Romina Aducci, Telecom Research & Consulting Director de IDC Latinoamérica: “Chile es pionero en la adopción de movilidad empresarial”

En América Latina, dos de cada tres empresas movilizan a más del 10% de sus empleados, mientras que en Chile esta cifra alcanza el 35%, siendo pionero en la materia, según se expuso en el seminario ?IDC Enterprise Mobility and Consumerization of IT?, efectuado en abril pasado en nuestro país y que abordó la penetración de la consumerización a nivel regional y nacional.

Publicado el 31 May 2013

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En América Latina, dos de cada tres empresas movilizan a más del 10% de sus empleados, mientras que en Chile esta cifra alcanza el 35%, siendo pionero en la materia, según se expuso en el seminario “IDC Enterprise Mobility and Consumerization of IT”, efectuado en abril pasado en nuestro país y que abordó la penetración de la consumerización a nivel regional y nacional.

¿Qué tanto ha penetrado esta tendencia en Latinoamérica?
Hay que partir de la base que la consumerización tiene múltiples dimensiones y una de las métricas que nosotros tomamos fue la tasa de movilidad -cantidad de empleados de una organización que desempeña total o parcialmente sus actividades fuera de su escritorio-. En este contexto, en América Latina, dos de cada tres empresas tienen más del 10% de su fuerza de trabajo movilizada, lo que da cuenta de un crecimiento sostenido durante los últimos 5 años. En tanto, Chile es pionero en la adopción de movilidad empresarial, con un 35%.

Cabe destacar que la voluntad de una compañía por brindar conectividad a sus funcionarios se relaciona con el tipo de actividad que realiza. Cuando ésta transcurre en sitios geográficamente dispersos, es mayor el beneficio que se obtiene movilizándolos, a través de recursos y aplicaciones corporativas.

¿Cuáles son los retos que la consumerización representa para las empresas?
De acuerdo a los gestores de sistemas, la primera preocupación que tienen las organizaciones apunta a la seguridad y privacidad de los datos, ya que la consumerización implica la incorporación de dispositivos personales a la plataforma corporativa, que es finalmente la responsable de los datos o actividad que desempeña el equipo. Si bien éste es de propiedad del trabajador, se está utilizando para acceder a aplicaciones empresariales, lo cual contempla una política de Bring Your Own Device (BYOD) entre empleado y empleador. En este acuerdo contractual se deben definir los recursos a los que el usuario podrá acceder, bajo qué fines y qué datos quedarán protegidos por la compañía y cuáles no.

¿Qué aspectos involucra esta política? ¿A quiénes concierne?
Según nuestra investigación, el 55% de las empresas que implementa una política de BYOD establece sistemas de Mobile Device Management o gestión de dispositivos móviles que implican ciertos parámetros. Entre éstos se encuentra la definición de perfiles de usuarios; seguridad en entornos móviles; virtualización; infraestructura; definición de contenidos; herramientas de gestión e incorporación de elementos de colaboración para brindar al usuario diferentes métodos o interfaces de comunicación. Por esta razón es que el rol de los ejecutivos de nivel C -entre ellos los CIOs- y directivos seniors de las compañías debe cambiar y, por ende, adoptar esta dinámica de los dispositivos no tradicionales, ya que son verdaderos evangelizadores que forzarán el cambio al interior de las organizaciones. Son éstos los que mayor influencia poseen para soportar equipos estándares.

¿Cuáles son los principales beneficios de la consumerización?
La consumerización de TI permite acceso a la red corporativa a una mayor base de trabajadores móviles y a menor costo, brinda mayor flexibilidad y alternativas para los empleados en términos de los dispositivos que utilizan y cómo éstos funcionan, y aumenta las ventajas competitivas de la empresa, ya que impulsa la innovación y focalización en la evolución de las preferencias cambiantes de los empleados, lo que genera un aumento de la productividad.

También involucra un cambio cultural al interior de la organización, así como una política para definir a un responsable de los datos en estos equipos móviles. Hay que tener en cuenta que el BYOD trae aparejada la exposición de la información en la compañía y potenciales virus que pueden afectar dichos dispositivos.

¿Es la generación “Y” la que está impulsando esta tendencia?
Sí, ya que es una generación que nació con la tecnología en su ADN, por lo que exige este tipo de recursos en el trabajo. De hecho, son jóvenes que no saben trabajar de otra forma, y si tuvieran que hacerlo sería una gran desmotivación para ellos.

Lo anterior implica un reto bastante fuerte en lo que tiene que ver con gestión del cambio, sobre todo porque quienes toman las decisiones o gestionan el negocio pertenecen a otra generación, pero tienen que dar respuestas a estos usuarios.

En este contexto, las exigencias de este tipo de trabajadores son plataformas de redes sociales, dispositivos móviles inteligentes y herramientas de colaboración (conferencia, video y web).

¿Cuáles son las proyecciones de esta tendencia?
Si bien los teléfonos inteligentes continuarán liderando la intención de inversión de dispositivos móviles, los tablets responderán a la aspiración o voluntad de los usuarios de incorporar nuevos equipos a la organización. En Chile, el 35% del presupuesto móvil de 2013 de las organizaciones se gastará en smartphones, mientras que sólo el 2% será para tablets; cifras que reflejan la escasa adopción de esta categoría de equipos en el país a nivel empresarial, ya que el 85% de los empleados utilizará su tablet en el trabajo y sólo el 13% ocupará dicho dispositivo corporativo.

En el país, el 45% de las compañías incluye dispositivos personales en la plataforma de administración, cifra que seguramente aumentará, ya que se espera que durante 2013 los smartphones y tablets se incrementen en un 45% y generen el 32% de todas las ventas de TI.

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Redacción

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