El 26 de abril se celebró el décimo aniversario del Día Mundial de la Propiedad Intelectual (PI), conmemoración que se instauró con el fin de dar a conocer a la sociedad la importancia del resguardo de la PI para la innovación y el desarrollo económico. La elección de esta fecha no es casual: fue precisamente un 26 de abril de 1970 cuando entró en vigencia el convenio que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas.
En este nuevo aniversario, es el Gobierno el que nos invitó a celebrar, lo que nos motiva a pensar que juntos podemos construir el círculo virtuoso de la PI y otorgarle un real valor a la innovación.
Se suma a lo anterior el nuevo aire que dará la reforma a la Ley de Propiedad Intelectual; sin duda un avance y que da cuenta de que existe una preocupación por el resguardo de los derechos de autor y por promover la creación.
Junto con celebrar debemos tener un espacio para la reflexión, sobre la importancia que tiene velar por la Propiedad Intelectual para el progreso del país.
Chile es considerado por sus pares como un país desarrollado, con un TLC con Estados Unidos y recientemente integrado a la OCDE, segundo miembro latinoamericano después de México. La nación debiera ser un ejemplo en materias de Propiedad Intelectual, sin embargo hasta ahora no es así, ya que sigue incluido en la lista roja de países con piratería.
Ante esta mala noticia, el Gobierno nos da la ilusión de un trabajo en conjunto sobre nuestras falencias y con la esperanza de un cambio.
En muchos casos los diversos cuerpos legales no son los adecuados, sobre todo en lo relacionado con nuevas tecnologías que afectan los privilegios de Propiedad Intelectual e Industrial.
Las bajas sanciones y un gran desconocimiento sobre los daños que provoca a las industrias y al crecimiento del país, son algunos de los impedimentos que hasta ahora no han permitido avanzar en esta materia.
En el caso del software, nuestra alta tasa de piratería (67%) y pérdidas superiores a US$200 millones anuales, no sólo afecta gravemente a la industria desarrolladora, sino que a numerosas empresas dedicadas a la distribución, la ingeniería y el soporte, lo que provoca pérdida de empleos de calidad.
Si bien es importante que se respete y exista un efectivo cumplimiento de las leyes de Propiedad Intelectual, es igualmente importante acabar con el desconocimiento de la gravedad de esta situación para la sociedad en general.
Como Asociación de Distribuidores de Software nos hemos contactado con muchas empresas para brindarles asesoría sobre los riesgos de utilizar software sin el correcto licenciamiento, y hemos constatado el alto grado de desconocimiento por parte de los gerentes o representantes legales de éstas.
Al celebrar el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, queremos destacar que como sociedad tenemos el importante reto de atacar el flagelo de la piratería desde todos los frentes, es decir, sistema judicial, sistema educativo y empresas. Pero también el desafío está en inculcar los peligros de ésta. Un cambio que debe iniciarse hoy para ir mejorando nuestra imagen país y establecer un escenario de justicia y respeto adecuado para el desarrollo.