El desarrollo de sistemas basados en IAyA para asumir tareas repetitivas está liberando a los trabajadores para que tomen otros roles, idealmente creativos y/o de mayor valor en campos como la ciencia de datos y el desarrollo de sistemas con IAyA. Este cambio no sólo genera nuevas oportunidades para la educación y el desarrollo de la fuerza laboral, sino que también mejora la eficiencia y la productividad en las empresas. Sin embargo, esta transición plantea preocupaciones legítimas sobre el desplazamiento laboral: la IAyA tiene el potencial de reducir la demanda de empleos manuales y rutinarios, profesionales o no, lo que podría contribuir al desempleo y aumentar la disparidad salarial.
Las innovaciones impulsadas por la IAyA tienen el poder de estimular el crecimiento económico al crear nuevas industrias y formas de organizar la producción. Las empresas que adoptan la IAyA pueden optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y, en última instancia, ofrecer una mejor experiencia a los clientes. Esto se traduce en ahorros de costos y una mayor competitividad en el mercado. La IAyA también puede fomentar el comercio de quienes lideran esta transformación y la cooperación internacional a través de la estandarización, la automatización y el aprovechamiento de datos.
No obstante, aquellas compañías que enfrentan dificultades para adoptar la IAyA debido a costos elevados, falta de conocimientos tecnológicos y limitaciones de recursos, podrían ver afectada su competitividad.
A medida que ciertas empresas, industrias y regiones se destacan en el desarrollo de productos y sistemas basados en la IAyA, pueden adquirir ventajas difíciles de superar para los seguidores. Esto puede exacerbar las desigualdades económicas y de ingresos, tanto a nivel local como global, lo que a su vez puede dar lugar a tensiones geopolíticas, sociales y desafíos económicos. Desde las políticas públicas, gestionar, sin entorpecer estas transiciones de manera efectiva, es crucial para evitar riesgos de inestabilidad económica y social.
La IAyA lleva una gran cantidad de procesos e información a entornos digitales, lo que plantea desafíos en cuanto a la privacidad, seguridad y soberanía de los datos, así como la operación segura de los sistemas. Las violaciones de datos, las preocupaciones de privacidad y los ataques cibernéticos pueden tener consecuencias económicas y personales devastadoras, erosionando la confianza en las tecnologías digitales y el proceso de transformación.
Por lo tanto, es esencial contar con mecanismos que garanticen un uso responsable de los datos y la seguridad de los sistemas, lo que fomenta la confianza y la estabilidad económica a largo plazo. Las inversiones en ciberseguridad, además de proteger los activos económicos, generan empleos y servicios especializados.
Navegar por estos impactos de manera efectiva requiere una identificación precisa de los efectos y su valoración. Esto permitirá diseñar estrategias de negocio y políticas públicas que, con un enfoque equilibrado, aborden la transformación de las industrias, el desplazamiento laboral, promuevan un acceso equitativo a las oportunidades relacionadas con la IAyA y fomenten el despliegue responsable de estas nuevas tecnologías. La colaboración entre gobiernos, empresas e instituciones educativas es fundamental en este proceso. Adoptar la IAyA con un enfoque en la inclusión y la adaptabilidad puede maximizar los resultados económicos positivos al tiempo que mitiga las posibles consecuencias negativas.
En resumen, la IA y la Automatización están remodelando el panorama económico global. Quienes se incorporan tempranamente al uso y desarrollo de estas tecnologías pueden obtener ventajas irremontables para sus competidores, alcanzar mayores niveles de eficiencia y estimular el crecimiento económico.
