Manuel Viera.
¿Con la pandemia es posible acelerar la transformación digital de la industria?
En la industria en general, creemos que este período será de gran aprendizaje para diversos sectores. Sin embargo, en el sector minero la transformación digital se produjo hace un buen tiempo atrás. Hoy en este mundo vemos minas ubicadas en Calama que se operan desde Santiago; el Centro Integrado de Operaciones de Codelco en la ciudad de Los Andes, que comanda diversas áreas de la División Andina; los camiones autónomos; y los sensores en máquinas y equipos que van indicando el desgaste de material, de forma tal de no tener que hacer una parada de emergencia, sino que trabajar con mantenimiento preventivo; así como brazos robóticos en la reposición de layner, etc. Gracias a que la minería tiene varias operaciones unitarias automatizadas, no ha paralizado a diferencia de otros países, y eso debe servir de ejemplo.
El teletrabajo puede ser uno de los aspectos que ha influido en un mayor número de personas. Esto a futuro puede ser una buena alternativa, claro que no se puede aplicar en todas las áreas de los sectores productivos.
Frente a esta pandemia, las lecciones aprendidas serán un aporte para el futuro productivo del país. La transformación digital debe partir por la personas, luego los procesos y después la tecnología, todos en un círculo virtuoso.
¿En qué estado de avance está Chile en cuanto a Minería 4.0?
Cuando se habla de Minería 4.0, cabe destacar que no solo se hace pensando en transformación digital, sino que, como postulamos en la Cámara Minera de Chile, se trata de un concepto más amplio de “minería planetaria”, con respecto a las comunidades, al medioambiente, a los trabajadores y que busca ser un aporte no solo al país, también a las áreas de influencia en las que están las operaciones. La Minería 4.0 en una minera representa la eficiencia, la que claramente puede pasar por nuevas tecnologías; por profesionales y trabajadores que se adaptan, reconvierten y aportan. Esto forma parte del valor compartido, que no significa una distribución de utilidades, sino que una sinergia de la expertise; es un ganarganar de ida y vuelta.
Ahora, desde lo estrictamente tecnológico, si bien el sector minero ha sido pionero en ello y ha aportado al país diversas tecnologías, que en la actualidad vemos aplicadas en comunicaciones e incluso en medicina, debemos pensar en cómo traspasar a la cadena de valor este requerimiento y conocimiento. Además, en un futuro no muy lejano, podemos pensar en otro producto minero a exportar, como los desarrollos que se han gestado en el país. Un ejemplo claro es que la ingeniería de proyectos se trasformó abruptamente y está usando tecnologías como: Analytic, Cloud, Internet of Things; adoptando una cultura de innovación; usando tecnologías LEAN/ BIM 3D, 4D y 5D; además de procesos automatizados mediante centros de control a distancia, y el teletrabajo como base.
¿Qué debe hacer una compañía minera antes de embarcarse hacia una Minería 4.0?
Yo creo que la industria minera está en esa línea. Ha estado trabajando hace tiempo en ello y de una forma natural, ya que se ha ido superando en la medida de sus requerimientos.
La actividad minera es muy demandante de tecnología y las compañías que operan en Chile, incluida Codelco, son empresas que la han implementado. La operación, seguridad, productividad y reducción de costos son fundamentales, y han sido un resorte trascendente para la incorporación de tecnología e Inteligencia Artificial.
¿Qué tecnologías están siendo claves en esta industria?
Hoy, específicamente, todo lo relacionado con las comunicaciones, tanto al interior de la mina como para aquellos que están laborando en teletrabajo. Sin embargo, en las faenas mineras se emplea automatización y robotización colaborativa; telecomandos y centros de operación a distancia; vehículos autó- nomos; medición de signos vitales de los equipos críticos; fabricación de pernos chancables que elimina las paradas en chancadoras; minería telerrobotizada, etc. Podemos observar el uso de maquinaria robótica controlada a distancia para extraer minerales, y así reducir los riesgos para los mineros; minas inteligentes y altamente automatizadas, reutilizando los materiales de los relaves en un esfuerzo por contribuir a la economía circular; al igual que camiones y LHD autónomos; análisis predictivo e integración digital de datos; y Realidad Virtual Ampliada para capacitación y reconversión laboral. Ha sido la forma en que muchas operaciones han podido mantener sus niveles en época de pandemia.
