Los ciberataques han aumentado en un 138%, generando pérdidas económicas y de reputación significativas con respecto al año anterior.
Una nueva normativa
El 10 de diciembre el Congreso despachó el proyecto de ley de ciberseguridad e Infraestructura Crítica de la Información. Este proyecto es una de las prioridades legislativas en materia de seguridad, especialmente relevante en la actualidad, donde la urgencia de un marco regulatorio y políticas de protección es crucial ante las amenazas en el entorno digital.
La normativa instituye la Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI), un ente público encargado de regular, supervisar y aplicar sanciones a los organismos involucrados en asuntos de ciberseguridad. Asimismo, se establece un procedimiento de autorización judicial para el acceso a redes o sistemas informáticos por parte de la Agencia.
Una realidad “ineludible”
Durante el 2022, nuestro país enfrentó 14 mil millones de intentos de ciberataques, un aumento del 50% en comparación con el 2021, como indica el informe de FortiGuard Labs de Fortinet, una empresa líder en ciberseguridad a nivel global.
En este contexto, los seguros cibernéticos emergen como un salvavidas necesario. Howden considera que asegurarse contra ciberataques ya no es una opción, sino una responsabilidad y necesidad para todas las empresas por que representa una garantía reputacional tanto a las organizaciones como a la confianza de las personas que entregan sus datos.
Estos seguros no sólo cubren pérdidas financieras derivadas de ataques informáticos, sino que también facilitan la gestión de crisis, recuperación de datos y protección de la reputación empresarial. Además, ofrecen herramientas para implementar medidas preventivas y de respuesta ante incidentes cibernéticos.
Desde la perspectiva de Howden, el resguardo frente a ciberataques se convierte en una necesidad ineludible para todas las empresas, sin importar su envergadura.
Protección ante pérdidas económicas
Este enfoque se sustenta en estadísticas contundentes que prevén pérdidas económicas por ataques informáticos que podrían ascender a los 10 billones de dólares a nivel mundial para el año 2025, según proyecciones de Cybersecurity Ventures.
Además, según el Cyber Security Index (NCSI), Chile ha caído 10 puestos este 2023 en relación con el mismo índice del año anterior. Este retroceso deja tanto al Estado como a las empresas y personas individuales en una posición vulnerable, siendo más recurrentes los ataques de Ransomware dirigidos a las Pymes debido a las básicas medidas de seguridad informática que muchas poseen.
La presencia y cobertura de seguros cibernéticos representan una piedra angular en la protección del capital virtual de las empresas, representando una inversión estratégica en la continuidad operativa, especialmente en un entorno empresarial que se vuelve cada vez más dependiente de la digitalización.