Duplicar el PIB per cápita: ¿Cuál es el mejor camino?

Aunque las cifras oficiales se conocerán durante este mes, a nadie dejó indiferente el bajo crecimiento de la economía chilena en el 2006, fijado preliminarmente en un 4,2%. Las expectativas hablaban de crecer a un ritmo del 5,5%, pero la realidad muestra que tenemos el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) más bajo desde el 2003, cuando éste llegó a un 3,9%. La pregunta es hoy cómo revertir esta situación, y la respuesta definitivamente va de la mano de la innovación.

Publicado el 28 Feb 2007

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Aunque las cifras oficiales se conocerán durante este mes, a nadie dejó indiferente el bajo crecimiento de la economía chilena en el 2006, fijado preliminarmente en un 4,2%. Las expectativas hablaban de crecer a un ritmo del 5,5%, pero la realidad muestra que tenemos el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) más bajo desde el 2003, cuando éste llegó a un 3,9%. La pregunta es hoy cómo revertir esta situación, y la respuesta definitivamente va de la mano de la innovación.

Necesitamos convencernos de que Chile puede volver a crecer a las tasas del 7% que conocimos en los 90’, que el gran salto que dio el país en los últimos 20 años -aumentando de US$4.000 millones a US$55 mil millones (según datos de ProChile) en exportaciones- es un logro que puede repetirse y que de aquí al año 2020 efectivamente nos convertiremos en una nación desarrollada.

Ya dio un paso el informe entregado recientemente por el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, que recalca la necesidad de seguir una estrategia país en la que se combinen los esfuerzos privados por emprender con una participación activa del sector público.

Para retomar nuestra senda de crecimiento y alcanzar el desarrollo, debemos conseguir un ingreso per cápita de US$25 mil, es decir, tenemos que duplicar la cifra actual. Además, los montos de inversión en tecnología, investigación y desarrollo de nuestro país deben representar el 3,5% del PIB, muy superior al escaso 0,68% que tenemos hoy (en Finlandia, por ejemplo, esta cifra ya sobrepasa el 3,5%, y en Estados Unidos llega al 2,48%). También tenemos que avanzar para que el grueso de las exportaciones se concentre en productos de valor agregado.

En este sentido, proponemos algunas acciones que nos ayudarán a lograr este cometido:

1. Reforma educacional profunda, con inversión estimada en US$2.000 millones en cuatro años.2. Creación de empleos en nuevas industrias de tecnología, en particular de los servicios offshore exportables al mundo, 100 mil empleos.3. Creación y aplicación de la normativa y ley para Chile Compite. Crear los centros de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) acreditados para iniciar el proceso de inversión en nuevas tecnologías en el sector privado, usando el crédito tributario del 35%; y subir la tasa de inversión en I+D a niveles similares a los países desarrollados.4. Apoyar a las pequeñas y medianas empresas para que aumenten el uso de Tecnologías de Información y Comunicaciones, mejorando sus procesos de negocios e incrementando su competitividad para llegar en mejor pie a los mercados internos y externos.5. Alfabetización digital de trabajadores y estudiantes, que fue la base utilizada en los países desarrollados para sustentar su crecimiento y productividad. 6. Generar las instancias público-privadas para elaborar la carta de navegación de Chile e incorporar en ella las otras acciones de microeconomía que habrá que aplicar en los próximos años para sustentar el crecimiento, sobre lo anunciado recientemente por Alejandro Ferreiro, Ministro de Economía, y que responde a los planteamientos hechos por la ACTI en el origen de la Agenda Digital y durante los últimos 12 meses.7. Construir las estructuras tecnológicas de apoyo a la salud pública para mantener sana a la población y dar garantías para la sustentabilidad del desarrollo país.8. Masificación de la conectividad a nivel nacional, generando una propuesta al Ministerio de Telecomunicaciones que apunte a extender los servicios de banda ancha y telefonía IP, sobre todo entre las microempresas, pequeñas y medianas compañías, así como en colegios, escuelas y a toda la ciudadanía.

Urge, por lo tanto, reactivar el desarrollo de la Agenda Digital e Innovación 2.0, tarea que quedó pendiente en el 2006. Sobre esto ya hay un acuerdo con el Ministro Ferreiro, quien asumirá la tarea desde el Gobierno de llevar adelante los temas tecnológicos en el país y encabezar entonces las acciones conjuntas público-privadas en esta dirección.

La meta que tenemos parece lejana, pero es posible hacer de Chile un país desarrollado en el 2020. Para ello, primero debemos recuperar los niveles de crecimiento que nos hicieron destacar entre nuestros vecinos, y la mejor manera es la innovación.

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Redacción

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