Por Francisco González, Gerente General de Vertical Hunter.
La renuncia silenciosa es una nueva forma de protestar de los colaboradores que están descontentos con su organización y que se ha acentuado en el último tiempo. Tiene lugar cuando, por ejemplo, los empleados priorizan su salud mental o vida personal (familia, amigos, deportes, pasatiempos, etc.) antes que su empleo. En otras palabras, se manifiesta cuando los trabajadores se limitan a cumplir con lo mínimo en su cargo, sin invertir su tiempo libre en una organización que no los reconoce ni premia.
En efecto, diversos son los factores que la pueden generar. Algunos de ellos son el descontento porque no se pagan las horas extras, un mal jefe, empleo con poca proyección, falta de reconocimiento, poco tiempo para la vida personal y familiar, trabajar para sólo pagar cuentas, escasos o nulos beneficios versus los que ofrecen otras empresas, etc.
Otra causa de esta tendencia se da porque tras la pandemia muchas empresas han obligado a sus trabajadores a regresar a una modalidad 100% presencial, lo que desmotiva a quienes estaban esperando trabajar al menos de manera hibrida, para así ahorrar en transporte y no perder tantas horas en traslados, poder alimentarse mejor en casa y contar con más tiempo para la familia.
En este contexto, las empresas y las jefaturas son quienes deben detectar la falta de motivación y el descontento de sus colaboradores. Para ello deben conversar constantemente con sus equipos, escucharlos, observarlos, ver sus resultados en el trabajo, si aportan o no en las reuniones, si participan en las actividades que se realizan (cumpleaños, after office, etc.), si llegan o no a la hora, si saludan o comparten con sus compañeros, conocer sus frustraciones y aspiraciones, etc.
Frente a lo anterior, también se pueden aplicar ciertas medidas que favorezcan la calidad de vida de los colaboradores como el hecho de evaluar alternativas de Home Office, fijar la salida más temprano los viernes o regalar el día de cumpleaños al trabajador, etc. Se trata de iniciativas que no significan flujo de caja y generan motivación y compromiso y, por ende, retención de talentos y mayor productividad y resultados.
Las nuevas generaciones de trabajadores como los Millennials tienden a ser perfiles que toman decisiones a corto plazo, que evalúan más otros factores, como tener tiempo para ellos, para sus actividades, viajar, etc. A diferencias de las generaciones mayores que buscan estabilidad y están más acostumbradas a estar años en una misma empresa, los Millennials o la llamada Generación Z no se proyectan en las empresas, no es algo normal estar tanto tiempo en una misma organización. Por el contrario, ellos buscan movilidad, independencia, ser motivados, etc. Por lo tanto, la renuncia silenciosa en estos perfiles puede ser algo más normal o factible.
Finalmente, no olvidemos que los trabajadores están más tiempo en las oficinas que en sus hogares. Además, cuando la rotación de los empleados en una compañía es alta y su permanencia es baja son señales de que algo está fallando, ya sea a nivel de cultura, retención y calidad de empleo.