Sebastián Marambio.
¿Qué grandes aprendizajes deja la pandemia al sector educación?
La crisis sanitaria nos dejó tres grandes aprendizajes. Primero, y como lo hemos dicho en diversas oportunidades, las clases presenciales son irremplazables. Si bien la tecnología tiene mucho que aportar, la interacción en persona aporta dimensiones que aún no son posibles de replicar a través de las pantallas.
Durante la pandemia las comunidades pudieron aprovechar las oportunidades que siguieron entregando las escuelas a través de acceso a la tecnología y el apoyo de adultos para guiarlos y motivarlos. Sin embargo, esta no es la realidad de todo el país. Aún tenemos brechas importantes en acceso a tecnología en los hogares. Aprendimos también que los docentes tienen una gran capacidad para adaptarse a las circunstancias y enfrentar los nuevos desafíos. Ellos ejemplifican la disposición que todos debemos tener frente al aprendizaje permanente.
Además, aprendimos que la tecnología tiene mucho que aportar en estos escenarios y crisis. Al no poder reunirse presencialmente en el aula, docentes y estudiantes han mantenido el contacto y continuado con sus aprendizajes a través de Internet y diferentes dispositivos. Este es un tremendo activo que servirá a las comunidades para el futuro e, incluso, para enriquecer la experiencia de clases presenciales una vez que se pueda regresar al colegio.
¿Cómo ha avanzado esta área en su transformación digital en este período?
Durante la pandemia, rápidamente nos dimos cuenta de que los docentes del país necesitaban mejores herramientas para seguir enseñando de forma remota. Además de las dificultades de conectividad, muchos simplemente no contaban con el acceso a las plataformas que les permitieran hacerlo. Es por eso que el Ministerio de Educación ha impulsado la habilitación de forma gratuita de herramientas como Google Classroom y Microsoft Teams para todos aquellos sostenedores que la requieran. Hasta la fecha llevamos cerca de 6 mil establecimientos habilitados con Google y 2 mil con Microsoft.
Para que los docentes puedan hacer uso efectivo de estas plataformas lanzamos un plan de formación de emergencia. Hasta la fecha contamos con cerca de 10 mil profesores capacitados en el uso de estas herramientas. Pero, más allá de nuestros esfuerzos, debemos ser enfáticos y destacar que los docentes del país han reaccionado de gran manera frente a las dificultades y han aprendido a usar todas estas herramientas digitales para la educación. En Google Classroom, a nivel nacional, los usuarios subieron de menos de 100 mil en abril, a casi un millón semanales en la actualidad.
¿Qué herramientas han sido claves? ¿Cuáles debieran perdurar?
Una de las medidas más relevantes creadas por el Ministerio de Educación, es la plataforma aprendoenlinea, que permitió a más de 3,7 millones de estudiantes continuar con sus aprendizajes de forma remota. A la fecha, la plataforma cuenta con más de 8 millones de usuarios. A su vez, es importante destacar que las plataformas de aprendizaje, como Google Classroom y Microsoft Teams, también llegaron para quedarse. Más allá del aprendizaje remoto, se utilizan para potenciar la colaboración docente, hacer seguimiento del avance de cada estudiante e, incluso, para la comunicación con apoderados.
Si bien cada comunidad educativa tiene sus propias necesidades, fueron los mismos equipos docentes y/o directivos quienes poco a poco fueron desarrollando habilidades e inquietudes para perfeccionar este sistema y, con ello, ayudar a los estudiantes con sus propios procesos de aprendizaje. Por ejemplo, actualmente existen colegios que imparten sus clases de manera presencial y también las transmiten directamente a los estudiantes que están en sus casas. A nivel local hay diversas iniciativas que van más allá de lo tecnológico y que se pueden destacar y revisar en el observatorio educativo disponible en la web de curriculumnacional.cl
También se han impulsado medidas como la alianza con las empresas de telefonía móvil para que la plataforma aprendoenlinea.mineduc.cl no consuma datos desde los planes personales accediendo desde dispositivos móviles de las compañías asociadas. Otro ejemplo es el plan Leo Primero, que pone especial atención en el aprendizaje de la lectura en los primeros años de escolaridad, y que desarrolló su propia cuenta de Whatsapp donde se facilitan videos, documentos con orientaciones y archivos clase a clase, entre otros recursos, a los docentes para que sus estudiantes desarrollen junto a sus apoderados en casa. Probablemente seguiremos trabajando con varias de estas herramientas, pero también con otras que surgirán en el camino producto de las necesidades que cree la crisis sanitaria.
¿Cuánto falta avanzar en democratización del acceso a la educación?
Una de las principales barreras para democratizar el acceso a estas herramientas es la falta de conectividad en muchas localidades.
Es por esto que el gobierno del Presidente Sebastián Piñera está trabajando para mejorar el acceso a Internet de los establecimientos educacionales del país, a través del programa “Conectividad para la Educación 2030”, desarrollado por Mineduc y Subtel. Esta iniciativa busca conectar a casi todas las escuelas del país a una velocidad de Internet promedio tres veces mayor a la que actualmente ofrece el Estado a los establecimientos educacionales, llegando al mínimo del estándar de países desarrollados. Este mínimo permite varios usos de Internet en el aula, pero no nos quedaremos ahí: el programa continuará aumentando las velocidades de conexión hasta fines de la década.
¿Cómo se vislumbra la forma de hacer clases en 2021 aún en pandemia?
Es importante volver a recalcar que las clases presenciales son irreemplazables para los niños, niñas y jóvenes del país. Sin embargo, creemos que cada establecimiento educacional deberá crear sus propios planes para enfrentar el año escolar 2021 y abrir sus puertas de acuerdo a las normas y protocolos sanitarios establecidos. Cabe destacar que actualmente estas propuestas están siendo desarrolladas por las comunidades educativas del país.
