Compliance en la nueva era post digital

En la nueva era post digital, las exigencias de Compliance están cambiando. ¿Hacia dónde deben orientar las organizaciones sus esfuerzos en esta materia? Todo indica que el momento de avanzar hacia el Compliance 2.0 es ahora.

Publicado el 31 Jul 2019

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El mundo está entrando actualmente en la era post digital, donde la digitalización de las compañías está dejando de ser un factor diferencial obligándolas a buscar otras ventajas competitivas para mejorar la forma en la que se relacionan con sus clientes, trabajadores y socios, y descubriendo nuevos mercados, nuevos productos y nuevas oportunidades. En ese contexto, las exigencias de Compliance están cambiando y las organizaciones deben establecer departamentos de cumplimiento de nueva generación.

Accenture acaba de realizar un estudio en el cual entrevistó a 151 ejecutivos senior de compliance de banca, mercados de capitales y aseguradoras a nivel global, con el fin de conocer sus principales desafíos y oportunidades.

De acuerdo con los principales resultados del reporte, las instituciones financieras están rediseñando el modelo operativo de Compliance, convirtiendo las áreas de “front-office” en una verdadera “primera línea de defensa”, permitiendo a las funciones de Compliance enfocarse en las actividades de mayor riesgo.

De esa forma, más de la mitad (60%) de los encuestados por el estudio de Accenture dijo estar de acuerdo con que responsabilidades realizadas anteriormente por Compliance en una “segunda línea de defensa”, están pasando ahora a la primera línea, en áreas como la política Know Your Costumer (KYC) para el proceso de identificación del cliente, testing y supervisión. Este cambio está permitiendo a Compliance ajustar sus operaciones dentro de una segunda línea más integrada para gestionar nuevos riesgos sin interrumpir el ritmo del negocio.

En los años recientes, los departamentos de Compliance han sido fuertemente impulsados a ejecutar una estrategia basada en la agilidad para alcanzar objetivos de reducción de costos, citado por el 71% de los ejecutivos encuestados por el estudio de Accenture. Y, a pesar de que una parte importante de las instituciones financieras ha experimentado con tecnologías emergentes, es necesaria una transformación de gran escala, usando nuevas capacidades y tecnologías como Inteligencia Artificial, RPA y otras soluciones de “regtechs” especializadas en resolver requerimientos regulatorios.

A medida que las empresas buscan experiencias más personalizadas y ajustadas para sus clientes, la gestión del riesgo demanda un pensamiento más fresco y nuevo. El desarrollo de Open Banking y Blockchain, así como el crecimiento inorgánico originado en fusiones y adquisiciones son ejemplos de desarrollo del negocio que los ejecutivos encuestados consideraron como un principal impulsor de la transformación para el Compliance. En este contexto, el 84% de los encuestados menciona que tiene un oficial de riesgo tecnológico dentro de su función de Compliance.

Oficiales de cumplimiento tecnológico

El ecosistema de servicios financieros está experimentando nuevos tipos de riesgos originados en tecnología y datos, tales como la ciberseguridad y la privacidad. Estos riesgos se agravan aún más por la adopción creciente de Inteligencia Artificial en procesos de negocio, lo que presenta dilemas éticos adicionales. Los encargados de Compliance pueden tener que enfrentarse a este escenario sin contar con la habilidad para prever consecuencias inesperadas. En Chile, las instituciones financieras están innovando y cambiando sus modos de trabajar con la expectativa de que el negocio pueda empezar a operar de manera más ágil y transformar completamente el ciclo de vida de desarrollo de productos, centrándose en la búsqueda de una experiencia de cliente fluida y desarrollando nuevos modos de interacción a través de la tecnología.

Poder responder y adaptarse a las expectativas de los clientes es crítico para las instituciones financieras en una era enfocada en construir relaciones basadas en la confianza, muchas de las cuales han sido dañadas por la última crisis financiera global.

Aunque la confianza puede perderse rápidamente, también es la única manera en que las compañías pueden generar la velocidad, el compromiso y la inspiración necesarias para capturar y retener efectivamente a los consumidores. Los departamentos de Compliance están reconociendo la necesidad de reforzar el modelo de control a través de una estrategia impulsada por la tecnología, mediante el nombramiento de oficiales de cumplimiento tecnológico. El foco se ha trasladado a equipar esta nueva función con las herramientas necesarias para identificar, monitorear y gestionar las nuevas dimensiones de los riesgos emergentes de la era de la información.

Hacia un Compliance 2.0

Entre las funciones de cumplimiento en la nueva era post digital se deben incluir identificar oportunidades para integrar mejor los procesos de negocio y los controles a través de funciones de segunda línea como el riesgo operacional, y presentar un enfoque interrelacionado entre áreas clave, tales como la evaluación de riesgos, pruebas y análisis. La reestructuración del modelo operativo de Compliance para establecer esta conectividad es fundamental en una época en donde el enlace con otras funciones de control puede absorber hasta el 13% del tiempo de un oficial de cumplimiento. Eliminar esta fricción es un factor clave, no solo para la institución financiera en el establecimiento de una visión más holística del riesgo, sino más específicamente para el cumplimiento en la liberación de talento para centrar las habilidades de asesoría y análisis en apoyar a la primera línea en la ejecución de su mayor responsabilidad, que es mitigar los riesgos que presenta la era de la información.

En este contexto, 87% de los encuestados en el estudio de Accenture señala esperar que las inversiones en Compliance aumenten en los próximos 2 años, sin embargo, 7 de cada 10 consultados también indican que actualmente enfrentan objetivos de reducción de costos en sus empresas.

El tiempo para mantener el “status quo” o mantenerse como observadores adoptando acciones incrementales en un momento de disrupción ha pasado y debería ser reemplazado con un enfoque más audaz. Para avanzar de manera exitosa hacia un Compliance 2.0., la estrategia debe incluir 3 aspectos clave:

Desarrollar una nueva generación de encargados de Compliance que sean fluidos digitalmente, analíticos y proactivos para gestionar riesgos relevantes en la nueva era post digital.

Establecer nuevos roles y responsabilidades como parte de un modelo operativo redefinido que permita al negocio gestionar mejor el riesgo y mantener el Compliance.

Industrializar el uso de nuevas tecnologías que pueda identificar riesgos y malos actores de forma temprana en las transacciones de negocio, mientras se impulsan controles automatizados.

El estudio indica que el Compliance enfrenta actualmente recortes presupuestarios luego de una era post crisis de alto apoyo financiero. En ese contexto, los encargados de Compliance deben impulsar estrategias basadas en las nuevas tecnologías y en la agilidad, con el fin de identificar nuevos riesgos y guiar a sus empresas en un mercado cada vez más cambiante.

En la nueva era post digital, la confianza de los consumidores es un elemento clave para que las empresas puedan mantenerse vigentes. Por eso el momento de avanzar hacia el Compliance 2.0 es ahora.

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Redacción

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