Dentro de las múltiples destrezas que se requieren para los cargos gerenciales, el dominio del idioma inglés es la más escasa; la mayoría de los cargos directivos en Chile están carentes de profesionales bilingües porque priorizan su dominio técnico en áreas específicas. Hace algunas semanas se dio a conocer la cuarta edición del English Proficiency Index, que muestra a Chile en el lugar 41 dentro de los 63 países en el ránking global de dominio de inglés; además baja considerablemente el dominio a la edad de 45 años. Esto provoca una disminución en las fortalezas de los candidatos y nos lleva a buscar profesionales fuera de Chile.
“El escaso nivel de inglés entre las habilidades gerenciales se produce en su mayoría porque los cargos priorizan postgrados de especializaciones, siendo el idioma una de las áreas más olvidadas por parte de los gerentes; sin embargo no debemos olvidar que cada vez existen más vacantes con esta exigencia, pues el número de multinacionales en nuestro país va aumentando a medida que pasan los años”, sostiene Patricio Varela, Gerente Comercial del Instituto Chileno Británico de Cultura.
Contar con una certificación en términos laborales es una gran diferencia al momento de evaluar las habilidades gerenciales, pues genera una gran ventaja comparativa sobre el resto de los gerentes. Las certificaciones deberían ser un requisito indispensable al momento de postular a un cargo gerencial, pero no existen los suficientes profesionales con certificaciones para cubrir esta demanda.
¿Cómo lograr un nivel de inglés válido?
“Para llegar a un nivel de inglés que permita interactuar con solvencia y seguridad en el ámbito laboral y también en el social, los gerentes interesados pueden tomar cursos personalizados en el Instituto Chileno Británico de Cultura, ya sea de inglés general o inglés enfocado en el área de los negocios. De este modo, pueden desarrollar y consolidar todas las habilidades lingüísticas que el mercado está buscando y, además, tienen la posibilidad de acceder a la certificación internacional de sus competencias lingüísticas mediante alguno de los exámenes que ofrece el instituto para este efecto, tales como el Bulats, BEC y el ICFE. Gracias a esto, las brechas de los profesionales se reducen y aflora una nueva ventaja comparativa”, finaliza Patricio Varela.
La importancia radica en saber cuál es el nivel de inglés con respecto a otras personas a nivel mundial, realizando un benchmarking con estándares internacionalmente definidos y reconocidos y poder estar certificado por varios años. Todo con el objetivo de buscar una mejor posición dentro de la empresa y a nivel mundial.