INTRAEMPRENDIMIENTO
Innovando dentro de la empresaPor Federico Morello, Socio de Consultoría en Gestión y Tecnología de EY (ex Ernst & Young).
Comúnmente se ha asociado el concepto de innovación con el de crear nuevas empresas. Sin embargo, en todas las organizaciones existen personas con habilidades para desarrollar nuevas ideas, que tienen como fin crear valor para sus compañías.
En tiempos en donde el crecimiento orgánico de las grandes compañías apenas iguala el incremento promedio del PIB mundial, y considerando que las adquisiciones o fusiones son cada día más escasas y complejas, la innovación constituye una real ventaja competitiva y, probablemente, la mejor alternativa de crecimiento para las empresas en marcha. Sin embargo, sigue siendo la opción menos explorada a la hora de definir un plan estratégico.
Pero, ¿de qué se trata la innovación? Joseph Schumpeter, economista del siglo pasado, sostenía que hay innovación cuando los factores de producción se combinan de una manera diferente, aumentando la prosperidad. Se entiende entonces que la innovación es distinta a la invención. Mientras la invención busca crear cosas nuevas, la innovación intenta transformar el conocimiento en dinero o, dicho de otra forma, hacer fácil lo difícil, generando valor, ya sea para la misma empresa o para el potencial cliente.
Entendiendo entonces lo que es la innovación, podemos mencionar que aquellos que inician, lideran y ponen en práctica ideas innovadoras en el seno de sus organizaciones, buscando nuevas oportunidades de negocio, son conocidos como intraemprendedores (intrapreneurship) o emprendedores corporativos, y adquieren una gran relevancia especialmente cuando los modelos de negocio alcanzan su madurez. Son pequeños empresarios, pero con los recursos de grandes compañías.
Desafortunadamente, hoy existe en la gran mayoría de las empresas e industrias un excesivo foco en la producción y en la optimización de los recursos existentes, en desmedro de iniciativas que buscan generar valor, como es el caso de la innovación.
Por tal motivo, es recomendable que las compañías institucionalicen programas sostenibles a largo plazo para crear las condiciones básicas que les permitan a estas personas innovar puertas adentro de sus organizaciones.
Recomendaciones
A continuación, cuatro consejos para crear las instancias y sacar provecho de esta oportunidad:
1) Ante todo se debe identificar a las personas adecuadas para el intraemprendimiento. Estas no siempre son visibles y tampoco fáciles de gestionar. Si bien son personas talentosas, creativas y comprometidas con la empresa, al mismo tiempo son rebeldes, incómodas y con gran espíritu crítico. Son, por lo tanto, resistidas en las organizaciones. Los ejecutivos tradicionales suelen tener dificultades para gestionar estos perfiles y muchas veces pueden desaprovecharse.
2) En segundo término, un buen programa de innovación debe crear los procesos que permitan gestionar las ideas. Esto supone definir metodologías que acompañen el ciclo, desde la identificación de oportunidades hasta el desarrollo de las ideas con sus respectivos mecanismos de evaluación y control. Muchas veces la falta de creatividad radica en una carencia de una buena metodología para comenzar a pensar. Existen diversas técnicas y herramientas que pueden utilizarse para cada etapa del proceso, como brainstorming, design thinking y storytelling, entre muchas otras. Para cada paso del proceso y de acuerdo a la realidad de las empresas se podrá usar una u otra.
3) En tercer lugar, se deberá definir estructuras formales de apoyo para que los procesos antes mencionados se ejecuten. Por ejemplo, deben existir incentivos adecuados, y se debe, además, instaurar tanto planes de comunicación como de reconocimiento, definir tiempos, espacios, financiamiento, etc.
Estas estructuras de apoyo generarán el entorno adecuado para que puedan fluir la creatividad y las ideas.
Son muchas las empresas en donde se dispone alrededor de un 20% del tiempo para labores relacionadas con el intraemprendimiento. En otros casos, las mismas metas y objetivos de los gerentes exigen que un porcentaje de las ventas provenga de nuevos productos o servicios, quedando incluso sus bonificaciones sujetas a su cumplimiento. En otros casos existen fondos reservados para financiar estas iniciativas. Todos estos ejemplos son parte de las estructuras de apoyo que deben existir.
4) Por último, se deberá crear paulatinamente una cultura pro innovación. Para ello debe existir un claro compromiso y apoyo de la dirección y de la alta gerencia, promoviendo la diversidad de ideas, tolerando el fracaso, fomentando la creatividad colaborativa, descentralizando responsabilidades, asumiendo riesgos, etc.
Uno puede tener ideas innovadoras, pero para llevarlas a cabo se requiere una actitud emprendedora al interior de las empresas.
Los intraemprendedores son personas totalmente identificadas con la cultura de la empresa que, al mismo tiempo, tienen esa inquietud por innovar y tomar riesgos. Esa combinación los convierte en perfiles altamente valiosos.
Los ejecutivos tradicionales de finanzas, operaciones o ventas, deberán transformarse paulatinamente dando lugar a la creatividad e innovación o, de otra forma, perderán protagonismo dentro de las organizaciones.
Es responsabilidad de las empresas el encontrar la forma de romper con el “statu quo” y aprovechar estos nuevos perfiles llamados intraemprendedores.