Martí Broquetas, experimentado arquitecto y docente de la Universidad de Cataluña, fue invitado por la Dirección General de Asistencia Técnica de la Universidad Técnica Federico Santa María a participar en el seminario sobre Uso de Herramientas para Gestión de Proyectos de Construcción basado en tecnología BIM (Building Information Modelling), ofrecido por la misma casa de estudios.
Esta herramienta, que permite la visualización integrada e inteligente de todas las disciplinas involucradas en el proceso de una construcción, ofrece también ir más allá de lo tradicional. Además del trabajo a nivel gráfico en computadores, da la posibilidad de integrar otras dimensiones: se puede programar, controlar y llevar una gestión mucho más exhaustiva y en tiempo real del desarrollo del proyecto.
Es una tecnología que, si bien está bastante avanzada en países europeos, en América Latina apenas es conocida e implementada en muy pocas empresas. Por ello, es que Claudio Troncoso, Director General de Asistencia Técnica, comenta que “cuando vimos la posibilidad de hacer un evento sobre esta tecnología, nos dimos cuenta de que era una posibilidad para posicionar el quehacer de la Universidad como líderes a nivel nacional en cuanto a una difusión masiva y sistemática. Buscamos expertos a nivel nacional y fue bastante difícil, porque en general no hay, y los que hay están saturados con compromisos de trabajo”. Agrega que, con la intención de tener una mirada internacional, se contactó al arquitecto Martí Broquetas.
¿Para qué sirve BIM?
Broquetas explica que “la potencialidad de BIM consiste en juntar todas las herramientas tradicionales y reestructurarlas, para que sirvan para construir una base de datos con toda la información relevante del proyecto; una base de datos que se pueda ir manteniendo desde el diseño inicial, donde se está calculando los espacios necesarios, hasta que finaliza la construcción de la obra y se entrega esta base de datos en forma de modelo tridimensional al cliente”.
Este software tiene un componente visual, que es el modelado en tres dimensiones. No obstante, resulta casi anecdótico en comparación con toda la información que incorpora sobre costos de espacios, materiales, entre otros. Toda esta información se añade de forma progresiva y permite que vaya pasando de un agente a otro, que se acumule en el tiempo y sea de utilidad durante todo el proceso de un proyecto, es decir desde la etapa de la idea hasta los años de explotación del edificio.