzado a establecer los límites en los que esta tecnología puede operar. Aunque sus enfoques difieren, ambos se han centrado en la protección de las personas y en un uso responsable.
La oportunidad de Chile
En esta línea, Chile tiene una importante oportunidad a nivel regional, con la implementación de la Política Nacional de Inteligencia Artificial porque sitúa a nuestro país en una posición estratégica para liderar dichas iniciativas.
No obstante, este progreso requiere la participación activa de todos los sectores y la contribución de la experiencia individual. Por ello, el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha convocado nuevamente a la ciudadanía para actualizar el Eje de Gobernanza y Ética de esta política. Los temas abordados en este capítulo son de suma importancia y comprometen a nuestra sociedad en distintos niveles.
Aspectos como la institucionalidad, la colaboración internacional, la crisis climática, los desafíos en propiedad intelectual, entre otros temas, son parte de la propuesta que se ha sometido a consulta. El propósito es enriquecer la perspectiva y los alcances del documento, centrándose principalmente en principios de responsabilidad y ética debido al rápido avance de la IA generativa.
Por ejemplo, recientemente hemos sido testigos de conflictos relacionados con la propiedad intelectual, específicamente en el uso de la voz de artistas reconocidos por sistemas de IA para crear nuevas obras musicales. Estos conflictos plantean interrogantes sobre si una máquina puede ser titular de un derecho y cuáles son las expresiones creativas que deben ser objeto de protección.
¿Qué podemos hacer?
Aunque podemos intentar responder estas preguntas basándonos en el derecho vigente, es evidente que la normativa debe evolucionar para adaptarse a situaciones emergentes. Por esta razón, la Política propone la participación del país en instancias internacionales de conversación para regular los derechos de propiedad intelectual relacionados con la IA. Además, busca fomentar el desarrollo de esta tecnología siempre en respeto a los derechos de los creadores.
Finalmente, es esencial reconocer que la capacitación y la educación constantes, son fundamentales para construir una sociedad consciente y responsable en el uso y desarrollo de la IA. La protección de menores, del medio ambiente y la creación de un ecosistema digital seguro, son solo algunos de los factores que debemos ponderar como humanidad para fortalecer el campo de acción de esta tecnología.
