En un escenario digital en constante evolución, el concepto de Fábrica de Producto Digital ha pasado de ser un simple término de moda a una estrategia imperativa. “Este enfoque permite a las empresas desarrollar nuevos productos y experiencias combinando tecnología, diseño e innovación. Es un modelo abierto a nuevas tecnologías e ideas y puede entregar soluciones rápidamente. Utiliza la inteligencia artificial (IA), la nube y la realidad aumentada (AR) para ayudar a las compañías a crear mejores productos”, explica Martín Andrés, Líder de Accenture Song Chile, en una columna de opinión.
El ejecutivo indica que, no obstante las importantes inversiones en tecnología, transformación y nuevas experiencias que actualmente están llevando a cabo las empresas, estos esfuerzos no están siendo percibidos por los clientes. “Este fenómeno, conocido como la brecha de relevancia, ocurre cuando la inversión no se traduce en satisfacción del cliente. De acuerdo con cifras de Accenture, mientras que el 80% de las marcas a nivel mundial cree que ofrece la mejor experiencia para sus consumidores, solo el 8% de sus clientes está de acuerdo”.
“Cerrar esa brecha mediante la entrega de experiencias únicas no solo es bueno para el negocio; sino que también es esencial para la supervivencia. Para avanzar, hay cinco elementos clave que se deben abordar. Primero, la alineación. Es común oír entre los ejecutivos la frase ‘no sé por qué estamos construyendo esto’. Actualmente, el 37% de los proyectos fracasa debido a la falta de objetivos estratégicos claros. Garantizar la alineación es crucial para el éxito”, asegura Andrés.
La velocidad de entrega es el segundo elemento. “Solo el 47% de los productos se completan a tiempo, lo que subraya la necesidad de procesos de entrega más rápidos. En tercer lugar, está el costo de entrega: un asombroso 52% de los productos experimentan sobrecostos, con un promedio del 189%. El cuarto elemento clave es la innovación. Aquí la frase común es ‘esto ya se siente anticuado’. A pesar de las significativas inversiones, las empresas han capturado menos de un tercio del valor que esperaban de las iniciativas digitales. Finalmente, está el talento y la capacidad. Solo 16% de las empresas tiene el talento requerido para ejecutar su estrategia digital de manera efectiva”.
Según señala el Líder de Accenture Song Chile, la Fábrica de Producto Digital (DPF por sus siglas en inglés) “está diseñada para acelerar la entrega de experiencias relevantes y construir la capacidad interna necesaria. En primer lugar, potencia el crecimiento, ya que identifica y prioriza las ideas de mayor valor, se centra en la realización de valor temprana e incremental y desbloquea nuevas fuentes de ingresos. En segundo lugar, impulsa la eficiencia con el uso de IA y la automatización. Al mismo tiempo, fomenta una cultura de optimización en la experiencia, el proceso y la estrategia, y ofrece servicios de optimización de costos en la nube y en tecnología. Y, finalmente, desarrolla las capacidades necesarias, ya que, al potenciar la colaboración en toda la organización, fortalece habilidades internas y fomenta la autosuficiencia”.
“Para implementar eficazmente una Fábrica de Producto Digital se debe enfocar en cinco principios clave. El primero es alinear los objetivos de su creación con la estrategia general de la organización. En segundo lugar, es fundamental definir claramente los productos a crear, centrándose en las necesidades del usuario. Esto ayudará a determinar los productos/plataformas que influirán en el diseño de la estructura de equipos y en el modelado del flujo de valor”.
El tercer principio es definir las capacidades y habilidades necesarias. “Para esto se debe realizar un análisis de brechas y madurez digital. En cuarto lugar, se debe definir el enfoque comercial, es decir, establecer principios de asociación. Y, finalmente, es fundamental definir el modelo operativo y el enfoque de gobernanza, determinando cómo se medirá el éxito y cómo se comunicará el valor generado a todos los interesados”.
Para Martín Andrés, abordando estos cinco elementos clave y siguiendo los pasos delineados las empresas pueden cerrar la brecha de relevancia y entregar las experiencias que los clientes requieren. “El futuro de los negocios radica no solo en invertir en tecnología, sino también en garantizar que estas inversiones se traduzcan en una satisfacción del cliente tangible y, finalmente, en crecimiento”, concluye.