Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Telecomunicaciones de Accenture Chile.
Para el año 2023, el uso industrial de Realidad Virtual (VR) y Realidad Aumentada (AR) triplicará el de los consumidores. Esto demuestra que la percepción general de que estas tecnologías son utilizadas principalmente en juegos y entretención está cambiando rápidamente. Muestra de esto es también el hecho de que sólo entre los años 2014 y 2016 las inversiones en startups de AR/VR aumentaron un 237% a nivel mundial.
Para el desarrollo de experiencias inmersivas de calidad, las AR y VR necesitan de conexiones uniformes y de alta velocidad, aumentar la capacidad de las redes y minimizar al máximo los retrasos. En esto, el 5G cumple un rol fundamental. A pesar de esto, la región no está muy avanzada en este aspecto y, en el caso de Argentina, sólo el 12% de la población estará conectada a 5G para el año 2025, mientras en Brasil un 11%. Cifras que demuestran la urgencia de avanzar en este aspecto. El país más avanzado de los G20 sería Japón, con un 83% de la población conectada a 5G, seguido por Corea del Sur (71%) y Australia (70%), respectivamente.
El reporte de Accenture identificó las principales esferas en las que la VR y AR cumplirán o están cumpliendo roles en las empresas:
– Productividad: Accenture analizó información sobre 432 profesiones alrededor de 14 industrias en 14 países del G20 para identificar las oportunidades y desafíos de las herramientas de VR y AR para el mundo laboral. De esa forma, se determinó la proporción de tiempo laboral que podría potencialmente ser aumentado (es decir, mejorada la productividad) al trabajar con la realidad extendida. En promedio, en todas las industrias podría aumentarse el 21% del tiempo laboral a través de la realidad extendida, mientras las industrias más beneficiadas podrían ser la Salud y Servicios Sociales, de Manufactura, Construcción, Educación, Retail y Minería.
– Entrenamiento: A través de las industrias, el uso de herramientas inmersivas en el entrenamiento laboral está creciendo exponencialmente. Así, de acuerdo a IDC, la inversión en AR/VR para entrenamiento crecerá en un promedio anual de 46% entre los años 2018 y 2023, alcanzado los US$ 8 mil millones hacia el año 2023.
– Experiencia del consumidor: A través de la realidad aumentada se puede mejorar la experiencia de los consumidores con los productos y servicios, desarrollando una experiencia más interactiva y de calidad.
– Salud mental: El impacto positivo de las experiencias inmersivas en la salud mental incluye reducir la ansiedad, manejar el estrés, reducir dolor y apoyar a pacientes con estrés post traumático. Las experiencias inmersivas son muy efectivas en salud mental por la conexión profunda y directa que hace entre nuestras percepciones mentales de nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Las herramientas inmersivas permiten a los profesionales de la salud mental poner a los pacientes en mundos personalizados desde donde pueden aprender a manejar desórdenes de ansiedad, sicosis, entre otras condiciones.
A pesar de las oportunidades, el reporte establece que el poder y la intimidad de las herramientas de realidad aumentada generan nuevos peligros para el bienestar de las personas y la sociedad en general. Estos riesgos incluyen:
– Mal uso de data personal: Al ir más allá de la información personal de las personas, o de la actividad de los medios sociales, la realidad extendida podría exponer sus sentimientos, comportamientos y juicios al robo cibernético y la manipulación.
– Experiencias falsas: Cuando se consumen noticias e información a través de experiencias inmersivas, será más difícil separar la realidad de la ficción, haciendo más fácil influir profundamente en los comportamientos, opiniones y decisiones.
– Ciberseguridad: No sólo se podrían utilizar avatares para crear nuevas formas de delitos relacionados con la identidad, sino que las tareas críticas, como la cirugía, que dependen de tecnologías de inmersión, podrían estar en riesgo de extorsión.
– Comportamiento antisocial: El bullying puede pasar de intimidar con palabras en los medios sociales a intimidar físicamente a la gente en un mundo virtual con avatares. Y el comportamiento antisocial que se normaliza en un entorno virtual puede arrastrarse a comportamientos del mundo real.
El reporte también apunta a los altos riesgos de adicción a la tecnología y problemas de des asociación de las personas del mundo real.
“Estamos entrando en una era post-digital en la que las tecnologías emergentes como la realidad aumentada están impulsando las próximas oleadas de innovación y crecimiento”, sostuvo Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Telecomunicaciones de Accenture Chile. “La realidad extendida será el núcleo de estas oportunidades, pero debemos abordar los riesgos que plantean las tecnologías actuales y diseñar las herramientas y las experiencias de inmersión de forma responsable”, agregó.