También se está promoviendo el “cobre verde” o “green mining” para eficiencia de los procesos de extracción y procesamiento de mineral, e introduciendo energías limpias.
¿Qué proyectos destacaría como emblemáticos en este sentido?
Es relativo, ya que cada compañía tiene una o más operaciones que han sido ejemplo en algún momento. Pero en el marco de los adelantos tecnológicos, varias operaciones de Codelco podrían ser un ejemplo a seguir.
El CIO (Centro Integrado de Operaciones en la División Andina); la División Ministro Hales, en que desde Santiago y mediante una sala de control es posible manejar a distancia toda la operación, logrando reducir los costos y maximizar la producción, entre otros beneficios.
Ejemplos similares podemos encontrar en empresas como Collahuasi, BHP y Antofagasta Minerals, entre otras. Cabe destacar, además, que si bien a menor escala, los adelantos tecnológicos también han alcanzado a la mediana y pequeña minera.
¿A qué objetivos apuntan hoy principalmente las inversiones en tecnología en la gran minería?
Son varios los factores, entre ellos la seguridad y salud de los trabajadores, por ello se han implementado adelantos tecnológicos en áreas que eran de alto riesgo para los operadores. Además, hay inversiones que apuntan a una reducción de costos y mayor producción, pero también a mejorar la productividad.
¿Hay experiencia de industrias mineras de otros países que debamos replicar?
Si bien Chile tiene altos estándares, también hay que indicar que muchas de las compañías son multinacionales, por ello Australia, Canadá y Suecia son países interesantes de monitorear. Sin embargo, hay otros, que son proveedores de tecnología, que siempre debemos observar, como Finlandia y Estados Unidos.
¿Existe en el país una oferta adecuada de herramientas tecnológicas para este sector?
Hay un gran potencial en Chile. Sin embargo, los principales proveedores del sector son empresas multinacionales que en sus países de origen cuentan con grandes departamentos y presupuestos para investigación y desarrollo tecnológico, que son con los que contamos hoy en el país.
Una de las formas en que estas empresas trabajan es detectando las necesidades de la industria para proceder a su desarrollo y también en conjunto con las mineras.
En este sentido, para fomentar el desarrollo tecnológico, Chile deberá perfeccionar su quehacer mediante políticas públicas modernas y que impulsen I+D.
Finalmente, ¿cuáles son los principales retos que enfrenta la industria en materia de TI?
Un gran reto que tiene el sector en estos momentos es traspasar toda esa expertise a escala para la mediana y pequeña minería. Muchas veces no se valora el aporte que estas hacen, sin embargo, muchos grandes proyectos han sido gracias a la pequeña minería. Por ello es importante buscar la fórmula de incluir más tecnología en ellas.
El mayor reto es industrializar nuestras riquezas minerales, en base a una trasformación digital altamente mecanizada, con grandes centros de investigación que hacen mucha falta al país, para generar más empleos de calidad y divisas, sustituyendo importaciones.
En síntesis, ¿cómo se puede avanzar hoy hacia una industria minera mucho más eficiente?
La tecnología es la palanca de desarrollo científico que genera eficiencia y confiabilidad, pero para ello es preciso avanzar en dotar a nuestros trabajadores y técnicos en nuevas competencias mediante una cultura de innovación. La minería debe enfrentar grandes desafíos como la escasez de agua, energía limpia, transporte, caída de las leyes de los minerales, yacimientos etarios que en 20 ó 30 años más de agotan, y falta de nuevos proyectos para reponer o ampliar producción. Todos estos desafíos requieren mejores tecnologías, de punta, eficientes, seguras y confiables, pero ello conlleva tener nuevas políticas públicas. En la actualidad hay otros factores en los que tal vez la tecnología será trascendente, como las normas medioambientales, el comportamiento y respuesta de proveedores y colaboradores, etc.
La inclusión de energías renovables y la industrialización de nuestros minerales son desafíos que tiene la industria y si estos requieren tecnología, seguramente la implementarán.
