Si el 2018 fue el año de la introducción de la tecnología de inyección de tinta en el segmento corporativo, el 2019 se transformó en el año en que esta innovación ya es una alternativa seria y real para responder a las necesidades de impresión de toda empresa.
Así se desprende de datos de la consultora de mercados IDC, que señalan que la participación de la tecnología de inyección de tinta dentro del segmento corporativo se duplicó en 2019, al alcanzar el 6% -aproximadamente- del mercado.
Desde Epson Chile, empresa japonesa que se enfoca en la transformación de la impresión corporativa, el encargado del área, Benjamín Gatica, explicó que “con un portafolio más desarrollado, el 2018 comenzamos con la instalación de equipos en el mercado, y ya el 2019 hemos logrado que los canales y clientes finales se abran a la tecnología de inyección de tinta, ya no están cerrados 100% al láser”. Además, adelantó que “la proyección para este 2020, es seguir con el mismo ritmo de crecimiento con el objetivo de llegar a fines del 2021 con una participación del 15% del mercado”.
Entre las grandes ventajas que supone la tecnología de inyección de tinta de Epson está el hecho de que permite ahorrar en costos por página; el beneficio de continuidad operativa que ofrecen estos equipos al requerir menos cambios de consumibles y el beneficio sustentable, ya que su consumo de energía es considerablemente más bajo que el láser y produce menos cantidad de desechos asociados a la impresión.
“Hemos calculado con clientes con un parque de impresión de 500 máquinas, que sólo por concepto de electricidad se ahorran un 90% -$44 millones en 36 meses- con respecto al láser. La tecnología Epson de inyección de tinta es sin calor, a diferencia de la tecnología láser que necesita calor para funcionar. He aquí la diferencia en el ahorro de energía. Eso sin considerar el ahorro por el costo de impresión que es un 20% a un 30% inferior al láser”, calculó el Channel Manager de Impresión Corporativo de Epson.
Según Gatica, “tener conciencia medioambiental no cuesta más, ser ecológico con Epson no es caro. Es un diferencial y lo que nosotros ofrecemos es romper con el mito de que ser ecológico implica aumentar los costos”.
De esta manera, explicó, “logramos seguir posicionando la tecnología en el segmento corporativo, a través de la consolidación de los canales que conocieron la tinta color en 2018, más los que sumamos en 2019, empujados por clientes finales que comenzaron a preguntar por esta tecnología”.
Una de las claves fue la ampliación del portfolio que en 2019 incorporó productos con mayores prestaciones y de mayor velocidad: una impresora de 75 páginas PPM color y un equipo monocromático de 100 PPM con sistema de bolsa de tinta. “Ahora tenemos la capacidad de ofrecer no sólo la conversión del láser a la inyección de tinta a color, sino también a la tinta monocromática lo que nos ha permitido llegar a más empresas con una oferta mucho más amplia y masiva”, añadió.
El 2019, permitió también a la compañía japonesa ganar negocios importantes en servicios de impresión (MPS) para industrias como salud, gobierno, municipalidad, bancos, empresas financieras o de minería, entre los que destacan los casos de Alma y Chilexpress.
Actualmente, el negocio de MPS representa 120 millones de dólares al año, que equivale a un 35% aproximadamente de lo que se vende en el segmento corporativo donde el cliente paga por una continuidad operativa, con un costo por página de impresión. Es decir, las máquinas son del canal, no del cliente.
Para 2020, se proyecta el lanzamiento de familias nuevas de impresoras con equipos de velocidades de 60, 75 y 100 PPM.
