Con muchos sueños, en mayo de 2003 Fernando Nilo, Gerente General; y Mauricio Núñez, Gerente de Medioambiente – RSE, se decidieron -como afirman- por iniciar el camino más difícil al éxito, el del emprendimiento. El plan de negocios consignó ventas por US$500 mil, pero durante el primer año de operación Recycla Chile alcanzó aproximadamente US$1 millón. La empresa pasó de procesar 100 toneladas durante el 2003 a cerca de 1.500 toneladas hoy. Además, ha ganado importantes premios y es uno de los 70 casos destacados por Corfo Innova.
Con sólo un notebook, que contenía una presentación con sus ideas sobre reciclaje electrónico, Fernando y Mauricio viajaron a Canadá con un objetivo claro: conseguir que Maxus, la empresa más importante de reciclaje electrónico de ese país, fuera su socio ¿Cuál era la oferta de los chilenos? La intención de construir la primera planta de reciclaje electrónico de Sudamérica.
Llegando a Chile y con un capital inicial de 2.000 UF, conseguido con familiares, compraron un terreno para la planta. Paralelamente, la empresa canadiense también compró la idea de aportar su tecnología como socio de Recycla. Y así partieron…
Los desechos tecnológicos
En noviembre de 2003 Recycla Chile consiguió su primer cliente. La empresa logró conquistar a importantes compañías en su modelo de negocios, basado en dos áreas. La primera es el reciclaje de metales no ferrosos -cobre, bronce, acero inoxidable y aluminio- residuos que se compran a las empresas que los generan para su exportación a fundiciones en países como Uruguay, Brasil, Bélgica y Holanda. La segunda área es la de reciclaje electrónico, un ámbito de gran potencial por la obsolescencia de los equipos y la masificación que éstos han tenido. “Ahí está el futuro, pero el mercado y la ciudadanía está recién ‘despertando’ a la importancia que tiene medioambientalmente hacerse cargo de éstos, ya que muchos de ellos contienen residuos altamente contaminantes”, explica Núñez.
Empresas de tecnología como Epson y HP ya están trabajando con Recycla en el tratamiento de sus desechos electrónicos, así como también grandes consumidores de tecnología como la banca. Para la compañía, la demanda de sus clientes ha sido exponencial y las proyecciones de crecimiento, por tanto, están haciendo pensar a Recycla Chile que crecer es una obligación urgente.
Este éxito rotundo se explica, según sus creadores, porque han sabido responder a la confianza depositada en ellos por las empresas TI. “Estas tienen la certeza de que el material de desecho que nos entregan será reciclado y que no terminará en el mercado informal. Garantizamos la seguridad de que el material que necesitan eliminar será destruido y posteriormente reciclado”, asegura.
Corfo destacó en el 2004 a Recycla Chile con el Premio a la Innovación, gracias a lo cual la empresa pudo invertir en marketing corporativo, y ha ganado numerosas distinciones en el ámbito de la innovación, medioambiente y RSE. Todo gracias a la convicción de que los desechos metálicos y electrónicos son el negocio del presente y del futuro.
Recycla es reconocida como la primera empresa en Latinoamérica dedicada al reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos, y fue seleccionada como finalista del Concurso “Emprendedor Social” (los años 2005 y 2006) de la Fundación Schwab, organización hermana del Foro Mundial de Davos, por su gestión basada en el “Triple Resultado” (impacto económico, social y ambiental).