Durante la pandemia, la tecnología se convirtió en una parte primordial de las operaciones de las empresas, permitiéndoles seguir funcionando en medio de las restricciones y el distanciamiento social. Sin embargo, muchas compañías aceleraron este proceso sin contar con las bases tecnológicas necesarias para lograr una buena ejecución de manera eficiente.
“Es común observar cómo algunas empresas aplican nuevas tecnologías sin tener un claro entendimiento de por qué lo están haciendo, lo cual resulta en un aumento significativo en su presupuesto tecnológico. Este presupuesto puede llegar a incrementarse hasta un 30%, sin que se obtengan resultados tangibles. Esta falta de estrategia y planificación puede ser nefasta, especialmente en épocas de crisis como la actual”, comenta Tomás Ecclefield, Co-founder y CEO de Digital eXp.
Es por esto que se espera que 2024 sea un año de inflexión en la inversión y en el uso de la tecnología por parte de las empresas chilenas, que deben evaluar cuidadosamente cuáles son sus necesidades tecnológicas en línea con sus objetivos de negocio y cómo pueden implementarla logrando eficiencias concretas.
Para el ejecutivo, si las empresas desean aprovechar al máximo las nuevas tecnologías, como la IA Generativa, deben antes consolidar, simplificar y extraer valor de los datos y sistemas actuales. También es fundamental robustecer la seguridad y la continuidad operacional, construir una arquitectura resiliente y escalable, y estandarizar las integraciones de sistemas y datos.
Antes de invertir en tecnología se deben identificar las necesidades reales del negocio, definir los objetivos, establecer indicadores de éxito, contar con un presupuesto realista y diseñar un plan de implementación detallado. El tener múltiples iniciativas estratégicas se traduce muchas veces en una multiplicidad de proveedores, desarrollos y bases de datos, lo que no solo es costoso, sino que también genera una mayor complejidad a nivel tecnológico.
Uno de los aspectos más preocupantes actualmente es la ciberseguridad. En Chile, por ejemplo, se producen cerca de 1.300 ataques por minuto, cifra que se espera aumente en 2024 y hace que sea fundamental tomar medidas para proteger la soberanía digital y prevenir futuros ciberataques. Para esto es primordial contar con bases tecnológicas robustas y bien gobernadas, lo que implica tener un ecosistema simple y monitoreado que permita detectar cualquier anomalía o intento de intrusión. Además, es importante contar con personal capacitado en ciberseguridad y establecer protocolos de actuación ante posibles ataques.
“En conclusión, se espera que el 2024 sea un año de inflexión, donde las empresas van a repensar sus estructuras, su tecnología, enmarcado en un contexto de eficiencias, buscando ser más simples y consolidando tecnología que les permita en los próximos años invertir de manera planificada. Esto les permitirá aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y mantenerse competitivas en un entorno digitalizado. Es importante tener un plan definido antes de invertir, para evitar la multiplicidad de proveedores y desarrollos. Además, la ciberseguridad juega un papel fundamental en este escenario, por lo que es necesario contar con bases tecnológicas robustas y establecer protocolos de actuación ante posibles ataques. Solo de esta manera, las empresas podrán enfrentar los desafíos tecnológicos y proteger su soberanía digital”, finaliza Ecclefield.