Todo el mundo quiere apropiarse del 5G, ¿cómo lo hago yo?

Desde hace tiempo estamos escuchando en diferentes instancias acerca de las bondades que traerá el 5G a las compañías, las industrias, al país y los ciudadanos, así como las oportunidades abiertas en el horizonte de la innovación de procesos, modelos de negocio y las formas de relacionarse de las empresas con sus clientes y sus empleados.

Publicado el 31 Mar 2022

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Seguro que mucha gente ha escuchado hablar de las disrupciones que se avecinan en un futuro que puede ser cercano en sectores como el de la salud (a través de la telemedicina), la minería (autonomía y gestión remota), el retail (experiencias de compra virtuales que se acercan a las físicas), los videojuegos (hiperrealismo), la logística (trazabilidad en toda la cadena), y los seguros (personalización de los comportamientos de riesgo). Industria por industria podemos recopilar miles de casos que se están pilotando, oportunidades en proceso e ideas que en breve serán factibles y que la tecnología 5G aspira a traer. Sin embargo, lo que no está nada claro y así lo percibo en cada una de mis interacciones con ejecutivos tanto de Latinoamérica como de Europa, es que las empresas tengan una idea concreta de cómo avanzar en este campo de posibilidades de una manera rápida, eficiente y sostenible y cómo tienen que adaptarse internamente en sus procesos, organización, etc., para capturar esos beneficios potenciales.

Mucho por recorrer

Poniendo el foco en Chile, son varios los aspectos que le sitúan en una posición aventajada con respecto a los países de su entorno y otros de la OCDE; las subastas de licencias de espectro 5G, la avanzada implantación de fibra óptica, la digitalización del Estado y compañías, el grado de bancarización… Aspectos todos ellos que suponen camino recorrido, pero que no aseguran el éxito total. Hay mucho más por hacer en todos los niveles, público, empresarial, académico, individual, etc.

Del estudio global de EY “Reimaginando el Futuro de la Industria – 2022” sacamos una conclusión clara: las dudas e incertidumbres que las empresas tienen sobre el modo en que la tecnología 5G las ayudará a acelerar la consecución de objetivos de negocio. Esta es la pregunta medular por resolver. Se trata no solo de localizar las soluciones que 5G puede aportar, sino también el cómo implementarlas, y cómo adaptar toda la organización a ellas exprimiendo así todo su potencial.  

En esa línea, el estudio señala resultados trasladables a Chile. En primer lugar, relativos a la adopción de nuevas tecnologías. Las con mayor penetración son robótica y automatización (62% de penetración actual) y analítica e Inteligencia Artificial (61%), sin embargo, IoT (Internet de las cosas), Realidad Virtual y Realidad Aumentada o Blockchain, tienen una baja penetración (17% de las empresas tiene algún caso implementado), siendo claves en el desarrollo de 5G. Esto es algo que en el horizonte de 2-3 años, nuestros ejecutivos están considerando y vemos que el 50% tiene planeado invertir en alguna de estas tecnologías. Dichas tecnologías, sumadas a otras de última generación, como el Metaverso, constituyen un campo de experimentación donde las grandes compañías ya están empezando a jugar.

En cuanto al entendimiento de las áreas de las empresas en que estas tecnologías impactarán, tengamos en cuenta que el mundo post pandémico ha provocado un cambio en el escenario planteando urgencias que, en la mayoría de los casos, van orientadas a la eficiencia, optimización y resiliencia, generando grandes desafíos a las cadenas de suministro, las estrategias ESG, etc. Las compañías tienen los pies en el suelo y buscan soluciones para el “mundo real” y sus imperativos actuales, sin embargo, es crítico no olvidar las oportunidades que puede traer el 5G en el crecimiento de la primera línea, impulsando la creación de diferentes experiencias de cliente y opciones de disrupción en los modelos de negocio.

Es tiempo de ocuparnos más que de preocuparnos

La implementación de 5G en una empresa plantea dos tipos de desafíos a ojos de nuestros ejecutivos, internos y externos. A nivel interno, existe un alto componente de escepticismo y un desconocimiento de cómo el 5G, en conjunción con otras tecnologías emergentes, puede impulsar el negocio e integrarse en los sistemas legados y tecnologías ya existentes. A nivel externo, las principales trabas están relacionadas con la percepción de inmadurez de las tecnologías y, una falta de control sobre los riesgos que pueden acarrear relativos, por ejemplo, a la ciberseguridad y la protección de datos.

Teniendo en cuenta todo esto, mi punto de vista es que estamos en el momento de activarnos y de ocuparnos más que de preocuparnos. Es el momento de empezar a dar pasos con una inversión controlada, limitando el riesgo y manteniendo nuestro foco en generar impacto. Algunas recomendaciones que sugeriría son:

Primero

Revisar la estrategia de la compañía en este contexto cambiante, actualizando en los objetivos estratégicos e identificando los principales desafíos y problemas internos y externos para acoplarnos al nuevo contexto.

Segundo

Nivelar el conocimiento de los principales ejecutivos de la compañía en torno a las tecnologías emergentes. Mostrarles los casos que se han implementado ya en el mundo y discutir qué oportunidades podrían traer. Fomentar la capacitación y la participación en foros sectoriales, etc.

Tercero

Crear entornos colaborativos con diversos perfiles (negocio, tecnología, marketing, finanzas y otros) dentro de la compañía, que trabajen en soluciones que impacten en los procesos críticos de negocio y que generen una hoja de ruta que impulse la estrategia de la compañía.

Cuarto

Establecer alianzas y construir ecosistemas con compañías tecnológicas, de telecomunicaciones, universidades, etc. para avanzar en el desarrollo de oportunidades en un entorno controlado, con inversión limitada (y compartida) mitigando la incertidumbre.

Quinto

Avanzar de una manera incremental, partiendo por pilotos sencillos y midiendo el impacto y, a partir de ahí, ir construyendo casos más complejos, adaptando, en paralelo, los procesos y la organización a esta nueva forma de operar.

Sexto

Establecer un modelo de gobernanza que permita identificar riesgos y definir planes de mitigación. Medir el impacto de las iniciativas y establecer una comunicación efectiva en todos los niveles de la compañía para que estas iniciativas tengan notoriedad real.

Séptimo

Escalar en la organización esta manera de operar, basada en la agilidad, fomentando la colaboración y el desarrollo iterativo, integrando los aprendizajes en cada una de las nuevas implementaciones y midiendo constantemente los beneficios.

Por último, instaurar un proceso de innovación en la compañía que permita integrar de manera sistemática todo lo mencionado, en la operativa habitual de la compañía.

La complejidad de la tarea no debe paralizarnos. Avanzar dentro de la incertidumbre que todavía envuelve al 5G requiere que todos los actores implicados trabajen más que nunca de manera colaborativa. La Quinta Generación de telefonía ha venido para cambiar nuestro mundo y esto nos da la oportunidad de ser cautelosos pioneros, aprovechando las ventajas sobre aquellos que decidan permanecer de momento como espectadores.

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Redacción

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