¿Qué tan preparados estamos en especialización para enfrentar el avance de la IA?
Falta mucho. Si pensamos que cada Pyme de Chile necesitará alguien experto en Inteligencia Artificial, sin duda falta bastante. Lo más importante que se debe aprender es que las máquinas son muy importantes, son parte de nuestra vida y nos ayudan. Debemos aprender a reconocer eso y, por lo tanto, cambiar la educación, lo que hacen las empresas, cómo hacemos las cosas, etc.
Si damos una mirada general, vemos que el 85% de las transacciones en la Bolsa están hechas con Inteligencia Artificial; la red eléctrica casi en su totalidad, el 99,9%, es manejada por esta tecnología; y en Estados Unidos la mitad de los matrimonios son el producto de un match de IA en un plataforma de dating online. Entonces, si tú me preguntas y observo que si en una especie, el 85% de sus recursos, el casi 100% de su energía y un 50% de sus decisiones de procreación se manejan por este sistema, te diría que indudablemente es importante, que dependen de este y que, por lo mismo, es imprescindible estudiarlo y entenderlo.
¿Y cómo se da esta compresión en la práctica?
Las cinco empresas más importantes del mundo están todas en este negocio: Microsoft, Apple, Google, Amazon y Facebook se dedican solo a la información, pero mientras tanto qué enseñamos en el colegio o de qué nos preocupamos en la economía: de que exista una industria de extracción de recursos o manufacturera. Es una contradicción; por eso, un primer paso clave es comenzar por comprender cómo hablar con las máquinas. ¿Y cómo lo haces? Aprendiendo a programar.
Nuestros niños no aprenden a hacerlo, cuando deberían ya saber en educación básica, porque esta tecnología está omnipresente; la única manera en que puedes manejar las máquinas, y no viceversa, para el beneficio de tu empresa u organización, es empezar a hablar con ellas y un primer paso es aprender su idioma.
En ExpoChiletec profundizó en la Ciencia Social Computacional, ¿de qué se trata esta?
Es básicamente una ciencia que se transforma en tal a partir de las ciencias sociales e integrando Big Data, el poder de procesamiento de la Inteligencia Artificial, Machine Learning y las simulaciones computacionales. Con esos componentes, se convierte en una ciencia.
Antes, si un economista podía explicar un 10% una variable en econometría era prácticamente un héroe. Si con ese porcentaje se establecían políticas públicas, obviamente 9 de 10 políticas fallaban, pues solo tenían un 10% de precisión. Por eso las políticas públicas eran malas y no por culpa de los políticos, sino porque no entendíamos más de economía, pero hoy sí, hoy es posible hacer predicciones de 80%, 90% o 95%, entonces estamos frente a una ciencia.
Si yo puedo predecir un comportamiento con un 90% de precisión, puedo hacer políticas públicas que tengan un real impacto.
¿Esta ciencia y el uso en general de tecnología como IA es un pilar de la transformación digital?
Son más bien el resultado. Si analizamos, vemos cómo los primeros 20 años de la evolución digital producimos muchos datos, porque todos adoptamos celulares, Messenger, Internet, páginas web, etc., y generamos mucha información. Ahora, ya estamos en la segunda etapa de la evolución digital y convertimos eso en conocimiento. Esta es la era de los algoritmos y no tanto de los datos como la anterior. Ya el beneficio de Big Data no son los datos, sino los algoritmos que sacan patrones de estos: la IA, el Machine Learning y el Deep Learning. En este sentido, una gran cantidad de los datos que procesamos son de nosotros mismos.
Veamos la historia: como humanidad entendimos bastante bien la física y creamos tecnología en base a esa materia: energía, termodinámica, máquina de vapor, electricidad, motor de combustión, automóvil, etc., toda esa tecnología la comprendimos muy bien porque entendimos la física. Luego, quizás unos 100 años después, en paralelo también nos centramos mucho en la biología, y con esto avanzamos significativamente en la medicina: extendimos los años promedio de vida casi al doble, porque entendimos mucho de la materia. Si vemos las publicaciones científicas, estas comenzaron también a centrarse en biología y medicina; hoy el 60% de estas es acerca de uno de estos temas. Ahora, si ves en los últimos años, las ciencias sociales realmente están tomando fuerza, y si realizas la proyección, entonces los próximos 100 años estarán centrados en las ciencias sociales, porque entendimos mejor esta materia y no estamos hablando del fin del mundo, sino que del comienzo.
¿Qué se puede desprender como conclusión o proyección de esto?
Seguramente profundizaremos nuestra fusión con las máquinas, una integración de la inteligencia biológica con la artificial. Estamos ahondando en la creación de una sociedad tecnologizada, en la que ya estamos, un avance sin retorno pero donde queda mucho por recorrer. Por eso, las ciencias sociales -básicamente entendernos a nosotros mismos y mejorar lo que somos- han tomado tal fuerza; lo que puede ser evidenciado en el hecho de que las cinco empresas más valoradas en este momento se dedican a eso: a procesar datos, establecer patrones, etc.
Es un panorama distinto que traerá nuevos retos…
Siempre cuando hay algo nuevo surgen nuevos desafíos. La teoría de la innovación, llamada “destrucción creativa” -un concepto popularizado por el economista Joseph A. Schumpeter-, es un proceso en que se destruyen las instituciones que existen, la manera de hacer las cosas, los empleos actuales y se crean nuevos.
Y eso siempre nos ha pasado: pasó con la termodinámica, la electricidad, etc., y nos está pasando de nuevo. En el camino se generan revoluciones sociales y realmente hay que reinventar muchas instituciones, sobre todas una muy importante como lo es la democracia, que no hemos modernizado hace 200 años, aunque es un proceso 100% de información y comunicación y, por lo tanto, 100% digitalizable. Es bastante obvio que las instituciones que creamos hace 200 años ya no cuadran con esta realidad y por eso se ven en todo el mundo dictadores de facto emergiendo, porque se aprovechan de estos sistemas viejos.
Nuevas instituciones y formas de hacer las cosas… ¿será también un nuevo ser humano?
Siempre se piensa en humanos con un chip en el cerebro. Pero no necesitamos un chip; si vives en una sociedad donde un 85% de los recursos, casi un 100% de la energía y un 50% de la procreación se maneja con Inteligencia Artificial, a un nivel social ya hemos emergido con ello, ya somos un ser humano nuevo. Tú podrías deshacerte del celular y nunca más usar dinero en tu vida, e ir a vivir a la cordillera, pero bajo ninguna circunstancia podrías proclamar que eres parte de esta sociedad, porque te fuiste 500 años atrás. Si eres parte de la sociedad ya emergiste con la tecnología a un nivel sin retorno, eres un nuevo ser humano.