MTrate de imaginar qué sería de su vida si pudiera tener acceso a Internet donde quiera que estuviese. Pregúntese cuál sería la razón de ir a la oficina o a algún servicio público a preguntar cómo se realiza algún trámite. La verdad es que no habría ninguna razón para hacerlo, excepto por algo que tiene que ver con la naturaleza misma del ser humano y que profundamente espero que no se extinga, el contacto personal con los demás.
Permítame hacerlo volar un poco con la imaginación… Hace sólo unos años, si usted necesitaba dinero, la única forma era ir al banco, hacer un cheque, ponerse en la fila, cobrar el cheque y luego hacer lo que necesitaba. Es probable que a esa altura ya no recordara para qué necesitaba el dinero. Tiempo estimado, una o una hora y media. Hoy, usted simplemente pagaría con su tarjeta de crédito o débito, o iría a un cajero automático para obtener efectivo.
Algo similar pasa a la hora de pagar las cuentas. Prácticamente todas las empresas de servicios le permiten pagar sus cuentas a través de Internet. Basta con que se siente frente a un computador en cualquier sitio y lo haga.
Pero el cambio sigue. Todo eso que les conté antes, de cómo realizar tareas “sin moverse de su casa o su escritorio”, ahora puede hacerlo en movimiento, por ejemplo, en la playa o en la cancha de golf.
Los teléfonos móviles permiten acceder a Internet, la de verdad, ésa que muestra figuritas moviéndose, la misma que usted tiene en su computador. Estos nuevos equipos ocupan tecnología de punta que permite transmitir datos (que es en lo que al final se transforma en nuestra voz, mensajes cortos, fotos o cualquier contenido que quiera compartir). Así, pagar las cuentas, revisar los correos electrónicos, escuchar radio, su último CD o tomar esa foto de un lugar preferido es algo que puede hacer usando sólo su teléfono móvil.
Y los avances siguen…
Hoy existe en Europa lo que los entendidos llaman 3G “la tercera generación”, que no es otra cosa que una evolución de la tecnología que permite que los datos viajen en forma más rápida por el aire. Con 3G se podrán realizar videoconferencias utilizando su teléfono móvil.
Como conclusión y para que lo piense, no hay ningún dispositivo que se use más horas durante el día que el teléfono móvil. En ese sentido, el desafío de los fabricantes está en in-corporar el móvil a todas aquellas actividades que las personas realizan en el día.
Esto puede parecer un cuento de “Viaje a las Estrellas”, sin embargo es algo que está hoy entre nosotros para quedarse. Lo importante es hacer que todas estas maravillas que brinda y brindará la tecnología sean usadas con el sentido de mejorar la calidad de vida, invertir más tiempo en el simple ocio y no olvide que la mayor y mejor ventaja del móvil es que incorpora una tecla para poder apagarlo.
Agosto de 2006
