Francisco Mellado, Arquitecto de Soluciones y Especialista Regional en Telecomunicaciones de Red Hat.
En un sistema informático, se conoce como Edge (borde), a todos los elementos que se sitúan en la capa más exterior del sistema, donde usualmente se ubican los dispositivos que interactúan con el mundo exterior.
El ejemplo más tradicional son los dispositivos de usuario final -como laptops y smartphones-, pero en años recientes se han sumado toda clase de sensores y artefactos de Internet de las Cosas (IoT) que, en términos simples, agregan “inteligencia” al borde del sistema, la cual puede ser utilizada para tomar decisiones rápidas, o “filtrar” los datos que serán derivados a un siguiente nivel de toma de decisión. Francisco Mellado, Arquitecto de Soluciones y Especialista Regional en Telecomunicaciones de Red Hat, explica que, en cualquier caso, es fundamental que los recursos de cómputo estén correctamente distribuidos en los distintos niveles del sistema, “para evitar sobrecargas de la red, maximizar la eficiencia de los recursos y minimizar los costos de inversión necesarios para implementar estas infraestructuras”.
Por otra parte, las redes móviles de alta velocidad, como las implementaciones 5G, incrementarán la cantidad y calidad de la información que se recopila en el borde de los sistemas, permitiendo, por ejemplo, que una cámara de seguridad pueda acercar el enfoque a un objetivo previamente determinado, o que un dron autónomo decida cómo evitar un obstáculo en su camino. En síntesis, más allá del avance tecnológico de redes y dispositivos, en términos simples la lógica subyacente a todos los modelos de Edge Computing consiste en determinar:
• La forma más eficiente como un sistema concentra y distribuye grandes cantidades de información.
• Qué decisiones es capaz de tomar el sistema en base a dicha información.
• En qué lugar o nivel del sistema se tomarán esas decisiones, y cuánto poder de procesamiento de información se necesita para realizar esa decisión.
Optimizando recursos
En una entrevista concedida en el marco del pasado Red Hat Summit, Stephanie Chiras, Vicepresidenta de la compañía, comentó que la visión de Red Hat para los sistemas de Edge Computing -y para cualquier infraestructura informática en general- es “optimizar al máximo los recursos de hardware disponibles utilizando una arquitectura de software flexible, escalable, y eficiente, todo esto con miras a acelerar la innovación”.
Respondiendo a estas nuevas tendencias, las aplicaciones que antes estaban centralizadas hoy requieren ser distribuidas. Los servidores que obedecen a este modelo se conocen como servidores Edge. “El foco de Red Hat hoy es llevar la calidad de servicio que existe en servidores centralizados hacia estos servidores Edge”, agrega Francisco Mellado.
Para traspasar estas capacidades a dispositivos con menor potencia de cómputo son imprescindibles las tecnologías de contenedores y microservicios, que en términos simples “desarman” un software tradicional -como un sistema operativo- y lo reescriben en pequeñas partes de código, capaces de ejecutar una funcionalidad específica de manera independiente. “De esta forma, solo se traspasan al borde las capacidades estrictamente necesarias, reduciendo radicalmente el uso de recursos”, concluye el experto de Red Hat.