Entender cómo funciona el Blockchain comienza por comprender que es un registro compartido de transacciones digitales que requiere de consenso para ser modificado. Aunque muchos afirman que con esta tecnología se eliminan los intermediarios, en realidad es todo lo contrario, se multiplican. Blockchain viene a ser un gran libro contable, la base de datos donde se anota quién es el titular de cada uno de los títulos digitales. Todas las personas que tienen acceso a ese libro contable disponen de una copia completa del mismo, de modo que para consolidar una operación en esta red, la mayoría tiene que haber aprobado la operación, por lo que al final el número de intermediarios es aún mayor.
Blockchain es la tecnología que subyace y facilita este intercambio, permitiendo a las personas y empresas conectarse a estas redes para transferir dichos tí- tulos digitales que pueden representar, por ejemplo, en algunos casos, dinero, en otros, deudas o participaciones de sociedades.
A modo de ejemplo, imagine que está de vacaciones en Río de Janeiro, cae enfermo, llega a un hospital, pasa su pasaporte y en la base de datos del hospital están todos sus exámenes de sangre, las indicaciones de sus alergias, los medicamentos que ha tomado, sus operaciones y todo su historial médico. O se imagina estar viendo departamentos a la venta por Internet y con solo un click poder comprar uno con un crédito listo para usted, con la transferencia de propiedad hecha automáticamente en la CBR y con la firma ante notario y todos los trámites relacionados a una compra de propiedad en forma electrónica; el departamento es suyo en un solo día. Estos dos ejemplos serán posibles con Blockchain.
Esta tecnología permite construir o unir bases de datos de distintas entidades en forma descentralizada. La palabra blockchain, cadena de bloques, nace de que cada vez que una persona hace una nueva “transacción” (en nuestros ejemplos, un nuevo examen médico o un nuevo dueño de un departamento), esta se une al bloque anterior a través de un código encriptado y los bloques van construyendo una cadena sin borrar nunca el bloque anterior.
Además, se necesita de un entorno regulatorio propicio y del talento necesario para su desarrollo.
¿Cómo es el usuario?
Debido a los recientes ciberataques ocurridos a nivel mundial en los que se solicitó el pago por rescate mediante bitcoins, la tecnología Blockchain, a menudo, se relaciona con el mundo del fraude, traficantes o drogas, pero lo cierto es que según un informe de la Comisión Europea el usuario común de este instrumento tiene un perfil relacionado con la tecnología, trabaja en grandes corporaciones y le gusta invertir su dinero en este tipo de proyectos. Son usuarios conscientes del riesgo, destinan parte de sus ahorros en algo muy seguro y otra parte en proyectos mucho más arriesgados como pueden ser los relacionados con el Blockchain.
Los usos de esta tecnología podrían ser muchos. En el corto plazo las empresas la están utilizando para transferir la titularidad de activos, permitiendo el uso de estos títulos de propiedad para agilizar muchos de sus procesos (reduciendo tiempos y costos). A nivel global, continúan estudiando y probando los usos potenciales del Blockchain, descubriendo sus ventajas y respectivos riesgos. Para finalizar, hay algo que está claro: es una tecnología que llegó para quedarse por un buen tiempo.
