La contabilidad es la principal y única herramienta que permite medir, a una fecha determinada y con certeza, el resultado financiero y económico de las empresas. Actualmente éstas miden sus resultados ‘a la chilena’, es decir, aplican los denominados Principios Contables Generalmente Aceptados (denominados PCGA) para determinarlos, sin embargo y en razón a los múltiples Tratados de Libre Comercio, la globalización y las propias necesidades y exigencias del mercado internacional, hoy se hace necesario, principalmente para aquellas empresas chilenas que operan o tienen relaciones de negocio con mercados extranjeros, estandarizar y medir sus resultados financieros aplicando criterios y normas equivalentes, de forma tal de no producir distorsiones y diferencias en sus resultados finales. Este es el origen del nuevo y moderno sistema de información contable denominado IFRS (Internacional Financial Reporting Standard), lo que podríamos resumir como ‘IFRS, de una contabilidad nacional a una contabilidad internacional’.
Hasta aquí resulta relativamente fácil y claro describir el sentido lógico de este cambio, sin embargo, cabe señalar que las IFRS son una de las mayores innovaciones en el principal sistema de información de las empresas chilenas en su historia, y dimensionar los múltiples efectos que provocará su adopción al interior de las empresas, así como encontrar la solución tecnológica más adecuada para lograr un proceso eficiente y seguro, puede resultar una verdadera hazaña, por lo complejo y costoso. Y ni siquiera pensar en el esfuerzo que deberán realizar aquellos empresarios que aún no entienden con claridad un balance o piensan que la contabilidad es ‘un mal necesario’…
A mi juicio, una de las principales dificultades en la adopción e implementación de esta moderna norma, surge básicamente porque desde la perspectiva tributaria las empresas que adopten IFRS igualmente siguen obligadas a llevar la contabilidad ‘a la chilena’ dado que, entre otras materias, para calcular el pago de los impuestos de la compañía, los socios o accionistas deben utilizar los resultados entregados por la contabilidad de acuerdo a los PCGA y no según las normas internaciones IFRS, lo que, en la práctica, obligará a las empresas a llevar dos contabilidades, ello con todas las implicancias asociadas.
Una norma justa y lógica
Frente a este costoso y complejo escenario ya son muchas las compañías que sin mayor base de conocimiento piensan en descartar su adopción, desconociendo los reales beneficios en particular para cierto tipo de empresas. “Para qué complicarnos, mejor sigamos como estamos” es una respuesta muy propia de nuestra naturaleza frente a los cambios e innovaciones con cierto grado de dificultad. Así nos evitamos los problemas.
Sólo para poner en perspectiva una parte de sus grandes impactos, he aquí un ejemplo de los beneficios que puede representar adoptar IFRS. En el caso de las empresas que desarrollan software o inventan alguna tecnología, el valor contable a la ‘chilena’ que refleja el software de desarrollo propio o invento que comercializan en la industria TI es prácticamente cero; ello principalmente porque se trata de un activo intangible y éstos, como es el caso de los software propios desarrollados, no tienen valor para nuestra contabilidad nacional. Sin embargo, al aplicar las normas internacionales IFRS, éstas señalan que los activos intangibles tienen valor y éste es el justo y definen como valor justo de un bien o servicio a aquél que el mercado está dispuesto a pagar por éste. Al parecer esta norma internacional no sólo es justa, además es lógica.
Imagínese el tremendo impacto en el aumento patrimonial de las empresas que desarrollan software en Chile. Ahora sus activos no sólo estarán compuestos por computadores, maquinarias y bienes raíces, como era lo tradicional; ahora los software pueden representar uno de los activos más importantes adoptando IFRS. En general, la situación patrimonial de cualquier empresa que vende o transa intangibles puede cambiar significativamente y sin haber realizado ninguna inversión, sólo aplicando criterios de medición financieros y económicos acordes a los tiempos modernos del mercado.
¿Cuál es el patrimonio más importante de Microsoft? Se imagina si se valorizara el patrimonio de esta empresa aplicando los principios contables ‘a la chilena’.
No cabe dudas, es sólo cosa de tiempo; independientemente de que las empresas estén obligadas en un principio a adoptar estas modernas normas contables, más temprano que tarde, éste será el sistema de información contable que imperará, más aún si Chile tiene puestos sus ojos en el mercado externo.
Pero la problemática hoy se presenta en cientos de empresas, principalmente grandes y medianas que desean y deben obligadamente modernizar y transparentar su información contable aplicando normas de calidad de carácter internacional IFRS.
De hecho, son muchas las que deben comenzar a operar a partir del próximo año con estas nuevas normas. ¿Cómo enfrentarán este proceso de cambio en sus sistemas contables? ¿Deberán esperar que su actual proveedor TI realice las interfases de comunicación para operar en ambas modalidades? ¿Deberán buscar una nueva aplicación y un nuevo proveedor para sus sistemas contables? ¿Migración, cambio de sistema…?
¿Qué pasará con aquellas compañías que cuentan con sistemas cerrados o que por cualquier razón ya no pueden acceder al código para su reformulación? ¿Están preparadas las empresas TI, y a tiempo para dar respuesta a estas necesidades?
Por cierto nuestra compañía aún no tiene la propuesta de solución a esta nueva exigencia internacional, pero de momento lo invitamos a visitar el sitio www.ifrs e interiorizarse en detalle de este gran tema país.