En el aniversario número 21 de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información, ACTI, enfrentamos nuevos desafíos que debemos sumar a nuestras tareas como industria TIC.
La implantación de la Agenda Digital, acuerdo público-privado que coronó los primeros 20 años de ACTI, ha generado una gran cantidad de actividades, reflejadas en grupos de trabajo sobre temas específicos, en los que se viene trabajando en estrecha coordinación con el Gobierno.
La campaña presidencial, inevitablemente, cambia el foco de interés hacia otros contenidos, por lo que tendremos que redoblar esfuerzos para mantener los temas de largo plazo de Chile en la discusión y en los foros públicos. Esto nos lleva al desafío de volcarnos hacia el sector privado en la generación de actividades concretas para acelerar el desarrollo del país.
Por otro lado, los cambios de liderazgo en las organizaciones gremiales nos abren nuevas oportunidades y desafíos para lograr posicionar la preocupación por las TICs en las empresas, tanto grandes como pequeñas, en todos los sectores. En particular, tenemos el desafío de desarrollar lazos estrechos con la Sofofa, de modo de fomentar y acelerar la incorporación de las Tecnologías de Información y Comunicaciones en las empresas productivas.
Claramente, el foco del trabajo es el aumento de la productividad de las compañías chilenas. Esta es nuestra gran deuda hasta ahora. Debemos transmitirle a los empresarios que la fuente más importante de competitividad de sus empresas está en un uso sofisticado de las TICs y que en Chile existe una oferta de calidad mundial, con profesionales de primer nivel que los pueden apoyar para inyectar valor a sus negocios.
Debemos esforzarnos por construir una red adecuada que sustente y amplifique la labor país que nos hemos impuesto. El juntarnos con universidades y asociaciones empresariales de los diferentes sectores económicos, es una tarea central.
Con respecto al desarrollo de la industria TIC en el mercado global, aparecen como desafíos importantes seguir atendiendo las misiones y alianzas internacionales, especialmente asiáticas (China, Taiwán, Corea e India); potenciar el Grupo de Integradores que se ha formado; y continuar el trabajo con Corfo e Innova Chile para focalizar los fondos de fomento orientados a las TICs. Como gran meta tenemos que levantar proyectos ambiciosos, posibles y creíbles para el desarrollo de empresas TI globales, efectivas y rentables.
Todo lo anterior debe lograrse sin afectar el día a día de la ACTI, que incluye la coordinación con el Gobierno en temas de coyuntura, defendiendo los intereses del país y del desarrollo de la industria TIC en Chile.
Para lograr estos desafíos, contamos con el apoyo del trabajo voluntario de los ejecutivos y dueños de las empresas socias, que han estado dispuestos a dedicar tiempo y recursos a las actividades de ACTI en pro del desarrollo del país y de la industria. Esta base de entusiasmo nos permitirá abordar con éxito los nuevos desafíos del 2005.
Mayo de 2005