La Arquitectura Orientada a Servicios, SOA, aparece cada vez más como el tema de debate en múltiples industrias preocupadas en integrar aplicaciones y reducir costos. Se trata de un universo de soluciones que permiten desarrollar servicios sin afectar el funcionamiento de otros sistemas empresariales. Es necesario aclarar que es una metodología (o ‘arquitectura’) que apunta a crear mayor agilidad de las TI, de los negocios y reducir el costo propietario, lo que se suma a los beneficios económicos de la integración de aplicaciones y, en este sentido, se ajusta a las metas de todo gerente. En el caso de las finanzas, SOA representa un paso ineludible para crear sinergias y acceder a información útil que, de otro modo, sería muy difícil de obtener.
Tradicionalmente, el enfoque de la integración de SOA incluye crear servicios de negocios que expongan las funcionalidades en las aplicaciones, y utilizar un motor de procesos para gestionarlos en una modalidad punto a punto y orquestar los servicios de negocios.
SOA contribuye con una de las premisas básicas de las empresas hoy, como es lograr que las aplicaciones sean interoperables y los componentes de software puedan implementarse o incluso actualizarse, sin que impacte en la interrupción de los sistemas instalados. Así, SOA opera a través de arquitecturas distribuidas y permite a la organización que los procesos de negocios se intercambien sincronizadamente entre las aplicaciones y los servicios mediante soluciones integradas.
Dentro de la evolución de la tecnología, la irrupción de Open SOA supone la oferta, de un modo simple, de introducir e implementar aplicaciones modulares para resolver inmediatamente necesidades de la compañía. Es un enfoque innovador y muy poderoso, ya que provee beneficios tangibles y flexibilidad al negocio a corto plazo
Para las empresas significa alternativas y control. Control de las soluciones que quieren implementar en sus propios tiempos, de la infraestructura que corresponde a su ambiente y sobre su ecosistema.
La libertad de elegir
Un enfoque SOA abierto provee interoperabilidad estandarizada con valor inmediato para organizaciones grandes y pequeñas. Ello porque permite ensamblar el mejor mix de productos y tecnologías para satisfacer las necesidades de hoy y la flexibilidad de implementación para hacer cambios y rápidamente agregar, quitar y reemplazar capacidades, sin tener que modificar el software para enfrentar las necesidades del futuro.
Una de las ventajas de los estándares abiertos es que reducen los costos totales de propiedad, dado que los clientes no están obligados a adquirir sistemas propietarios y otorga a éstos la libertad de elegir la tecnología que quieran implementar. El primer beneficio directo es que les permite optimizar sus necesidades, eliminar las tecnologías redundantes e implementar procesos basados en su mejor modelo de costos de largo plazo.
Las bondades de SOA están basadas en la independencia y autonomía que ofrece a las organizaciones, ya que les da la posibilidad de crear su propio ecosistema de trabajo mediante tecnologías propias o de terceros. Para las empresas, los beneficios más tangibles radican en un incremento de la agilidad del negocio a través del proceso de orquestación, y mayor flexibilidad TI mediante la reutilización de software. Al mantenerse la plataforma independiente, SOA facilita la interoperabilidad entre los distintos sistemas, favoreciendo en definitiva la visión de negocio. Los que saben dicen que llegó para quedarse.
