La ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, se reunió con los especialistas que participaron en la Política Nacional de Inteligencia Artificial en 2021, con el objetivo de retomar la discusión en torno a los últimos avances de las tecnologías relacionadas con Inteligencia Artificial y sus implicancias socioculturales y éticas, entre otras.
“La IA no nos toma por sorpresa. En 2021 este ministerio formuló una Política de IA y gracias a eso hoy Chile cuenta con dos centros de investigación especializados en este tema -el Centro Nacional de IA y Milenio Futures of AI -, y pronto empezarán a formarse más especialistas a nivel de magíster y doctorado. Eso es un tremendo avance, pero como estas tecnologías corren tan rápido, han surgido usos -entre otros, Chat GPT-que ameritan revisar y reevaluar las acciones que queremos tomar en torno a ellas, al uso que le damos, y las consecuencias sociales que eso traerá”, afirmó la ministra Etcheverry.
Por su parte, la subsecretaria Carolina Gainza recalcó: “Existió consenso en la discusión entre los investigadores y las investigadoras participantes de esta reunión sobre avanzar en definir una estrategia que permita informar los pasos que vamos a dar como país hacia una Inteligencia Artificial que integre o tenga presente una perspectiva de derechos, que apunte hacia la igualdad, la inclusión y una participación en la toma de decisiones, donde las políticas públicas estén al servicio de una Inteligencia Artificial que tenga marcos éticos”.
La discusión abordó diversos temas, desde el impacto real que puede tener la automatización en el sistema laboral chileno hasta cómo la IA puede cambiar el concepto de realidad que existe en la sociedad, relativizando lo verdadero y lo falso. También se habló de la necesidad de que Chile esté presente en la discusión de estándares internacionales que hoy se está dando, de la posibilidad de regular en principios generales versus leyes más específicas, de la importancia de abordar los riesgos que tendremos en el corto plazo en temas como ciberseguridad y análisis de datos básicos, y de contar con una política para motivar estas especialidades también en la educación técnica.
En el grupo hubo consenso en que esta tecnología aún es difícil de descifrar incluso para el mundo experto, pero al mismo tiempo todos consideraron relevante identificar los riesgos y actuar frente a ellos, sin perder de vista las oportunidades que la IA abre en diversas áreas.