Tareas pendientes para Chile en el Día Mundial de la Propiedad Intelectual

Tras un año en que el tema de la propiedad intelectual ha estado en el centro de la discusión legislativa, y cuando nuestro país se suma por segunda vez a los festejos del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, es relevante saber si tenemos algo que celebrar. Y la respuesta es, definitivamente, sí, aunque todavía existen importantes desafíos, claves no sólo para industrias como el software o la entretención, sino para todo el país, y lo cierto es que la velocidad de los cambios resulta algo desalentadora.

Publicado el 31 May 2009

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Tras un año en que el tema de la propiedad intelectual ha estado en el centro de la discusión legislativa, y cuando nuestro país se suma por segunda vez a los festejos del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, es relevante saber si tenemos algo que celebrar. Y la respuesta es, definitivamente, sí, aunque todavía existen importantes desafíos, claves no sólo para industrias como el software o la entretención, sino para todo el país, y lo cierto es que la velocidad de los cambios resulta algo desalentadora.

De hecho, y pese a los avances, la Oficina de la Representante del Comercio de Estados Unidos (USTR) decidió mantener a nuestro país en la denominada “Lista Roja”, por no cumplir adecuadamente con la protección de los derechos de autor. Similar preocupación ha manifestado la Unión Europea.

Durante el año 2008 hubo avances como la tramitación del proyecto que modifica la Ley de Propiedad Intelectual, la promulgación del Acuerdo de Patentes que facilita la inscripción de patentes en Chile, la creación de la Brigada Investigadora de Delitos contra la Propiedad Intelectual (Bridepi) y la transformación del DPI en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (Inapi).

Una ‘fiesta’ para todos

Sin embargo, la piratería sigue siendo muy alta, ocasionando pérdidas de ingresos para autores, empresas relacionadas y el fisco, por la evasión que el comercio clandestino trae aparejada. Un ejemplo claro es que sólo en materia de software, el país pierde más de US$180 millones al año.

Sigue pendiente por parte del Gobierno una acción coordinada de los ministerios de Educación, de Cultura y otros para educar a los jóvenes y a toda la sociedad acerca del valor de la creación y la protección de la propiedad intelectual en el ámbito de la innovación y el emprendimiento. Uno de los grandes desafíos es lograr un cambio cultural en este sentido.

Todos los involucrados, tanto del sector público como del privado, debemos seguir trabajando por superar los temas pendientes, con altura de miras, sin exclusiones y con la convicción de que una mejor protección y un buen cumplimiento de nuestro ordenamiento jurídico traerá más desarrollo para el país y beneficios para todos. Es de esperar que el próximo año, cuando volvamos a festejar el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, no tengamos temas pendientes, y la celebración sea realmente una ‘fiesta’ para todos.

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Redacción

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